—¿YoonJu? ¿Qué haces aquí?
Verdaderamente tenía ganas de restregarme los ojos esperando que fuera una ilusión. ¿O tal vez no? ¡Era mi hermana! Viva en propia carne y hueso.
—¿JungKook? ¿Eres tú? —su voz portaba la duda. Asentí introduciendo la llave en la abertura de la puerta.
Dejé pesar a mi hermana mientras sujetaba la perilla de la puerta. La expresión de su rostro aún examinándome de arriba a abajo. Cerré la puerta mis espaldas y fui a la mesa a dejar mi mochila. Me ajusté mejor las gafas antes de apoyarme sobre la mesa y mirar mejor a YoonJu.
Habían sido casi ocho meses o más sin vernos. Había estirado, tenía un hermoso cabello negro que siempre peinaba y trataba con cuidado. Había crecido un poco más y había hecho más curvas, una chica que desprendía personalidad y seriedad. Mi hermana era realmente una chica linda y ahora lo era mucho más. La había extrañado.
—¿No me darás un abrazo de pandita? —pregunté, levantando mi ceja mientras mis labios aguantaban una pequeña sonrisa de añoranza clavada como puñal en el corazón.
YoonJu siguió siendo desconfiada incluso al seguir escrutándome con la mirada hasta que se acercó y me rodeo el torso. La apreté un poco más entre mis brazos y sonreí sintiendo la añoranza carcomerme por dentro. Mi rostro se restregó contra sus hebras negras y ese rico olor se integró en mis pulmones. Dejé un beso en su coronilla mientras disfrutaba de ese champó de fruta que mamá siempre le compra.
—Te extrañé pequeña —susurré, acariciando su cabello sedoso. Realmente teníamos mucho parecido.
No importaba cuantos años tuviéramos de diferencia, los vecinos y parientes siempre decían que YoonJu y yo parecíamos gemelos. Y no se equivocaban ahora. Luego de pasar este tiempo me di cuenta que mi pequeña hermana había endurecido y formado mejor su físico, siendo no tácticamente una gemela mía en mujer. Nos salvaba ahora los sexos, sino, también pudiese ser considerado como una. El cambio de ahora sin embargo rompía un poco más el lazo de apariencia.
YoonJu era una chica fuerte desde que nació. Jamás se dejó poner por debajo de nadie ni por encima de este tampoco. Mantuvo una actitud serena y sociable, que al contrario de mí que jamás alcanzó a intercambiar cinco palabras con nadie, me escondía tras los libros o en la biblioteca. Junnie me abría los ojos a la poca realidad con la que comenzaba a interesarme y me hacía asociarme a ella de alguna manera.
—Yo también Kookie. Mucho. —Un suspiro pesado y aliviado salió de sus labios—. Pero... —Se alejó un poco de mí, sin dejar de rodear con sus brazos mi torso. Su mirada desfiló por mi figura nuevamente, de pies a cabeza y mojó sus labios para comenzar a hablar—. ¿Qué pasó con mi hermano? Estás... completamente diferente —susurró.
Sonreí un poco. Sí, yo estaba diferente, mi personalidad, mi físico, todo estaba comenzando a ser diferente. El JungKook que había venido de Busan ahora tenía un aura mucho más de Seúl. No me había perdido, claro que no, solo comencé a desarrollar gustos más osados.
Luego de venirme a Seúl se puede decir que mamá, papá y YoonJu no habían tenido conexión conmigo y viceversa. Habíamos hablado pocas veces. El costo para llamar a otra ciudad no era muy elevado, sin embargo, yo no requería de mucho tiempo y memoria. Y luego de la llegada de TaeHyung y mi mente dispuesta a ocupar parte de su trabajo en recordarle, no estaban lo suficientemente sincronizados como para recordarme sobre los deberes familiares.
Y eso estaba mal. Lo sabía.
—Tienes... el pelo largo —Acarició mi cabello negro agarrado en una liga.
Con el paso de los meses mi cabello había crecido lo suficiente y no lo había cortado, sea cual sea el motivo, sentía que no me quedaba mal. Tenía un cerquillo que abarcaba casi mi frente hasta la mitad de mi cara, sin irrumpir en mi vista y toda la zona a los lados un poco recortados por las mismas tijeras que se me antojaban coger.
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𝐌𝐨𝐭𝐢𝐟𝐬. • [𝐓𝐚𝐞𝐊𝐨𝐨𝐤]. 𝐅𝐢𝐧𝐚𝐥𝐢𝐳𝐚𝐝𝐚
Fanfiction"Causas y motivos para ti bebé. Causas: tú y motivos... tú también". Tras la vida ordinaria en Busan, con el objetivo de ser uno de los mejores estudiantes para optar por la universidad de Seúl, JungKook logra su sueño y se traslada a vivir a la ca...