Ganarme su mirada no era exactamente lo que buscaba pero después de todo francamente mirar a sus ojos verdes era una seguridad. Trague saliva como si fuera amarga y mordí la carne de mis mejillas formulando las palabras correctas para que mi lengua no fallara en el intento.
—¿Qué quieres decirme? —Su mirada pareció intensificarse y tuve una corazonada. Era ahora o nunca.
—Y-yo... quiero —tartamudeé bajando la mirada—, q-quiero... —Sus dedos se ubicaron en mi barbilla y la levantaron para volver a encontrar mi mirada—, me gustas Tae y quiero estar contigo...
Los ojos de Tae brillaron bajo su cerquillo de risos de oro y la hermosa sonrisa rectangular se estiró sobre sus labios, dejándome ver ese extraño piercing en su frenillo. Juraría haber desplazado el cielo azul de la noche a los ojos de Tae, apartando que eran verdes, tenían demasiado resplandor en la mirada.
Mis mejillas se ruborizaron y quería poder convertirme en un avestruz para meter la cabeza dentro de un agujero en el suelo.
—¿Kook lo dices en serio? —Parecía una pregunta estúpida y lo entendía. Tal vez llevaba esperando demasiado tiempo.
Asentí incómodo con la cabeza y no pude evitar asustarme cuando su cuerpo cayó en la hierba a sus espaldas, sus pies patalearon intranquilos mientras chillaba de emoción. Las personas a nuestro alrededor nos observaban de reojo y no pude evitar acongojarme.
—Tae ¡dios! Levántate esto es vergonzoso.
Se recompuso rápidamente y trato de ocultar su gran sonrisa bajo su antebrazo.
—No puedo evitarlo JungKook. —Mi nombre sonó dulce en sus labios—. Estoy emocionado. Jamás en la vida había estado tan emocionado ¡Joder!
—Tae no es para tanto —Traté de evitar que me avergonzará más.
—¿Qué no lo es? Hasta el otro día pensaba que tendría que aguantarme las ganas contigo porque no me correspondías y no quería que te sintiese incómodo —dijo incrédulo de sus propias palabras. Se inclinó hacia adelante para poder apoyarse sobre sus rodillas y tomó mi rostro con delicadeza, mirándome con ternura—. Soy malditamente el chico más feliz. Al fin te encontré Kook, ere mi deseo más grande. Prometo hacerte el chico más feliz del mundo. Prometo hacer que todo esto te guste y no te arrepientas. Quiero que también estés loco por mí y que desees todo lo que me incluya dentro y fuera —Sus ojos parecían penetrar las palabras por los míos. Cada y una quedó bien tallada en mi memoria.
¡Mierda! TaeHyung parecía dar un mañana prometedor y eso me tranquilizaba.
Sonrió nuevamente esta vez sin separar los labios y dejó un beso en mi frente. El cálido contacto de sus labios pareció perforarme la frente y mi corazón latió desbocado. La garganta se me secó y no sabía ni que decir. Moriría en el intento de satisfacerlo con alguna palabra.
Mis pasos parecían completamente animados a lo que pretendían estar en la mañana. Me había acostado tarde después de todo y estaban surgiendo demasiadas emociones para un solo día, por tanto pensaba que mi ánimo iba a estar por el piso después de tantas sacudidas. Sin embargo me sentía eufórico.
Mi autoestima bailaba alegre por todo mi cuerpo, como si se trasmitiera por las venas de mi sangre y se mezclara con cada parte de mi cuerpo. La sonrisa parecía querer tirar de mis labios con intensidad, aunque me lo estuviera negando por el bien de mi imagen pública mientras caminaba por la calle.
Llegué a la cafetería y saludé a los trabajadores corriendo a los vestidores como siempre hacia para cambiarme de ropa. Me adelanté con la entrada de unos clientes y corrí a atenderlos tomando su orden y dejando la nota en la cocina para hacerme cargo de la mesa cuatro. El día en la cafetería parecía bastante movido y me permití gastar mi alegría con los clientes que requerían de una buena atención y sonrisa.
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𝐌𝐨𝐭𝐢𝐟𝐬. • [𝐓𝐚𝐞𝐊𝐨𝐨𝐤]. 𝐅𝐢𝐧𝐚𝐥𝐢𝐳𝐚𝐝𝐚
Fanfiction"Causas y motivos para ti bebé. Causas: tú y motivos... tú también". Tras la vida ordinaria en Busan, con el objetivo de ser uno de los mejores estudiantes para optar por la universidad de Seúl, JungKook logra su sueño y se traslada a vivir a la ca...