Era una tarde brillante y calurosa de verano en la ciudad.
Sus amigas habían programado una salida a la playa para ese día y aunque realmente no tenía muchas ganas de ir, no quería desperdiciar la oportunidad de ver a sus amigas felices.
Sus cuatro amigas y ella, bajaron del auto que se acababa de estacionar.
Caminaba sin fijarse por donde iba.
xx: Ammm... oye
Escuchó una voz y volteó a buscarla.
xx: Perdona, estaba tomando una foto -el chico sonrió-
Apenada, _____ abrió grandemente sus ojos y caminó agachada no solo por la verguenza sino tambien porque el chico la examinaba con la mirada.
xx: ¡Espera!
_____: ¿Si?
xx: ¿Podrías hacerme un pequeño favor?
_____: Am... claro -mencionó dudosa-
xx: ¿Te puedes hacer aquí?
El chico señaló un lugar y haciendole caso, _____ se paró sobre una roca que él había señalado.
_____: ¿Que debo hacer?
El chico sin más, levantó su cámara y tomó rápidamente una foto de ella con el mar azul de fondo.
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_____: ¿Eh? -dijó sorprendida- ¿Por qué has hecho eso?
xx: Solo, creo que el paisaje va muy bien contigo
_____: ¿Por qué?
xx: Porque eres muy linda... -hubo un silencio incómodo- igual que el paisaje
El chico sonrió y ella tambien lo hizo.
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_____: Bueno... ¿al menos me puedes dar la foto? emmm... ¿cómo es tu nombre?
xx: Johnny, -extendió su mano-
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_____: Muy bien Johnny -sonrió- ¿al menos puedes darme la foto?
Johnny: No lo creo... -frunció el ceño- ¿Tu nombre?
_____: Soy _____... ¿Por qué?
Johnny: Porque te volveré a ver, tenlo por seguro
Se quedó ahí parada en medio de la playa mientras veía al chico alejarse con una pícara sonrisa.
El mismo chico, antes de subirse a un auto, la observó de nuevo y tomo otra foto de ella.
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No sabía que hacer. Si bien era peligroso que alguien desconocido tomara fotos de ella, ese chico era tan guapo y tímido, que se ganó su confianza. Aunque claro, si lo lo volvía a encontrar, no desperdiciaría la oportunidad para invitarlo a salir y al mismo tiempo, reclamar sus fotos.
