Prisioneros

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Esto es totalmente increible. ¿Como es posible que esos dos malditos espadas se hayan largado sin que nadie se haya percatado de ello hasta ser demasiado tarde? ¡Si estaban monotorizados! No he dudado en mandar ejecutar a los inutiles que estaban de guardia en ese momento. Por su incompetencia las alarmas se dieron demasiado tarde y aquí me veo, sin espadas para mi proyecto. Es cierto que la primera fase de mi investigación ya había finalizado pero me he quedado con las ganas de hacerles una buena disección. Ahora tendré que esperar a capturar otro espada o...

-Mayuri sama.-Miro hacia la puerta y veo a mi teniente en ella.

-¿Alguna novedad?

-Si. Han dado positivo.-Una gran sonrisa se dibuja en mi cara. Al menos algo que ha salido bien.

-Perfecto.

Sin decir nada más salgo de mi despacho y me dirijo hasta la seccion de proyectos de rango A. Ni que decir tiene que este es el principal proyecto que estoy llevando y de momento, me está proporcionando unos resultados totalmente satisfactorios. Abro una puerta y me encuentro de frente con Soujun. Él me mira algo asustado. Pobrecito, lo programé con un caracter tan sumiso que cualquier hombre le intimida. Se parece tanto a su hijo que casi podrían pasar por gemelos aunque, es obvia la diferencia de edad y personalidad.

-Mayuri sama.-Dice poniendose en pie y haciendo una pequeña reverencia.

-¿Como te encuentras Soujun?-Le digo aproximandome para levantarle la barbilla y examilarle de cerca. Está palido, tiene ojeras y sus ojos parecen haber estado llorando.

-Aun siguen los mareos y las nauseas. Hoy he vomitado dos veces y no he sido capaz de comerme lo que Nemu san me ha traido.

Yo miro la bandeja con el almuerzo sobre la mesa y chasqueo la lengua.

-Si no comes voy a tener que obligarte a ello.-Él me mira con los ojos muy abiertos y temerosos.- No temas. No quiero llegar a tener que alimentarte por vena.

-Ah... ya... intentaré comer algo.

-Debes hacerlo. Piensa que a partir de ahora no solo estás tu.

-¿Que quiere decir?

-Estas embarazado, Soujun.

***Soujun***

Esas palabras me dejan clavado en el suelo que piso. ¿He escuchado bien?¿Embarazado?¡Imposible! Soy un hombre. Los hombres no se embarazan. Él parece leer mi confusión y sonríe como si estuviera disfrutando de la situación.

-Soujun, tu no eres un hombre normal, ni siquiera eres un shinigami normal. Solo eres un clon de alguien que murió hace muchos siglos y...

-¿Un clon?-digo sorprendido.

-Ah... es cierto. Siento que te hayas enterado así. No era mi intención decirtelo pero ya que se me ha escapado te diré toda la verdad.-Yo lo miro y siento como las piernas me tiemblan pero aguanto de pie.- Necesitaba a alguien con ciertas cualidades y con el perfil adecuado para esta investigación.

-¿Solo soy una investigación?

-Mas o menos pero, no por ello eres menos que cualquiera que haya nacido en condiciones normales.-No sé por qué pero no le creo. Él me sonríe pero esa sonrisa no alcanza sus ojos.

-Desafortunadamente, tu muerte fue violenta y prematura por lo que considera esto una segunda oportunidad.

-¿Y lo de dar vida?

-Al clonarte, cambié ciertas cosas en tu organismo para que fueras capaz de albergar vida en tu interior.

-Pero... ¿Como?

Casa de MuñecasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora