Vacaciones [2]: Búsqueda en territorio seyren

Capítulo 26: Secuelas

Katy, Wany y Flux vieron salir a Frost de la habitación de su abuela y pasar junto a ellos sin dirigirles la palabra. Los tres se quedaron en silencio sin comprender lo que había sucedido.

Katy se preguntaba por qué Frost habría salido de esa manera después de haber hablado con su abuela, lo que sea que ella le hubiera dicho no podía haber sido tan grave, ¿o sí? A juzgar por la expresión de Frost, podía deducir que había sido algo que le había afectado mucho. Pobre Frost, lo había visto muy preocupado y ansioso por conocer los resultados de su parentesco con Freeze. Pero no parecía que quisiera ser molestado, después le preguntaría cómo había resultado todo eso, se moría de curiosidad por saberlo.

—¿Dónde creen que haya ido Frost? Ya lleva tiempo que no vuelve –comentó.

—No pudo haber ido muy lejos, su abuela sigue internada –opinó Flux, tras encogerse de hombros.

Justo en ese momento, un enfermero se asomó a la sala de espera.

—Chicos, su amigo Dafs despertó de la anestesia. Ya se encuentra mucho mejor, dice que quiere hablar con Wany, ¿quién de ustedes es Wany?

Wany suspiró aliviada por la noticia y se levantó para seguir al enfermero hacia donde se encontraba Dafs.

—¡Wany! –exclamó Dafs en cuanto la vio. Sus ojos apenas podían abrirse, tenía suero conectado a uno de sus brazos y se encontraba vendado y malherido en la camilla. Su brazo izquierdo y su pierna derecha estaban enyesados.

—¿Dafs, cómo estás? –se preocupó ella.

—Mucho mejor ahora que te veo, gracias por venir a verme, pensé que me ibas a odiar por siempre, perdón por haberle dicho a Flux que gustabas de él, fue horrible verte mal por mi culpa. En serio perdón, espero poder compensarte de alguna manera, gracias por venir a verme y por no odiarme para siempre –le habló con velocidad, a pesar de su actual debilidad por los golpes y lastimaduras.

—Está bien –le respondió Wany, más calmada de ver que Dafs se encontraba mejor, en verdad ya no estaba enojada por eso—. Gracias a que le contaste a Flux eso, pude hablar con él y me confesó que de haberlo sabido, sí hubiera salido en una cita conmigo. O sea que no me rechazó apropósito, fue todo un mal entendido.

—Oh, bueno, me alegro que le hayas encontrado el lado positivo, perdón, perdón, perdón.

—Te perdono. –Le sonrió ella—. ¡Pero no vuelvo a contarte mis secretos! ¡Eso no se hace! ¡No se revelan los secretos de los demás así como así!

—¡Gracias! ¡Gracias por perdonarme! ¡Eres la mejor, Wany! –Si Dafs hubiera podido moverse hubiera saltado a abrazarla, pero tuvo que limitarse a sonreírle y a quedarse quieto en la camilla—. ¡Y que veo que estás bien! ¡Me alegro mucho de verte sana y salva! ¡Estuviste genial en la batalla! ¡Te teletransportaste adentro del sótano y salvaste a Laly! ¡Y después salvaste a Zed! Me dio mucho miedo cuando ya no volviste a aparecer. Arti y yo fuimos a buscarte, intenté rescatarte pero obviamente fallé. –Dafs se miró decepcionado su cuerpo malherido.

—Fuiste muy valiente, Dafs. –Le sonrió Wany. Le asombraba que Dafs pensara que ella hubiera estado genial en batalla, ya que según ella no había hecho mucho, pero era cierto, al menos había rescatado a Laly y a Zed del sótano antes de que Zhu llegara.

—¿En serio piensas que fui valiente? –Dafs la miraba emocionado—. ¡Y Arti también lo fue! No te olvides de Arti.

—Claro que sí, los dos. –Wany lo miró con ternura, Dafs no poseía la fuerza de Zed o Laly para luchar y aun así había entrado en la batalla para rescatarla, estaba agradecida y lo admiraba por eso—. Se arriesgaron mucho y saliste muy herido, ¿cómo estás por cierto? ¿Cómo te sientes?