No Te Enamores// Kookmin (y Taehyung)

35. Demasiado para él

- ¿Cuál es tu nombre?- Preguntó Taehyung mientras caminaba con aquél rubio.

- Min Yoongi. No creo necesario que me digas el tuyo cuando una chica gritó tu nombre.

Taehyung rió ligeramente.

Después de que aquella admiradora se haya ido, Taehyung se quedó con Yoongi prometiendole que lo ayudaría a pagar sus deudas y que juntos regresarían a Corea, él inmediatamente se negó pero Taehyung dijo que ahora eran amigos, por lo que debía de apoyarlo. Yoongi se lo agradeció sinceramente y en estos momentos caminaban hacia el departamento del rubio para tomar sus pertenencias.

Llegaron a un edificio que se veía bastante viejo, parecía más que nada una casa abandonada que un departamento. Subieron por las escaleras y tomaron las pertenencias de Yoongi que se encontraban en una pequeña maleta, no tenía mucho.

- No me siento cómodo contigo pagándome todo, te prometo que te lo pagaré después.

- Tú no me debes nada.- Dijo Taehyung una vez pagó aquellos seis meses que debía Yoongi por su estadía ahí a la dueña del edificio.- Ahora vamos a otro lugar. Iremos al hotel en el que estoy hospedando.

Yoongi asintió, sabía que no tendría escapatoria con aquél pelinegro así que subió al taxi junto a él mientras veía por la ventana. Al llegar a aquél lujoso edificio pagaron al taxi y subieron por el elevador a la habitación de Tae.

- Y aquí es, puedes acomodar tus cosas donde gustes.

- Gracias.- Yoongi estaba bastante maravillado con la habitación, él jamás se había dado el lujo de tener una habitación como esa.

Era de un color crema con alguno detalles azules que lo hacían ver elegante y colgaban algunos cuadros en las paredes y ni qué decir de la vista que daba a las calles de Canadá.

- Por cierto, ¿no tienes frío?- Preguntó Taehyung, pues durante todo el camino había visto a su acompañante con una sudadera, sin embargo ésta no se veía que calentara mucho.

- Un poco.

Taehyung sacó del armario un abrigo y se lo tendió a Yoongi.

- Espero no te quede muy grande.

- No te burles.- Bromeó Yoongi colocándose el abrigo que le había prestado su nuevo amigo. Él sabía perfectamente que el pelinegro era algunos centímetros más alto que él.

- ¿Te gustaría salir a comer o prefieres quedarte aquí?

- Este lugar es lindo, pero como gustes, no tengo ningún problema en salir tampoco.

- Nos quedaremos aquí.

Ambos sonrieron, Taehyung pidió comida para los dos y se quedaron en aquél pequeño comedor de la habitación hablando un poco más de sus vidas, realmente se llevaban muy bien.

- ¿Estará bien llevarle flores?

- Aún falta una semana para su exposición de arte. Es mejor comprarlas ese mismo día, Mochi.

- ¿Crees que a Tae le gusten estas?- Preguntó Jimin señalando un ramo de flores moradas.

- Seguramente, una vez me mencionaste que ese era su color favorito.

- Es mejor comprarle una maceta ¿no lo crees? Para que dure más.

Jungkook sonrió, le encantaba ver a su novio tan feliz dedicándole tiempo y amor a algo. Además se veía bastante tierno intentando escoger el regalo perfecto para Tae.

- Está bien, compra la que quieras, amor.

Jimin asintió y finalmente terminó pagando por aquellas flores moradas.

Se encontraban ahora en Canadá, a Jimin le costó un poco de trabajo conseguir vuelos en estas fechas porque en la mayoría de las aerolíneas los boletos estaban agotados, sabía que esto tenía mucho que ver con Taehyung, simplemente él era increíble.

- Mira amor- Señaló Jimin un lugar en donde vendían algodón de azúcar una vez ambos salieron de aquella florería.

- ¿Quieres uno, Mochi?- Preguntó Jungkook y después Jimin asintió.

Compraron el algodón de azúcar y se sentaron en una banca para comerlo.

- ¡Delicioso!- Exclamó Jimin con felicidad, Jimin podría ser un adulto pero su comportamiento era de un niño pequeño, algo muy tierno para Jungkook.

- ¿Enserio? ¿y no me das un poco de algodón?- Hizo un puchero.

- Claro- Jimin extendió su algodón hacia Kook pero él negó con su cabeza para después acercar sus labios con Jimin dándole un beso y lamiendo finalmente sus labios donde habían pequeños rastros de aquél dulce.

- Delicioso- Susurró haciendo que Jimin se sonrojara, jamás se había imaginado a su novio haciendo algo como eso.- ¿Qué? ¿Acaso no te gustó?- Preguntó con una sonrisa.

- Jamás dije eso.- Susurró Jimin con una sonrisa para luego acercar sus labios a los de Jeon y besarlos justo como él lo había hecho.

- Entonces es por aquí...- Dijo Yoongi guiando a Tae hacía el banco donde se había endeudado después de tanta insistencia por parte del pelinegro.

- ¡No!- Lo detuvo Taehyung

- ¿Pasa algo?

- Es... por el otro lado

- Pero ¿no será más tardado?- Murmuró para sí mismo Yoongi, pues Tae ya estaba comenzando a avanzar del lado opuesto ¿para qué desviarse e ir por el camino largo?

Lo último que vio Yoongi antes de desviarse fue a dos chicos sentados en una banca cerca del parque con un algodón de azúcar y una maceta con flores moradas, estaba más que claro que eran pareja.

¿En algún momento él podrá ser así de feliz con alguien?

Miró a Taehyung e inmediatamente negó con la cabeza.

Ese chico era demasiado para él.