Plan oscuro

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En cuanto termino de darle el biberón a Ao siento como se relaja y se queda dormida en mis brazos. Es una niña preciosa y no quiere separarse de mi ni para dormir. Eso, por supuesto, tiene frito a Grimmjow que parece no haber aceptado demasiado bien el tener que compartirme con esta pequeña miniatura de él mismo.

-¿Ya se ha dormido?-Me pregunta apareciendo por la puerta.

-Acaba de tomarse el ultimo biberón y ha caido derrotada.

-Derrotado estoy yo.-Dice dejandose caer a mi lado en la cama.-¿por que no la dejas en su cuna y dejas que te relaje un poco?

Lo miro encontrandome con su sonrisa característica. Sé que desde que Ao nacio no he podido estar mucho con él, ya que la niña parece no querer que Grimmjow se me acerque. Es como si solo su cercanía la irritase aunque, lo más probable es que solo sean imaginaciones mias. Me levanto lentamente y la dejo con suavidad en la minicuna que tenemos en la habitación. Mis hermanas van a cambiar su cuarto a uno que hay en la planta baja para que podamos poner ahí la habitación de Ao. La verdad es que la adoran y la niña parece estar a gusto con ellas.

En cuanto suelto a la pequeña siento los brazos de Grimmjow rodearme y su aliento en el cuello.

-Ah fresita... no sabes cuanto te necesito.

Me giro y lo miro antes de besarlo. Sin duda, Ao tiene sus ojos, los mismos ojos hermosos y salvajes. En cuanto nuestras lenguas se encuentran siento como los musculos de Grimmjow se tensan y me abraza uniendonos en el deseo y la desesperación. Me alza en brazos y nos lleva hasta la cama dejandome tumbado mientras observo como se quita la ropa sin dejar de sonreir. Yo lo imito quedandome desnudo y lo acojo en mis brazos cuando se tumba sobre mi, entre mis piernas que lo rodean.

-No podemos hacer ruido.

-No te prometo nada.-Dice de forma chulesca.

-Grimmjow...

-Solo lo decía porque es probable que grites, fresita.

Yo me sonrojo a sabiendas de que lo que dice puede ser cierto. Cuando hacemos el amor me dejo llevar y normalmente es tanto el placer que me da que pierdo la nocion de todo.

-Tendré que aprender a controlarme.-Le susurro en los labios moviendo mis caderas para rozar nuestras entrepiernas.

-Uy eso lo hace que tenga más ganas de hacerte gritar.

-Pues intentalo...

Nuestros cuerpos se unen de una forma tan perfecta que es como si hubieramos nacido para estar juntos. Sin duda, su boca encaja con la mia a la perfección y sus manos, me recorren como nadie lo ha hecho antes. Su polla me llena justo como necesita mi cuerpo y cuando agarro sus nalgas para apretarlas y hacer que se hunda más en mi, mis manos tienen el tamaño perfecto para acogerlas por completo haciendolo jadear dentro de mi boca.

Unas ligeras protestas desde la cuna nos hacen detenernos y ambos miramos a la pequeña entre los barrotes de madera.

-Ah... ¿se ha despertado?

-No. Parece que solo ha protestado... ah...-gimo al sentir como Grimmjow se mueve lenta pero profundamente dentro de mi cuerpo alcanzando mi prostata.

-Te gusta ¿eh?

-Igual que a ti... ah...-Digo apretando conscientemente mi esfinter para atrapar su polla en mi interior. Él arruga el entrecejo y siento como se detiene para retrasar el inminente orgasmo.

-Asi que quieres jugar...

-Ah...-gimo sobre sus labios haciendo que gire sobre si mismo para quedar sentado sobre él- Yo siempre... ah... quiero ju... gar... ah...

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