Casa de Muñecas

La vuelta a casa

Han pasado dos días desde que ocurrió mi encuentro nocturno con mi capitan. Lo que para mi había sido un sueño, para él había supuesto su peor pesadilla. Es increible que algo como aquello pueda significar cosas tan diferentes para cada uno y eso, me duele. Sé que no tengo derecho pero, aún así, me duele.

Después de esa noche, mi capitan no ha mencionado nada al respecto y se ha comportado tal y como lo ha hecho siempre, incluso podría decir que me ha evitado para todo excepto para lo estrictamente necesario. Echo de menos a mi Byakuya. Cuando salí de mi apartamento no me imaginaba que sería para varios días. Menos mal que dejé bastante comida. ¿Como habrá pasado estos días sin mi?¿Me habrá echado de menos? La verdad es que en estos días he pensado en muchas cosas y sobre todo cosas relacionadas con mi capitan y mi Byakuya.

He llegado a la conclusión de que, lo que sucedió fue lo mejor para ambos. Si por un milagro remoto, mi capitan me hubiera aceptado como pareja o amante, habría tenido que deshacerme de mi Byakuya o, al menos hablarle a mi capitan de él y eso, sin duda, habría supuesto algo similar a lanzar varias bombas nucleares humanas sobre mi propia cabeza. Creo que me habría tachado de pervertido, tal y como hago yo con Kurotsuchi taicho y probablemente me habría dejado inmediatamente y habría hecho que hicieran desaparecer a su clon. Dudo mucho que le agradase la idea de que otro Kuchiki Byakuya ande por el Seiretei y menos con el caracter tan sumiso de mi Byakuya. ¡Dios! Todo es tan lioso...

Suspiro aliviado en el mismo instante en que mis pies se posan en suelo del Seiretei. De nuevo en casa. Veo a mi capitan pasar a mi lado y en menos de un segundo desaparece usando el shumpo. Ni se ha despedido. Supongo que estaba deseando apartarse de mi. ¡Dios! Debe aborrecerme pero, yo no tuve la culpa de lo que ocurrió. ¡Fue él quien me la mamó!¡Fue él quien se metió en mi futón desnudo y rozandose contra mi cuerpo!¡Joder, fue él quien prácticamente me violo! Y ahora se hace el ofendido, cuando ese debería haber sido yo. Me utilizó y luego tomó el camino fácil dejandome a mi con todos sus recuerdos.

Cuando quiero darme cuenta estoy plantado en la puerta de mi apartamento sin saber si entrar o no. Por un lado tengo unas ganas locas de ver a mi Byakuya y su espléndida sonrisa pero, por otro lado, me siento fatal por haber follado con mi capitan estando con él, o bueno... lo que sea esto que tenemos. Además está el detalle de que yo iba a devolverselo a Kurotsuchi taicho en cuanto regrese de su misión. Aaaaaarrrrrggggg...

Entonces unas risas provenientes del interior de mi apartamento hacen que me paralice. ¿Quien...? Inmediatamente entro y corro hasta el salon quedandome mudo y con los ojos como platos cuando veo la pequeña reunión que está teniendo lugar.

-¡Renji, bienvenido!-Grita mi Byakuya saltando del sillón y corriendo para abrazarse a mi hundiendo su cara en mi pecho.

Mi corazón pasa de paralizado a disparado con ese simple gesto y no puedo evitar rodear sus hombros con mis brazos mientras mis ojos se clavan precabidos sobre los de mi amigo Kira que sigue sentado en el sillón. A su lado, en una silla, está Yumichika con una amplia sonrisa que dice "te hemos pillado". Byakuya se separa de mi un poco y me mira con esos ojos que me vuleven loco y me muestran todo el amor que siente por mi.

-¿Estas bien?

-Ahora que estas de vuelta, si.- Y con un gesto tan natural como el respirar me rodea el cuello con sus brazos y me besa en los labios.

En el mismo instante que se nuestras bocas se rozan todo mi cuerpo se enciende y lo tomo por la nuca profundizando en la suya. Puede que sea nuestro último beso. Si Kira o Yumichika dicen algo de la existencia de mi Byakuya...

-Bienvenido Renji.-Dice Kira una vez que corto el beso sintiendome algo violento y molesto por su presencia.

-Que calladito te lo tenías, ¿eh?-Dice Yumichika abandonando la silla y tomando asiento junto a Kira.