❍┆Prefacio

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La revoltura en el estómago parecía bastante notable desde las últimas horas en la que había hecho contacto con el autobús que me llevaría a la universidad. Masajee mis manos millones de veces frotando contra estas el sudor expulsado de los poros. Me sentía hiperventilar si serían las palabras adecuadas para involucrar. Arreglé el desliz de mis gafas por el puente de mi nariz y trague la saliva acumulada.

Era mi primer día. El primer día que haría relación con la universidad que tanto trabajo había involucrado en los años de mi corta vida. La universidad de humanidades era una de las más famosa de Seúl y solo los hijos de familias prestigiosas podían tomar acceso a este lugar. Sin embargo, el trabajo también servía como reconocimiento. Haber estudiado fuera de la ciudad prohibía un poco el incremento de más cercanía con el colegio.

Era un chico proveniente del pueblo de Busan, con una posibilidad económica limitada. La aspiración de ser aceptado en la universidad de derecho se convirtieron en un prestigioso sueño de alguien que solo podía anhelar una universidad económica y de poca categoría. Pero las cartas habían jugado a mí favor. Después de involucrarme dentro del estudio, sobresaliendo como el mejor estudiante del campesinado se me fue concedido el asentamiento a la universidad. Y ahí estaba, probando mi suerte para el primer día, no sabía cómo actuar, no había personas que conociera o guiaran. Seúl era bestialmente grande, relleno de desarrollo tecnológico, mientras yo solo portaba con una simple portátil de hace cinco años atrás y un pequeño móvil que mis padres habían podido comprarme para mantener el contacto mínimamente una vez a la semana.

Aquí las personas decían que se sentían fuera de línea, pues yo me sentía completamente fuera de lugar. Todos parecían estar con sus narices metidas en sus propios asuntos, pero sin embargo, la incomodidad aún picaba sobre mi espalda.

El autobús se detuvo con un brusco movimiento y yo me tambalee sintiendo mis espejuelos de gruesa pasta saltar hacia la punta de mi nariz. Los ajusté nuevamente y miré a las personas a mí alrededor. El megáfono anunció la parada de los estudiantes universitarios y me enderecé sobre mis talones para salir tras unos cuantos chicos. Y mi boca se abrió instantáneamente, sintiendo el aire penetrar por mi garganta y resecarla. La construcción ejercía fuerza frente a mí, parecía prácticamente una fortaleza, su tamaño daba miedo y fascinación al momento en que te fijabas en ella; con una gran escalinata enfrente y unas columnas gruesas que sostenían parte de la arquitectura construida. No podía esperarme más de la famosa universidad de Seúl, Seul Daehakgyo, más conocida como Seouldae.

Con pasos temblorosos en mis piernas arrastré mis zapatos converse hacia el interior del portón, cruzándolo y concibiendo ese aire de superioridad estudiantil. Estaba sintiéndome en el lugar de mis sueños, era como siempre lo había visto en las populares y clichés películas americanas de adolescentes, donde entraban a las escuelas populares y prestigiosas y había una cierta distinción de personas, una categoría entre cada clase, aunque este lugar era ciertamente para público abierto. Y pensando en eso, me sonrojé. Yo sería el nerd ¿no?

Comencé a subir las numerosas escaleras a paso medio, de vez en cuando saltando escalones de dos en dos. Si pisar luego del portón era algo infartico, subir la escalinata y adentrarte en el educacional lugar era una bestialidad. Solo de mirar me sentía fuera de territorio. Las personas y el lugar me comían. Las paredes, las columnas, los murales, las personas, todo era demasiado para mí. Sentí mis piernas temblar y volvía hiperventilar, tragando esta vez bastante duro.

Me adentré, pisando con miedo y arrastrando los pasos. Mis ojos bailando por todo el lugar, queriendo capturar cada detalle de lo que no pudiese ser visto; intercambiar miradas era mucho más cómodo que hablar. Aventurándome por los pasillos y salones busqué en el mapa la dirección de la universidad y ver que solo estaba parado en un cuarto de la totalidad de la edificación me dio parálisis. Esto era como la escuela de Hogwarts y estaba seguro que no sería cómodo en lo mínimo perderse.

𝐌𝐨𝐭𝐢𝐟𝐬. • [𝐓𝐚𝐞𝐊𝐨𝐨𝐤]. 𝐅𝐢𝐧𝐚𝐥𝐢𝐳𝐚𝐝𝐚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora