Capítulo 25: Vinculados

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Una vez que Volto hubo dejado sanos y salvos a los compañeros de su hijo en sus hogares, se dirigió a la casa de Rain para dejar a su hijo allí. Todavía no podía creer que lo hubiera encontrado en la Federación Seyren, y la suerte que había tenido de haber llegado justo para rescatarlo de las garras del General Zhu.

—¿Sabes que es un milagro que ustedes estén con vida, cierto? –comenzó a sermonearlo Volto.

Rain asintió pesadamente. Sí, lo sabía, era consciente de todo el peligro que habían corrido y de lo afortunados que habían sido de que Volto hubiera estado allí para salvarlos. Eso era obvio, pero su padre se había encargado de recalcarlo todas las veces que él consideraba necesarias.

—¿En qué estaban pensando? –continuaba Volto, con el entrecejo fruncido—. ¿Cómo es que se les ocurrió meterse en territorio enemigo?

—Ya te dije—respondió pesadamente Rain—, queríamos encontrar a West.

—¡Pero ese es mi trabajo! ¡Ya sabías que yo iba a ir por él! No era necesario que se expusieran así.

Volto no lo comprendería y no era una buena idea intentar explicarle. El plan original había sido viajar con el Top 5, se suponía que dentro de todo estarían a salvo junto a ellos. Rain jamás hubiera podido pensar que a West le hubiera encantado quedarse en territorio seyren, que Lavanda y el Top 5 los iban a traicionar, y mucho menos que Zhu lo iba a secuestrar.

—Supongo que de los errores se aprende –le respondió Rain a Volto con un suspiro.

—Así es, y tu madre y yo nos encargaremos de que aprendas mucho de este error. Para empezar quiero que ganes las competencias de las becas para las pruebas, Rain.

—¿Eh? Pero ya perdí, estoy descalificado.

—Te quise cambiar de escuela –le confesó Volto—, porque esa a la que vas ya no me parece segura, aunque el director me juró que en estos meses se iba a encargar de colocar más seguridad y de mejorarla. Me ofreció la oportunidad de reincorporarte a las pruebas para las becas con la condición de que no te cambiara de colegio.

—Pero yo no...

—Sin peros, Rain, este año no quiero tener que estar ayudándote para que pases. Si eres lo bastante valiente como para ir al territorio enemigo sin avisarme, para mentirle a tu madre y escaparte, entonces soporta las consecuencias. Quiero que ganes una de esas becas, que hagas algo por tu bien por primera vez en tu vida.

—¿Y si pierdo?

—Y si pierdes te cambio de escuela.

—¡No puedes hacer eso! –Slade y Pranch eran todo lo que tenía, no podía perderlos a ellos también. Aunque ahora ambos estuvieran enojados con él: Pranch, por haberle mentido y Slade porque Rain nunca le había hecho caso y había resultado que tenía razón, que confiar en los seyrens había sido una pésima idea.

—Entonces no puedes perder las becas. No estás en posición de reclamarme nada, Rain. Ah y quiero que practiques tu control de la electricidad. Vendré dos veces por semana a buscarte y nos iremos a entrenar.

—De acuerdo. –Rain suspiró. Se lo tenía merecido.

Cuando llegó a su casa, su madre estaba esperándolo muy enfadada.

—Se acabó la confianza, Rain. Se acabó para siempre.

Auch. Esas palabras le habían dolido más que cuando Zhu lo había electrificado. ¡La confianza de su madre era algo de lo más valioso! Y la había perdido por mentirle... ¡pero no había tenido opción! Si le decía la verdad su madre no hubiera permitido que él fuera a buscar a West.

Vacaciones [2]: Búsqueda en territorio seyrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora