❍┆Causis 16

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El trance mental por el que mi mente transitaba no lograba dejarlo fresco en orientación y sentido. Las ganas de lanzarme a los brazos de TaeHyung, abrazarlo y besarlo, amarlo tanto como lo hacía era una tentación tan fuerte que ni hasta mis tendones podrían resistir. Sin embargo, mi conciencia aparte renegaba cualquier tipo de afecto que mi cuerpo pensaba en obsequiar.

Tras TaeHyung declararme la proposición de continuar junto a él, sentía como todo se volvía nuevamente de un intenso rosa fucsia, demasiado amoroso y tentador, pero no más que la verdadera situación presente. Había descubierto a plena vista el tráfico intenso de drogas que TaeHyung desarrollaba por todo el mundo. Cada línea roja interceptada en cada país, cada región y cada ciudad; las personas rodeándoles, el ambiente mezquino y reseco, crudo, un hedor energúmeno.

Entonces es cuando toda la coherencia existente volvía a apoderarse. Traté de resistirme a cualquier contacto físico, unos segundos luego de que Tae afirmara lo especial que era para él. Sin embargo, el nudo formado en mi cabeza no me permitía pensar con claridad.

TaeHyung se había ofrecido a llevarme a casa, por más que me negara había dicho que podría ser peligroso que regresase solo desde aquella zona. Mas no estaba con ganas de discutir así que fácilmente cedí.

La motocicleta de TaeHyung nos obligaba a pegarnos. Y por más que se sintiese lo más incómodo y reseco ese momento, no pude evitar rodear mis brazos por su abdomen apoyar mi cabeza cerca de su amplia espalda, sintiendo aún el olor a su casa, la lavanda con tinta, cerveza y cigarros -aunque jamás le vi consumir alguno-.

La motocicleta parqueó en la acera frente al establecimiento. Accedía bajar rápido de la moto como si esta quemara y con habilidad me deshice del seguro del casco, extendiéndoselo a TaeHyung lo antes posible. Rezaba porque mis manos no temblaran ante mis acciones o cualquier cosa me delatara además de mi torpe manera de desenvolverme.

Pensando en despedirme, prácticamente sin un adiós me giré sobre mis talones para marcharme, sintiendo como mi mano era tomada en el intento de detenerme, esas calludas manos rodeándome la muñeca, cosa que consiguió TaeHyung para hacerme verle.

—JungKookie —Los labios de TaeHyung moldearon sensibles mi nombre, haciendo que convulsionara de manera nerviosa mientras solo miraba al suelo. Los dedos apretando aún más mi muñeca, jalando de esta hasta que me logró voltear completamente frente a él.

No fueron intensiones las que mi cuerpo emitió para apartarse, sin embargo, sentí como desde lo profundo de mi pecho un nervio se disipaba y abarcaba todo mi cuerpo, haciéndome temblar. Mi mirada aún concentrada en el suelo, fijándome en el asfalto oscurecido. Hasta que sentí sus calludos dedos acariciar mi mano.

Mi mirada se desvió del suelo a sus ojos, que por primera vez en el día quería mirar con detenimiento. Su mirada esmeralda ahora era más oscura, pero con una pisca de resentimiento. Sentí como una especie de nudo formado en mi garganta no me dejaba hablar, ni siquiera pronunciar una palabra, porque simplemente todo esto me resultaba confuso.

—Pensé haber escuchado que no me juzgarías —dijo TaeHyung por lo bajo.

¿Pero cómo podría? Después de haberte enterado que tu novio era un traficante no iba ser algo que superaras de un día a otro.

—Solo me... me estoy tratando de acostumbrar a esto Tae. No es... normal que de un momento a otro tu novio sea un maleante.

La mirada de TaeHyung se endureció, y el agarre que mantenía en mi mano se deshizo completamente. Vi como caminaba pasos hacia atrás, como si lo que dije le hubiese lastimado. Dio una ladina sonrisa mientras miraba al suelo y tomó un respiro antes de verme.

𝐌𝐨𝐭𝐢𝐟𝐬. • [𝐓𝐚𝐞𝐊𝐨𝐨𝐤]. 𝐅𝐢𝐧𝐚𝐥𝐢𝐳𝐚𝐝𝐚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora