|Annabelle|
—Es un poco preocupante que la cantidad de veces que he tenido que verlos últimamente.
Dejé de apreciar el paisaje que se veía a través de la habitación de hospital en la que se encontraba Adam para observar al detective Winchester sacudir su cabeza en un gesto entre divertido y exasperado.
Y a todas luces, ¿cuál era su nombre de pila? Me sentía un poco culpable por nunca haberme preocupado por saberlo.
Adam, el cual ya se encontraba completamente despierto y bien, se rió un poco para luego hacer una mueca de dolor y colocar una mano sobre su vientre.
—Es cierto —dijo mi hermano—. Esperemos que esta sea la última vez, detective.
El detective compuso una media sonrisa mientras jugaba con su libreta, en la cual había anotado las respuestas de Adam y las mías a su interrogatorio acerca de lo sucedido.
—Bueno, creo que entonces esto sería todo —repuso, mirándonos a ambos por intervalos—. Tengo todo lo que necesito para redactar su declaración de los hechos.
Me acerqué lentamente a ellos, frunciendo el ceño.
—¿Y Serena? —pregunté—. ¿Saldrá en libertad?
—Es poco probable que eso suceda —susurró, confirmando mis pensamientos y las palabras de Chase—. Hay muchos cargos en su contra, incluyendo ahora intento de homicidio. Ambos no volverán a verla en las calles, es seguro.
—¿Y ha dicho algo? —cuestionó Adam, haciendo que los miráramos—. Quiero decir, ¿mencionó por qué intento matarme?
El detective, (¿Harold, quizás?), acarició su mandíbula con un mano, pensando.
—Lo único que dijo fue que los odiaba, a los dos. Y algo acerca de que ustedes eran los culpables de todo lo que le paso a ella y a su padre —admitió con aire distraído. Ni siquiera me atreví a mirar a Adam ante eso porque no que quería lucir nerviosa—. Le pregunté si tenía pruebas al respecto, y solo guardo silencio. Estoy seguro de que dijo aquello en un intento desesperado por salvarse al desviar la atención —me señalo con el bolígrafo—. Es bien sabido que la señorita Kyle declaro en su contra al verla allí en el lugar en que fue secuestrada, y en consecuencia le envió aquellas fotos. Y usted —fue el turno de Adam—, compartió una historia sentimental con ella y por eso hizo esto. No obstante...
—¿Qué? —Adam espetó.
—Ella dijo que vendía las drogas que comerciaba su padre.
Mi hermano se echó a reír como si la cosa en realidad fuera súper divertida, mientras que, por mi parte, contuve el aliento.
—Eso es ridículo, aunque muy típico de Serena —replico con voz llena de irritación que solo yo sabía que era fingida—. Jamás he vendido drogas o algo parecido. Ni siquiera sabía que su padre estaba en ese negocio hasta que todo salió a la luz luego de que Annabelle apareció.
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PARAÍSO |Souls Fractured #3|
Romance|TERCER LIBRO DE LA TRILOGÍA SOULS FRACTURED| 《Tan oscuro es el fondo, que no deja ver nada si no subes hasta el dorso del arco, en que la roca es más saliente.》|Dante Alighieri, La Divina Comedia.