|Capítulo 1|

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|Kellan|

Nunca, ni siquiera en mis sueños más salvajes y ridículos, me imaginé que terminaría diciendo que pensaría si aceptar o no una invitación para cenar en la casa de mi padre

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Nunca, ni siquiera en mis sueños más salvajes y ridículos, me imaginé que terminaría diciendo que pensaría si aceptar o no una invitación para cenar en la casa de mi padre.

Anthony ha estado persiguiéndome e insistiéndome desde hace meses para que acepte en reunirme con él y hablar de lo que sea que los padres golpeadores quieran hablar después de años de ausencia. Siendo sincero conmigo mismo, admitiré que su repentina aparición sacudió algo muy profundo dentro de mí que hacía que la idea de hablar con él se tornara cada vez más atractiva. Por otro lado, el hecho de que haya aceptado esa invitación después de meses de acoso no quiere decir que vaya a perdonarlo. Oh no, eso no ocurriría tan fácilmente. Además, no estaba seguro de que ocurriera nunca. Olvidar el pasado era una cosa difícil por hacer y me conocía a mí mismo lo suficiente como para decir que yo no haría tal cosa.

Jamás olvidaría los moretones en el cuerpo de mi madre, de mi hermano y en el mío. El dolor, el hambre y el frío; el estado deplorable en que él llevo a mi madre, agotando tanto su mente que la llevo a pensar que el suicidio era la única salida.

Sí, eso era algo que era imposible de ignorar. Anthony quería mi perdón, me lo dijo muchas veces, pero para ello necesitaba un jodido milagro.

La única razón por la cual acepte pensar su oferta fue porque sentía curiosidad por saber que diría, que excusa lamentable hilaría para justificar sus acciones del pasado. Además, también había dicho que lo consideraría porque estaba harto de que apareciera en la puerta de mi casa sin previo aviso, rogando por una oportunidad para hablar conmigo. Quería que se detuviera, y si para hacerlo tenía que sentarme en una mesa a escuchar sus estupideces, lo haría. Y luego podría mandarlo a la mierda después, por supuesto.

Pero, dejando a un lado todo eso, también estaba Joshua... mi hermano.

Dios, mi mente aun no lograba procesar el hecho de que tuviera un hermano, e instantáneamente pensé en David.

¿Qué haría él, si aún estuviera aquí, al descubrir la existencia de Joshua?

Conocía a mi hermano mayor lo suficiente como para decir que él lo hubiera aceptado sin rechistar. Así de bueno era, obviando sus arranques de ira y el desmesurado odio que sentía hacia Anthony, acogería al pequeño porque él no tenía la culpa de nada de lo que había ocurrido.

Y yo compartía esa opinión indiscutiblemente, no obstante, lo que me impedía acercarme era Anthony. Si el niño sabía de mí y me aceptaba como Anthony había afirmado, yo podría estar cerca de él. Quiero decir, no era un monstruo, ese niño era mi hermano y encontraba aquello emocionante. Quería conocerlo, hablar con él, pero no quería ninguna relación con su padre.

Me sentía tan confuso. Joder, nunca me había sentido tan fuera de lugar como justo ahora. Sea como sea esta mierda, la cena era mañana en la noche y el tiempo para tomar una decisión definitiva se agotaba. Y aun así, asfixiado por la presión, sabía dos cosas. Que asistiría solo por el pequeño, ya que sabía con seguridad que Anthony le había dicho que iría y estaría esperándome. Era algo sucio que lo usara solo para presionarme para que fuera a su casa, debo decir. Y eso era algo que me molestaba en demasía.

PARAÍSO |Souls Fractured #3|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora