•Festín De Princesa Lucy•

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Normal

-Te amo Natsu, nunca lo dudes por favor, te amo, decía con lágrimas en los ojos.

-No, no Lucy, ya viene tu árbol, estarás bien. Te lo prometo, contestó quitando las lágrimas que salían desesperadas.

-No hay nada que hacer, no se puede detener, dijo con una sonrisa para intentar tranquilizar al pelirosa frente a ella.

-Sí se puede, el árbol te va a curar, ¡te va a salvar, maldición!, sus sollozos desesperados retumbaban por todo el lugar.

-Protege a todos nuestros amigos, cuídalos y no dejes que nada detenga tus sueños. Ama otra vez, dijo cuando ya iba por su estómago. Iba dolorosamente lento.

-No! Lucy no!!, gritó.

-Natsu escuchame, no hagas nada tonto mientras no estoy ¿ok?, dijo con ternura y un brillo en los ojos.

-Voy a hacer miles de tonteras si no estas a mi lado, Lucy, tomó una de sus manos pero ella se soltó enseguida para que no quedara atrapado en lo mismo.

-Prometeme que no lo harás, prometeme que te curarás, en ese momento, ya iba por el cuello, ya había cubrido todos sus brazos.

-T-Te lo prometo, princesa, dijo y ahora no evitaba que las lágrimas se detuvieran.

Todo su cuerpo estaba cubierto y ahora no se podía mover, ni respirar, ni sentir...

-Natsu ya...llegamos, Levy comenzó a llorar al ver que ya era tarde.

El cuerpo de Lucy Heartfilia estaba completamente petrificado en la plaza de la ciudad, todos los que pasaban por ahí podían ver como su cuerpo ahora era piedra.

-No!!!, el grito desgarrador de Natsu se escuchó por todo el lugar -Lucy!!!

¿Cómo ocurrió?

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Horas Antes...

-Te voy a dejar sin caminar princesa Heartfilia.

-Pues yo te voy a dejar sin aliento príncipe Dragneel, contesta con el mismo tono sensual.

Natsu se lanzó encima de ella aprisionando sus labios, un beso fugaz y apasionado surgía entre ambos. Las ropas fueron desaparecieron poco a poco, aumentando el placer en ambos jóvenes. Natsu no dudó en entrar en su amada y embestirla ferozmente, los gemidos de ambos resonaban por toda la habitación y un golpe en la puerta hizo que se detuvieran un momento.

-Quién es?, preguntó Natsu con evidente molestia.

-Soy yo, Gray. Tenemos problemas afuera ¿nos acompañas?, contestó el peliazabache desde el otro lado de la puerta.

-Ve tú con el resto del equipo, yo llego después, contestó y embistió otra vez a Lucy. Ella ahogó el gemido.

-Es importante, así que ven rápido, dijo por último y se fue.

Natsu comenzó a embestir otra vez a Lucy y besaba sus pechos con gozo, subió a su boca y la devoró tal animal muerto de hambre.

Luego de 2 horas embistiendo a Lucy y de venirse 3 veces, se detuvieron. Se ducharon y pusieron ropa limpia, salieron en busca de algo de comer pero había un gran silencio por todo el castillo. Lucy dejó a Natsu en la cocina y partió hacia la sala en busca de una sirviente.

Mi Pequeño Secreto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora