Mi Pequeño Secreto

•Perdón•

-Eso no es justo! Si Lucy no fuese una sirena ya habría perdido!

Desde ese día, Lucy a andado muy extraña con todos pero no sé por qué. Ya no usa sus poderes como antes y tampoco deja que nadie la vea en su forma de sirena. Aveces sale y vuelva más tarde de lo normal y hoy es uno de esos días.

Todos estamos en la sala esperando a Lucy, tragimos a Gray a la fuerza para que le pida disculpas a Lucy, pues según Levy todo fue culpa de él. Son las 10:30 p.m y casi siempre Lucy llega a esta hora.

Unas llaves sonaron y gracias a mi olfato pude saber que era Lucy, todos nos pusimos tensos en el momento que ella entró.

-Chicos! ¿Qué hacen aquí tan tarde?, preguntó Lucy sorprendida.
-Nosotros...Gray tiene que decirte algo, contestó rápidamente Erza.
-G-Gray?, repitió Lucy y pude ver como su cuerpo se tensó y se puso nerviosa.
-Oye Lucy, comenzó Gray y se levantó en dirección a Lucy, ella retrocedió un paso cuando él estaba muy cerca -Los  chicos dicen..., Erza lo interrumpió con una tos falsa -Vengo a pedirte disculpas por haber ofendido tu raza, soltó de una y pude ver como la cara de Lucy cambió a una relajada -Aunque yo no tuve la culpa..., murmuró por último haciendo que Lucy frunciera el ceño.

Rápidamente le dio una patada en todo el estómago a Gray y salió de la sala. Todos nos acercamos a él rápidamente pero no para ver como estaba, sino para regañarlo.

-Bien hecho, Gray, la cagaste otra vez, le regañó Erza.
-Ahora nos odia más, le dijo Levy.
-No es mi culpa ¿ok? No me agradan los de su especie!!, gritó Gray de repente.
-Hace unos meses no decías lo mismo!, le reprochó Erza.
-Qué te hizo cambiar de opinión?, le preguntó Jellal tranquilo.
-Cuando Lucy se fue, mi padre me confesó que una sirena mató a mi madre, dijo por lo bajo y con tristeza.
-Qué?, escuchamos la voz de Lucy desde las escaleras.

Todos volteamos a ver, incluso Gray, y vimos como Lucy tenía una expresión de miedo en su rostro.

-Lucy no..., pero fue interrumpido por Lucy ya que esta salió corriendo.

Pov Lucy
Tengo que admitir que lo que me dijo Gray hace poco me causó un efecto muy grande. Mi madre me solía decir que debía estar orgullosa por lo que soy y no debería importarme las opiniones de los demás. Y así lo hice, cuando llegué a tierra firme. Pero no tenía ni dos días de estar aquí y ya odiaba a los humanos.

Todos me miraban con desprecio por las pequeñas branquias que salían de mis mejillas y me señalaban como un bicho raro. Al décimo día de estar aquí, se esparció el rumor de que un ser con branquias andaba recorriendo las calles y que talvez costaría una fortuna por su rareza. Muchos humanos vinieron a capturarme y con lo poco que sabía de magia, huí y me defendí.

-Ven aquí niña, nadie te hará daño, dijo la voz de la persona que me quería comprar.

En ese momento me dí cuenta que los humanos son codiciosos y todo espécimen extraño que apareciera, lo deberían tener en su poder. Me hirieron física y mentalmente, hasta el punto de no querer ser una sirena y tratar de arrancar las horribles branquias que salían de mis mejillas pero no funcionó y sabía que no me podía ahogar porque mi especie no lo permitía.

Tiempo después dejaron de perseguirme pues la rareza que me hacía "especial", había desaparecido, pero ahora quedaba la chica extraña que podía respirar bajo el agua y que la manipulaba a su favor. No sé como se dieron cuenta de eso, si solo usé una vez mis poderes para sobrevivir y tal vez de que podía respirar bajo el agua solo era un rumor. Cuando volvieron a perseguirme me encontré Gageel; yo estaba hecha una salvaje que destruía a todo aquel que tratara de tocarla.

-Hola!, me saludó esa vez con una sonrisa, encambio yo solo le gruñí en respuesta -Qué te pasó?, preguntó con curiosidad al ver mi rostro sucio y mis brazos llenos de arañazos.
-Escapar...Humanos, era lo único que podía decir pues hasta se me había olvidado como hablar después de pasar tiempo abandonada en la calle.
-Vaya...esas bestias no paran de causar destrozos...¿Te gustaría venir conmigo a mi casa?, él era la persona más amable que haya podido conocer desde ese día.

Su madre, Metalicana, me acogió como una hija, cuando llegó el baño y me vio, no se asustó ni llamó a la policía, lo único que dijo fue:

-Así que tú eres esa niña...No te preocupes, aquí estarás a salvo de esas bestias, dijo y me abrazó.

Todo lo que había guardado desde que llegué ahí, estaba saliendo, y esa noche lloré como una bebé en brazos de una desconocida que aún así, me brindó protección. Cuando me secó, volví a la forma humana y eso la sorprendió pero aún así nunca se apartó. Pasaron los 8 años y Gageel se había vuelto un gran hermano, y el rumor de la "niña extraña" ya era historia.

No estoy enojada con Gray porque deseó que yo no fuese sirena, estoy enojada conmigo misma por no haber podido alcanzar las expectativas que mis amigos tienen sobre mí.

Estoy sentada en una pequeña montaña con vista al mar, ya el sol se está ocultando y la vista al atardecer es hermosa.

-Vaya que eres dramática, escuché una voz a mis espaldas.
-Gray!, me voltee sorprendida.
-Me puedo sentar?, preguntó.
-Claro, contesté y no pude apartar mi vista de él, en ningún momento.
-Qué? Tengo algo en la cara?, preguntó al ver que lo miraba con atención y eso solo hizo que yo desvíara la mirada.
-Lo siento, dije.
-Lo siento, dijo él con la vista hacia el mar -Sé que es muy fuerte para tí todo esto de ser sirena y yo solo te ofendí, seguí con mi mirada hacia el frente.
-Tienes razón, pero de todos modos no me debió importar tu comentario. Fue injusto de mi parte jugar eso aún sabiendo que puedo respirar bajo el agua, contesté con un tono de voz suave.
-Y lamento haber dicho que odio a tu especie, dijo pero esta vez viendome.
-Las sirenas de 1883 eran salvajes, y de ahí salieron las historias de que las sirenas usabamos nuestro canto para llamar la atención de los humanos y matarlos, dije viéndolo -Una pequeña parte de esa especie quedó viva, y seguro uno de ellos a debido de matar a tu madre...lo siento mucho, hablaré con mi padre para buscar a todos esos, dije y no sé porque pero lo abracé con fuerza y él después de la sorpresa también me abrazo.
-Eres la sirena más buena que he conocido, Lucy, dijo cuando nos separamos.
-Eres el humano más frío que he conocido, Gray, le contesté y nos quedamos viendo juntos el atardecer.

Hola! Aquí Mirai con nuevo capítulo!
Lamento mucho la tardanza pero espero que este capítulo lleno de sentimiento obtenga su perdón 💚 Sé que es corto pero el siguiente que lo publicaré mañana será más largo 💚 Lamento decir que esta historia pronto llegará a su fin pero tengo otra preparada que saldrá el JUEVES y que espero que le den todo su apoyo.
No olviden comentar que les pareció el capítulo ni dejar sus estrellitas 🌟
Bye! 🌷❤