Te puedes quedar

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Adrien miraba sorprendido a la sonrojada chica que estaba parada en la entrada de su habitación, con un bolso, una gran sonrisa y una nariz de payaso puesta.

Su padre le contó sobre ése el día anterior pero creyó que era una broma, la primer broma que hacía su padre, pero se equivocó.

-Dime que es una broma.

Pidió y ella negó, sonriendo con sus dientes visibles.

-Nop, yo seré tu compañera de juegos y niñera a la que cual tu padre le dio permiso de usar dañó físico sí te portas mal, así que...

Sacó un gallo de hule de su bolso, mientras se aguantaba la risa y amenazaba a Adrien con el juguete.

El chico dio un gran suspiro profundo.

Como se tomaba vacaciones de todo, sólo teniendo unas pocas sesiones de fotos, decidió disfrutar de sus vacaciones, encerrado en su habitación, viendo todos sus animes acumulados, jugar online con Nino, ir a la playa sí su padre le daba permiso y patrullar a la noche con su amada Ladybug, pero ver a Marinette esperando de manera muy ansiosa pasar a la habitación, cambiaba todos sus planes.

Era mejor deshacerse de ella de manera amable.

-Realmente agradezco el gesto de mi padre y tu ayuda, pero no hace falta que...

Miró a todos lados y no vio a Marinette.

¿Cómo rayos se movió tan rápido?

Sin darle mucha importancia, cerró la puerta, se dio media vuelta y casi le da un infarto al ver a Marinette caminando curiosa por su habitación.

¡¿Cómo rayos hizo éso?!

Se acercó a la azabache y la tomó de los hombros.

-Lo siento Marinette, pero te debés ir.

La chica se volteó con una gran sonrisa y abrazo a su amigo el cual abrió sus ojos en shock.

-¿Cierta personita está de amargado? No te preocupes, yo te sacaré una sonrisa.

Adrien nuevamente posó sus manos en los hombros de Marinette y la alejó, con sus mejillas ardiendo.

-No, no necesito una compañero de juegos y mucho menos una niñera, así que te puedes ir a casa. - exclamó con seriedad y ella levantó una ceja.

-¿No quieres jugar conmigo?

El ojiverde negó asustado.

No iba a dañar su amistad con ella luego de tanto esfuerzo para que dejé de ser tímida...

-¡No! Yo...

-Lo entiendo, ¿quién querría pasar todo el día jugando con una chica tonta como yo? Será mejor que me vaya. - exclamó la azabache, con su mirada gacha y dirigiéndose lentamente hacia la puerta.

Adrien, dio un gruñido molestó.

El soborno, es un delito aún en la amistad.

-Me estoy yendo.

Dijo la chica, con voz cantarina mientras él respiraba resignado.

Definitivamente, Marinette no debía ser actriz.

-Bien, puedes quedarte, después de todo somos protagonistas en la obra de...

-¡Sí!

La azabache lo tacleo, para darle un gran abrazo, alegré.

-Vamos a jugar muchos juegos y...

-¿Estudiar y ensayar para la obra que haremos al regresar a clases?

La sonrisa de Marinette se borró y puso rostro de fastidio.

Ella hablando de diversión y Adrien lo arruina con la escuela.

Ése chico tiene un problema.

El rubio sonrió por la reacción de la chica que no perdió su sonrojo desde que llegó, y le apretó la nariz de payaso que tenía.

-¿A qué vamos a jugar?

Marinette se puso a sacar varios tipos de juegos del bolso que tenía, sin salir de encima de un incómodo pero resignado Adrien mientras que afuera de la habitación, cierta persona que estaba oyendo la conversación a escondidas, se fue a trabajar con una pequeña sonrisa.

Compañeros de juegosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora