Capítulo 12: Plan de rescate

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La camioneta de la abuela de Frost ya se estaba acercando a un control de la frontera. Si lograban pasar eso, ya estarían dentro del territorio seyren. Algunos de los chicos charlaban, otros miraban el paisaje y otros, como Tad, dormían.

Flux sonrió inconscientemente al mirar su celular, acababa de recibir un mensaje de Kiara.

"¿Cómo te está yendo en tu campamento privado? Cuidate de incendiar el comedor o esas cosas, o más bien que se cuiden los demás xD"

—Uuy ¿Flux acaba de recibir un mensaje de amor? —bromeó Katy.

—¡Cállate! Claro que no —se defendió él.

—Ajá, ¿y esa sonrisita? —lo siguió molestando ella.

Pero Flux no le hizo caso y se dispuso a responder el mensaje de Kiara. Aunque de pronto, tuvo que dejar su celular a un lado, pues Tad comenzó a moverse dormido, se quejaba y su rostro se notaba preocupado.

—¿Tad? —le preguntó Flux, pero su amigo no se despertaba y seguía retorciéndose y quejándose en sueños.

—¡Está teniendo una pesadilla! —exclamó Wany—. Quizá sería mejor despertarlo.

—Pobre. —Toxia reprimió una risita—. Pero se ve gracioso.

Flux comenzó a llamarlo y luego a moverlo hasta que su amigo despertó, sudaba y lo miraba con terror.

—Tranquilo —lo sujetó Flux—, estabas soñando.

—¡Flux! —Tad se sorprendió y luego comenzó a tranquilizarse al observar a su alrededor—. Oh, están... están todos bien.

—Al parecer estabas teniendo una pesadilla —le explicó Stacey en tono maternal—. Fue solo eso, un mal sueño.

—¿Qué soñaste, Tad? —quiso saber Dafs—. Hace mucho que yo no tengo una pesadilla, y menos mal, porque las odio, siempre dan mucho miedo aunque no sean la gran cosa, la última que tuve fue hace un tiempo, era bien larga, una especie de apocalipsis y había unos robots con ojos rojos que...

—Dafs —lo interrumpió Frost— ya agotaste tu límite de palabras diarias.

Smoke largó una risita contagiosa ante la ocurrencia.

—Eso no existe —se defendió Dafs, frunciendo el ceño—, no existe un límite de palabras, porque si existiera, no...

—Tad —interrumpió Katy, ignorando a Dafs— ¿Qué fue lo que soñaste?

Los ojos grises de Tad miraban con preocupación a sus compañeros.

—Nos atacaban los seyrens... bueno, a ustedes en realidad, yo no estaba en mi sueño, no sé por qué. Había un sujeto enorme, tiraba unas horribles bolas gigantes rojas, no sé qué eran, casi como fuego. Stacey intentaba proteger a alguien, creo que a Wany pero una de esas bolas le daba a ella... —Se detuvo, tragó saliva y luego continuó—. Había varios otros seyrens, todos estaban armados y con unas armaduras extrañas, los lastimaron a todos. ¡Los capturaron! ¡Se los llevaban!

—Tranquilo —intervino la abuela— claramente fue una pesadilla provocada por los nervios de llegar al recinto y no saber lo que vamos a encontrar allí.

—Tengo miedo —confesó Dafs.

—No hay de qué preocuparse —Les sonrió Toxia—. Estaremos bien. ¿Recuerdan el último ejercicio de la Segunda Prueba? Ese en el que debíamos buscar unos cofres y luego con la llave que encontráramos adentro abrir las puertas.

Los chicos asintieron, Frost miró a su compañera con atención.

—El director dijo que la suerte no siempre está de nuestro lado, que no siempre tendremos que hacer los ejercicios en los que se nos den mejor nuestros poderes. Pero que la clave está en no rendirse y en tratar de poner la mayor cantidad de variables a nuestro favor.

Vacaciones [2]: Búsqueda en territorio seyrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora