❍┆Causis 22

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Si bien TaeHyung y yo discutimos cuando llegamos a su casa, nada que no se pudiera arreglar con sexo, tuve que centrarme en la misión que me había propuesto cumplir para esta noche. Esta sería mi primera vez vendiendo droga en un lugar y no algo privado, sino público. Debía engatusar a las personas para que accedieran a comprar el producto y como no, llevarlas a querer mucho más.

Tal vez un tiempo antes, aún cuando no había pasado un tiempo viviendo en Seúl no me hubiese arriesgado a infiltrarme en un lugar, relacionarme con personas y venderles porquería. El JungKook que había venido de Busan era demasiado tímido y reservado, sin personalidad y poca opinión propia. Sin embargo ahora, al lado de TaeHyung me creía que todo lo que alguna vez pudo estar por encima de mí, yo podía alcanzarlo.

Luego de darme un baño y buscar entré mi ropa algo que sirviera para estar cómodo en el lugar y a la vez moverme con facilidad y sin llamar la atención, acudí a solo vestirme de negro, cargando sobre mis hombros una chaqueta de cuero para la ventisca de la noche.

TaeHyung apareció en el umbral de la habitación, apoyándose en el marco de la puerta vistiendo con solo pantaloncillos deportivos, luciendo su abdomen marcado y lleno de tinta. Le miré mientras me calzada las medias y volvía a hacerme una cola en el cabello.

—¿Qué sucede ahora que me miras así? —le pregunté en un suspiro, dejándome caer hacia atrás apoyado en mis codos. TaeHyung hizo una pequeña mueca con los labios antes de caminar hacia mí y subirse en mi regaño, dejando sus piernas a cada lado de mi cadera.

Hizo puño los cabellos de mi nuca y besó mis labios arrastrando su pesado piercing de la lengua por mi boca haciéndome suspirar.

—Solo superviso que mi bebé esta que me lo como vivo —Sonrió un poco, regalándome esa preciosa vista que me encantaba de él.

Le devolví el gesto, tomando su cuello para acercarlo a mí boca y morder un poco la zona baja cerca de sus clavículas y maltratar su piel hasta que quedara un oscuro y rojo chupón. TaeHyung siseo, hundiendo más mi cabeza en ese lugar mientras levantaba la cabeza para darme más acceso.

Lamí como último su piel, besando el enrojecimiento de esa zona que le quedaba como anillo al dedo y volví a devorar su boca con la mía en un sucio y brusco beso.

—Todo tuyo dulzura —murmuré, agarrando ahora su cadera para acercarlo a mí. Mi chico rubio rio, vibrando su cuerpo cuando se restregaba contra el mío.

—JungKook bebé, tienes que salir ya no más revuelques por hoy. —Gruñí en el lugar que besaba con frustración. Levanté la cabeza, sintiendo los largos dedos acariciar mi nuca para dedicarle una inocente mirada de súplica. Volvió a reír—. No me mires así, tienes que ir a trabajar ¿no?

—Solo una vez antes de irme. ¿Me harás ir a esa fiesta frustrado?

TaeHyung negó divertido, como si tomaste de broma mis palabras. Chasqueé la lengua arreglándome las gafas que se habían movido de lugar y saqué las manos de su cuerpo algo enojado.

—¿Estás bravo conmigo bebé?

—¿No hay suficiente justificación?

Tae suspiró cuando me resigne a devolverle el beso que quiso girándole la cara. Se separó de mí, saliendo de encima y arrodillándose entre mis piernas. Lo miré, aún con el ceño fruncido como muestra de enojo. Sus largos dedos desabrocharon con agilidad el cinturón y los botones de mi pantalón. Me miró a los ojos, buscando la señal de que levantase mi cadera para que pudiera deslizarlo. Y así lo hice, y así obtuve la felación de mi vida. Una deliciosa cena para poder prepararme para el trabajo. Impulsé mi cadera contra su boca sintiendo como me venía; en ese momento unos pinchazos desgarradores y molestos sintiéndose en mi cadera mientras hundía más mi miembro en la boca de TaeHyung con un jadeo de éxtasis.

𝐌𝐨𝐭𝐢𝐟𝐬. • [𝐓𝐚𝐞𝐊𝐨𝐨𝐤]. 𝐅𝐢𝐧𝐚𝐥𝐢𝐳𝐚𝐝𝐚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora