Vacaciones [2]: Búsqueda en territorio seyren

Capítulo 21: Compañerismo

Laly corrió hacia donde un círculo de seyrens estaba acabando con Dafs, que se encontraba hecho una bola en el suelo, recibiendo los golpes. Realmente los odiaba, eran unos cobardes en seguir lastimando a un chico que ya no suponía una amenaza para nadie.

Debido al gas de Zhu, Laly ya no contaba con tanta fuerza, pero mantenía la técnica de las artes marciales que había entrenado con sus padres. Llegó y comenzó a patear y a luchar contra los enormes hombres que estaban lastimando a su compañero.

Toxia, que ya había logrado desmayar a los seyrens que estaban luchando contra ella, se acercó a ayudar a Laly y comenzó a nublar las visiones de esos militares seyrens con sus nubes tóxicas. Entre medio de la confusión y mientras Laly seguía luchando contra varios, ella se acercó a Dafs y lo ayudó a levantarse.

—Toxia —balbuceó Dafs, el chico se encontraba demasiado herido y prácticamente bañando en su propia sangre—. ¿Dónde está Wany? —le preguntó con un hilo de voz mientras se levantaba con dificultad.

—No lo sé —le respondió Toxia angustiada, mientras los cubría a ellos dos con una nube violeta no tóxica, para evitar ser vistos, no había realmente un lugar donde pudieran estar a salvo ahora y protegerse con nubes no era una mala opción.

***

El disparo de Arti, antes de que Dafs cayera al suelo, había ayudado a herir a Nicky, pero aun así el estado de Frost no era el mejor y no pudo tomar mucha ventaja. Además en cuanto los seyrens comenzaron a golpear a Dafs, Arti no continuó luchando y se estrelló contra el suelo.

Parecía que Nicky estaba hablándole a Frost, pero desde donde Zed se encontraba, no podía escuchar lo que le decía. No tenía tiempo que perder, Nicky estaba sobre Frost y parecía que en cualquier momento lo lastimaría letalmente.

Zed, entonces, corrió hacia su compañero para rescatarlo y se abalanzó hacia la seyren sorpresivamente, rodando con ella por el suelo, alejándola de Frost.

Se sentía muy extraño luchar sin morder ni rasguñar, pero intentó atacarla lo mejor que pudo con sus puños humanos.

Nicky era muy ágil y esquivaba todos los golpes y Zed aún estaba mareado por haber perdido sus poderes, estaba acostumbrado a ubicarse en el espacio con ayuda de su olfato y ahora que no lo tenía debía luchar contra el mareo. Sus reflejos se veían afectados por esta razón también, por lo que no pudo prevenirse cuando Nicky le cortó el rostro con una de sus katanas.

Rápidamente, la nieta de Zhu aprovechó la distracción de Zed y lo tumbó en el suelo, amenazándolo con ambas katanas en su cuello.

—¿Qué pasa con los chicos villanos? —le preguntó, corriendose un mechón de pelo de la cara con un movimiento de cabeza—. Están muy fáciles de vencer. Es una lástima que tenga que matarte, te ves muy bonito con esa expresión de susto. —Nicky le sonrió y luego agregó—: Nos vemos en el infierno, villano —Y estaba a punto de cortarle el cuello con sus katanas, pero sus brazos se congelaron.

Frost estaba muy herido, lleno de cortes y machucones y no pudo congelarla entera, pero al menos había logrado privarla de su letalidad.

—¡Qué has hecho! —exclamó ella—. ¡Debí matarte más rápido, niño invierno! ¡Ayuda!

—Eso debería enseñarte a no subestimarme. –Le sonrió Frost.

Pronto, varios otros seyrens rodearon a Zed y a Frost, que ahora comenzaron a luchar en conjunto contra esos sujetos. Nicky, por su parte, huyó con sus brazos congelados.

Frost estaba preocupado, esto se estaba saliendo de control, su abuela ya no estaba ayudándolo con sus disparos y eso lo preocupaba aún más, algo no estaba bien allá donde ella estaba. Pero no podía ir a ayudarla, no ahora que a él y a Zed los rodeaban los seyrens.