—Bien, ya sabes el procedimiento a seguir —La envoltura de plástico fue puesta sobre el tatuaje que YoonGi había terminado hace segundos. El borde de lo que consistía el croquis estaba resaltado en negro sobre la piel de TaeHyung.
En todo el transcurso en el que el rubio estuvo sintiendo la perforación de las agujas sobre su músculo no había dado señas de dolor. Hablaba de vez en cuando con YoonGi y me sonreía, tomando mi mano para entrelazarla con la suya. Sus manos parecían coincidir perfectamente con la mía, como si estuviesen hecha la una para la otra.
TaeHyung era realmente un amor cuando se lo proponía. No sé porque las personas lo evitan en el colegio, o le dan malas miradas. Él era buena persona.
Se levantó de la silla posibilitándose a sí mismo estirarse un poco después de la hora en la que estuvo sometido a permanecer en una misma posición. YoonGi se deshizo de los guantes y los botó en el cesto a su lado alegando que iba a preparar algo para calmarle los nervios a TaeHyung —cosa que no entendí—.
—¿Te duele? —pregunté. TaeHyung estaba estirando su cuello.
—Solo da ardor. Ya te dije bebé, estoy acostumbrado. Pero dolió un poquito con respecto a las otras veces —Sus manos volvieron a capturar las mías entrelazando nuestros dedos.
—Pero si estás acostumbrado... —mi voz no sonó lo exactamente entendible.
—Solo porque estás aquí me pongo un poco nervioso —Mordió su belfo con ternura y mis nervios fueron los que comenzaron a hacer la danza de la alegría. Una sonrisa tímida tiró de mis labios.
—¿Yo? Soy inofensivo Tae.
—¡Dios! —Echó la cabeza hacia atrás con una risa—. N o sabía si eran exactamente tus gafas pero sentí tus ojos tan puestos en mí que me sentía acomplejado de mi cuerpo.
¿Así qué lo había notado cuando lo examinaba con la mirada? Había estudiado a TaeHyung de arriba hacia abajo aprovechando que estaba prácticamente inmóvil, pero de igual manera, pensé que había pasado desapercibido.
Mis mejillas se incendiaron y tapé mi cara con las palmas de mis manos tratando de cubrir mi vergüenza. Sentí las carcajadas de Tae y luego sus fuertes brazos abrazarme, teniendo contacto directo con su caliente y ejercido cuerpo. Mis brazos gozaron de la sensibilidad de la piel ajena, su olor masculino, mezclado con colonia y cigarrillos. Y volvía repetirlo, aunque ya lo sabía.
—Puedo deducir entonces que si eran tus ojos los que no despegaban la mirada. —Su voz la sentí a través de sus pectorales y suspiré no queriendo sacar mi cabeza de ese agradable pecho.
—¡Tae no me pongas más en vergüenza por favor! —dije enterrando más la cara si fuera posible. Las carcajadas se oyeron amortiguadas, pero después de todo seguían ahí. Dejó un beso sobre mi cabeza antes de arrastrarnos juntos al primer salón.
YoonGi había dejado un vaso limpio en vodka en la mesa y Tae le lanzó un beso de forma ocasional y divertida a YoonGi en la barra, quien rodó los ojos. El vaso fue empinado sobre sus labios y tragó la bebida como si fuera agua. Duró unos segundos en recomponerse cuando me mira mientras tomaba su polera.
—¿Nos vamos bebé? No quiere tomarte más tiempo.
Realmente no es que tuviese mucho que hacer hoy. Pero aprovecharía para dormir un poco más.
TaeHyung terminó de vestirse con cuidado y dejó su chaqueta nuevamente sobre sus hombros. YoonGi le dijo un par de cosas antes de marcharnos y el chico peli verde no se había ni inmutado en despedirse de mí o algo.
—¿Te dejó en tu casa o en algún lugar en específico? —pregunta Tae poniéndose el casco. Sentí el "crack" del cierre del casco cuando preguntó.
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𝐌𝐨𝐭𝐢𝐟𝐬. • [𝐓𝐚𝐞𝐊𝐨𝐨𝐤]. 𝐅𝐢𝐧𝐚𝐥𝐢𝐳𝐚𝐝𝐚
Fanfiction"Causas y motivos para ti bebé. Causas: tú y motivos... tú también". Tras la vida ordinaria en Busan, con el objetivo de ser uno de los mejores estudiantes para optar por la universidad de Seúl, JungKook logra su sueño y se traslada a vivir a la ca...