•Día Especial•

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-Crees que esto es verdaderamente necesario?, preguntó la rubia con nervios.
-Después del susto que me hiciste pasar, yo creo que es muuuy necesario, contestó el pelirosa con una enorme sonrisa.
-Me da miedo ¿sabes? No todos los días mueres y revives, dijo la rubia con una mirada melancólica.
-No pienses en eso, por favor. Ahora estas conmigo y no voy a dejar que te vayas de nuevo, dijo el pelirosa uniendo sus frentes.
-Mañana tengo que ir a nadar con Gageel, así que no puedo estar cansada, protestó la rubia en un intento de safarse del pelirosa.
-Te dejaré tan cansada que cancelarás esa cita sin que yo te lo pida, contestó el pelirosa con una sonrisa malévola. La rubia solo rió con suavidad y en un intento fallido de apartar al pelirosa de ella, no tuvo más remedio que rendirse y disfrutar la noche entre ellos dos. Al final de cuentas, era verdad que se lo debía.
-Natsu?, habló la rubia llamando la atención del pelirosa.
-Mmm?, preguntó el pelirosa mientras se despegaba del cuello de la chica.
-Espero no haberte causado muchos problemas, dijo suavemente.
-Tú nunca serás un problema para mí, Luce, contestó dulcemente el pelirosa y aprisionó los labios de la chica.

Sus bocas se movían al compás, una con otra. Natsu mordió levemente el labio de la chica para que ella abriera su boca y así poder introducir su lengua en la boca de esta.

Lucy enredó sus dedos en el cabello del chico, atrayendolo más hacia ella. Natsu abrió suavemente las piernas de la chica y se metió de una sola estocada en ella, haciendo que Lucy diera un gran gemido que fue ahogado en la boca de Natsu. El chico comenzó a moverse lentamente pero entre más avanzaba el tiempo fue aumentando la velocidad.

-Ah~, gimió Lucy en el oído de Natsu, haciendo que este se exitara aún más.
-Luce~, gimió ahora Natsu en la oreja de Lucy.

El cuarto fue inundado por los gemidos de ellos dos y el rechinar de la cama era tan fuerte que en cualquier momento se podría romper. Natsu aumentó aún más la velocidad de las estocadas haciendo que Lucy se exitara aún más.

En movimientos rápidos, Lucy se dio vuelta, ahora ella encima de Natsu. Movió sus caderas rápidamente, apoyandose en el pecho de Natsu, sus pechos subían y bajaban con rapidez y entonces el pelirosa, los agarró y los masajeó. Con fuerza, el chico pelirosa se sentó y comenzó a lamer uno de los pechos de la chica mientras la otra se movía con rapidez.

-Ah~Luce~, gimió Natsu al sentir la suave intimidad de la chica en su interior.
-Na-Natsu~, jadeó Lucy con fuerza.
-Si-Sigue así, dijo con dificultad el pelirosa.
-Ah~, gimió Lucy.

Así pasaron un par de horas más hasta que Natsu se vino dentro de Lucy por segunda vez. Natsu cayó rendido y Lucy salió de él lentamente, la rubia dirigió su mirada disimuladamente hacia la intimidad de su novio, lentamente bajó hasta el miembro de Natsu.

-Oh Natsu, veo que estas sucio, dijo Lucy tomando el miembro de Natsu entre sus manos y con una sonrisa pícara.
-Q-Qué haces, Luce?, preguntó nervioso el pelirosa.
-Te voy a limpiar, dijo y sin previo aviso le dio una lamida al miembro de Natsu haciendo que este soltara un fuerte gemido.
-N-No, dijo jadeante.
-Quieres que pare?, preguntó Lucy dándole otra lamida.
-N-No, dijo con dificultad.

Lucy metió el miembro de Natsu en su boca y lo lamía sin piedad, su cabeza subía y bajaba una y otra vez, proporcionandole placer al chico. Así siguió hasta que el chico se vino nuevamente pero esta vez en su boca. Lucy sin quejas, se tragó todo el semen del chico con una sonrisa. Subió hacia donde estaba él, cansado y se acostó en su pecho con una sonrisa.

-Eres mala, Luce, dijo Natsu acariciando el cabello rubio de Lucy.
-Yo también te amo, Natsu, dijo Lucy y sin saber cuando, se quedó dormida.

Mi Pequeño Secreto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora