Vacaciones [2]: Búsqueda en territorio seyren

Capítulo 10: El Escuadrón de Volto

Volto se encontraba en su escuadrón pensando en su hijo mientras terminaba de cargar en su helicóptero los víveres para el viaje. Ya había dejado a Rain a salvo en la casa de Nova, su madre. Recién lo había intentado llamar pero no había contestado, quizá estaba ocupado.

Luego Nova vino a su mente. Suspiró. Mantener un matrimonio feliz no era algo sencillo. La extrañaba también. Las escenas de su pelea final volvían en forma de flashes a su mente. Negó con la cabeza, con frustración y desamparo, probablemente Nova jamás lo perdonaría por el lío que él había ocasionado en el Concejo de Villanos. Y luego estaba el otro asunto, Nova sospechaba que había algo entre él e Isabel, su compañera de trabajo.

—Señor Volto —lo interrumpió de pronto uno de sus empleados, entrando al helipuerto, en la terraza del edificio—, ya llegaron los nuevos reclutas de este año.

Siempre llegaban a fin de año, pero ahora mismo estaba muy ocupado y apresurado como para recibirlos.

—Recíbalos usted mismo —le ordenó a su empleado— ¿Cómo está Edward?

Después de la pelea con Killcide, Edward había quedado muy herido, pero lo habían trasladado al Escuadrón de Volto, donde poseían doctores, medicina y maquinaria de alta tecnología para curarlo.

—Está mejorándose —le reportó el hombre.

—¿Cómo es su estado?

—Mucho mejor señor, pronto estará como nuevo.

—¿Puede salir a una misión... digamos, ahora mismo?

—Probablemente en unas horas estará listo, aunque deberá proceder con precaución. —Fue la respuesta—. En otras noticias, uno de nuestros equipos logró conquistar un territorio de los Araucis en la zona sur.

—Eso está muy bien, así pronto todos sabrán quiénes son los que mandan.

—Y eso es todo señor.

—¡Perfecto! Ahora escúcheme a mí: me infiltraré en territorio enemigo, los seyrens tienen a uno de nuestros chicos —le informó Volto a su subalterno—. Es una misión secreta, no puede filtrarse esta información. Iré con mi equipo elite, Isabel, Edward y Tomy, ¿podrías comunicarles que saldremos a la brevedad?

No quería comprometer a más personal, ya que probablemente necesitaran a su gente aquí, en la Nación Villana. Además, mientras menos fueran a la Federación Seyren, pasarían más desapercibidos.

—Enseguida, señor Volto, ¿algo más?

—Sí, un café negro, por favor.

***

Unas horas después, cuando Volto terminó todos los preparativos, fue a ver el estado de Edward en el hospital privado del escuadrón. Si no se encontraba en condiciones óptimas, no lo arriesgaría a salir al territorio seyren.

Cuando llegó, lo encontró sentado en su camilla, a punto de ponerse de pie.

—¿Cuándo salimos? —Fue lo primero que dijo Edward.

—¿Cómo te sientes?

—Con ganas de patear traseros seyrens.

De acuerdo, su compañero y mejor amigo se veía y sonaba bastante bien.

—Vamos a una misión elite, se trata de infiltrarse en territorio enemigo para recuperar al chico que los seyrens secuestraron. Es de un nivel muy alto de peligro. ¿Estás bien como para cualquier cosa que haya que hacer en territorio enemigo? —Miró fijamente a los ojos a su compañero, a veces era tan terco como su hijo—. Si sientes que necesitas más tiempo para recuperarte, te quedas.