෴«Boy in the bubble ||Billdip||🐥||Wattys2019||»෴

❍ིི۪۪⃕۫۫͜ꦿ2 тeмporαdα Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 1₍⚘₎༄ꦿ

Vuelve a decirme lo de siempre, que me quieres pero no puedes tenerme, hice lo posible para hacerme fuerte y aunque sea el único camino solo Vuelve...

Narra Mabel

Habían pasado 2 años, y aún no podíamos encontrar a mi hermano, buscamos en todos los lugares del mundo, en todos los lugares donde Dipper solía ir la mayoría del tiempo.

- ¡¡Mierda!!- Exclamó mi padre enojado.

- Papá, con enojarte no vamos a conseguir nada- Si les soy sincera, no me interesa mi hermano, como él dijo anteriormente, siempre fue una carga. Un cero a la izquierda, una causa perdida la cual nadie quiere.

- ¡Mabel, si no encontramos a tu estúpido hermano, la policía me puede llevar preso!

- ¡No voy a permitir eso, papá!- Todo es su culpa, si arrestan a mi padre, no lo perdonaré nunca.

- Mabel, tu- No terminó la frase ya que golpearon fuertemente la puerta.

- ¡Abran la puerta, inmediatamente!- Gritó un hombre del otro lado.

- ¡Mabel, corre!- Mi padre me cargó y fue hacia la ventana más cercana, una vez abierta, me tiró, el suelo estaba cerca, por lo tanto, no me hice mucho daño.

- ¡¿Papi, que pasará contigo?!- Grité mientras me ponía de pie.

- Nena, tengo un último deseo antes de que me arresten...- ¿Un último deseo? ¿Cual será...?

- ¿Y cuál es, papá?- Pregunté con los ojos lloroso, no quiero que mi papá esté en la cárcel, ¿Quien cuidará de mí?

- Encuentra a tu hermano... Y mátalo...- Cuando dijo eso, sus ojos brillaron, y se transformaron en un color amarillo.

Mi padre se retiró de la ventana donde me había tirado, yo por curiosa me subí al marco de esta y asomé mi cabeza, para ver que pasaba.
Cuando ví que mi papá abrió la puerta, inmediatamente un policía lo apuntó con un arma.

- ¡¿Dónde está el niño?!

- ¡No lo sé!

- ¡Un chofer nos dijo que usted le pegaba, entonces el chico huyó a un lugar llamado Gravity falls!- Cuando mencionó ese lugar, mis ojos se abrieron como platos.

- !Yo nunca le pegué a ese estúpido de mierda!

- ¡Yo buscaré al chico y usted será enviado a prisión por maltrato infantil!

- ¡¡Nunca!!- Agarró un fierro que estaba tirado en el piso y se puso en posición de combate.

- Señor, tranquilícese, no queremos que ocurra una desgracia.- Dijo el estúpido policía con cierto miedo, que cobarde que es, mientras mi papá sostenía ese fierro con fuerza dispuesto a pegarle al policía, a mí se me formó una sádica sonrisa en los labios.

- ¡Voy a matarlo!- Se abalanzó contra el hombre y le intentó pegar, pero el policía fue más rápido y en un movimiento rápido, esquivó el golpe y no tuvo más remedio que apuntar a la cabeza de mí padre con el arma.

- Señor, no me obligue a matarlo, por favor.- Esto comenzaba a excitarme, tanta violencia y estar entre la vida y la muerte, me hacia sentir cosas sumamente extrañas.

El patético de mí padre le quería volver a pegar y el policía no tuvo más opción que darle un tiro a la cabeza.
Estaba tambaleándose mientras la sangre escurría por su cabeza y caía al suelo, formándose un enorme charco de sangre, hasta que después de un rato, se desplomó en el frío suelo de aquella habitación, mientras un gran charco de sangre se formaba a su alrededor.

- Le diré al jefe lo ocurrido.- Cuando agarró su radio para avisarle a su jefe, en un movimiento rápido, entré a la casa y tome un cuchillo que estaba debajo de mi cama, me acerqué lentamente al policía, mientras este no se daba cuenta de mi presencia.

- Entendido jefe, la dirección es...- Agarré los pelos del policía y le enterré mi cuchillo en su cuello.
Cuando se encontraba en el piso, lo apuñalé diez veces en el pecho, matándolo al instante.
Mi visión estaba nublada en ese entonces, pero era totalmente consciente de lo que estaba haciendo. La sangre caía por mí cuerpo y cara, era algo realmente asombroso, algo nunca experimentado.
Salí de mi casa con la sangre en mi ropa, mientras dejaba el cuerpo del triste policía sin vida en la habitación y me dirigí hacia la estación de autobuses.

- Voy por ti, dipper... - Dije mientras se me formaba una sonrisa macabra y sádica en los labios, y mis pupilas tomaban un ligero color amarillento.