La asistente |ShawnMendes|

Capitulo Cuatro

1 hora con 39 minutos después la puerta de mi departamento se abre.

—Me abandonaste— suena un poco molesta pero no presto atención.

—El comenzó—me defendí.

—Dianna haces todo lo posible para alejarte de el—no podía defenderme.

—No me agrada, lo sabes

Rodee la cocina para abrir mi refrigerador y sacar el envase de leche.

—Llevas esto a otro nivel—dijo lentamente. —¿ pasa algo entre ustedes de lo que no esté enterada?

Me giré para confrontarla ofendida porque piense que le ocultó algo

— ¡No! Nunca te ocultó algo... ¿cómo que no te diría?

Suspira.

—Se comportan como pequeños... quiero entender que ocurre, ustedes no son así con nadie... Solo entre ustedes... Es extraño...

Me mantuve en silencio mientras miraba los aros de cereal moviéndose en el plato con leche.

—Sabes que te amo, pero también lo amo a el, es mi mejor amigo después de ti y no quiero... Crear estos momentos incómodos... Pero no quiero tener que escoger entre los dos... Iré a descansar y te veré hasta pasado mañana. Tienes libre mañana, Te amo.

—Tambien te amo—se inclinó y beso mi mejilla y me dió un corto abrazo.

La puerta de mi departamento se cerró y seguí en lo mío.

Mi teléfono sonó e ignore lo que sea y me acomode en el sofá para ver alguna película.

Solo quería ignorar todo, Shawn tiene ese efecto en mi, amargar mis días.

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La alarma suena y la apago, odio estos días en los que solo quiero quedarme en cama solo que esta vez puedo hacerlo.

Desperdicio mi día acostada ignorando las llamadas de mi teléfono.

Mañana será otro día.

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Bajo de mi auto y camino hasta la oficina.
—Jack, hola—el chico de RP me saluda y entro a la habitación tropezado suavemente.
—Hasta que apareces —explota Camila que está sentada en una de las silla de enmedio del salón.
—Tenia libre el día, lo siento estaba cansada—le explique sin variante en mi voz, ella seguía siendo mi jefa.
— Te ocupe todo el día de ayer.

Levante la vista y la vi, sus ojos un poco hinchados e irritados.

—¿Qué ocurre?
No me responde y sale estrellando la puerta. Me giro a ver a Daniel.
—Termino ayer con Mattew.

Joder. Caminé para ir tras ella pero el me detuvo.

—Tengo que pedirte que la ayudes a sentirse mejor y la prepares, tenemos que volar a Toronto y es urgente.

Asentí y salí de la oficina.

Caminé con las manos en la boca, no podía encontrarla y me estaba subiendo el humor hasta el cielo.

—Esta bien llegaría por la tarde. Si enserio te lo agradezco.

Cuando al fin la encontré estaba al teléfono.