Buenas! Hace mucho que no escribo nada antes (o después) de los capítulos. Pero es que este capítulo es algo especial. Le he dado muchas vueltas antes de dejarlo así . Esta situación estaba prevista desde el primer momento pero al llegar el momento de escribirla reconozco que se me ha hecho cuesta arriba y me he sentido un poco desbordada. Es el primer capítulo que no lleva el título de una canción, pero es que esa estrofa de Alfonsina y el mar me parecía perfecta para acompañarla y situarla.
Perdón por los errores, ni siquiera tengo valor para repasarlo demasiado antes de dejarlo libre. Decídmelo si los encontrais por favor y los corrijo.
Gracias por leer, por comentar, por estar. Millons de bicos.
Cinco sirenitas te llevarán
Por caminos de algas y de coral
Y fosforescentes caballos marinos harán
Una ronda a tu lado
Y los habitantes del agua van a jugar
Pronto a tu lado
Mencía lloró. Lloró y suplicó. Gritó, lloró y suplicó cuando Luis le explicó sus planes.
- Me estás pidiendo que venda a mi familia.
Pero Luis se mantuvo inconmovible.
- Me estás pidiendo que comprometa mi reputación.
Cuando la llamó después de la cena en casa de Ana, Luis estaba decidido a salvar a Mencía.
No a ayudarla como ella le había pedido, no, también debía redimirla.
Se podría decir que en el pecado de su soberbia llevó también su penitencia.
Si Mencía se libraba de las garras de la familia Mariño, debía ayudar al mundo a hacerlo también. Era solo un grano de arena en el desierto, pero si Alberto Mariño acababa en la cárcel, habría unos cuantos gramos menos de caballo en las calles.
No bastaba con delatarle a él, sin embargo. Tenía que descubrir todo el entramado, cada negocio legal que se utilizaba para blanquear el negocio de la heroína.
Por tanto la información también debía incluir a su propio padre.
Y ya que la habían estado formando para ser, junto a su hermana y sus primos, la sucesora de Alberto y Pedro, sabía cosas. Sabía muchas cosas y también como averiguar otras.
No fue una decisión fácil. Hubo argumentos y contrargumentos.
Finalmente fue la llamada de su hermana Amalia, protestando por una nueva imposición de Alberto respecto a sus estudios, la que le dio el valor a Mencía para dar el paso.
Su padre y su tío acabarían en la cárcel probablemente, su hermana y ella sería libres, por fin, de cometer sus propios errores.
Durante todo el mes de mayo y junio, Mencía continuó con su vida como hasta entonces. Estudiaba en Madrid entre semana y aprendía el negocio de la familia durante los fines de semana.
Luis estaba eufórico. Lo suficiente para intentar enmendar la situación con Aitana, enviándole un cariñoso mensaje por su cumpleaños. Lo suficiente para escribir canciones sobre las injusticias del mundo. En los conciertos pronunciaba encendidos discursos sobre el valor de los pequeños héroes que enardecían a su público.
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Sin tierra ni suelo
FanficLa muerte de un joven afecta a todos los que le conocían y querían. A algunas personas incluso puede cambiarles la vida de forma irrevocable.