❍┆Causis 15

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JungKook se sentía fuera de liga con todo. ¿TaeHyung demostrarle quién era? ¿Acaso había algo más que JungKook no conocía de TaeHyung?

Tragó con duda.

¿Qué era? ¿Acaso era un chico pobre? ¿Su familia, su casa? ¿Qué era? Verdaderamente a JungKook no le importaba absolutamente nada de ello, él había encontrado satisfacción plena junto a TaeHyung y no pensaba darle el placer de seguir recriminándole las potestades negativas de su persona.

TaeHyung entró a un edificio lo suficientemente alto como para ser el más distinguido de la comunidad donde se encontraban. Subió las escaleras a la derecha y JungKook ni siquiera tuvo tiempo de seguir observando cuidadosamente.

TaeHyung sacó sus llaves y abrió una puerta de madera oscura casi negra, con un perfecto barniz. Empujó la misma luego de rodar las llaves.

-Bienvenido a mi casa -dijo con una pequeña sonrisa, dándole paso adentro.

JungKook sintió la curiosidad comenzar a carcomerle las entrañas. Ciertamente JungKook había pensado varias veces en que tendría el placer de conocer el cubículo recreativo de TaeHyung, como el mismo lo había hecho en su propia casa.

La invitación apareció lo más sorpresiva a lo que imaginaba. La exquisitez de la casa donde se encontraba no había subestimado demasiado a los pensamientos de JungKook. Esperándose cualquier cosa de TaeHyung, el chico vivía cómodamente, hasta parecía haber decidido bien todo lo que portaba su territorio.

El chico entró detrás de él y dejó las llaves sobre una mesa frente al sofá, sintiendo el crujiente sonido de estas contra el cristal.
JungKook metió las manos en sus bolsillos como si tuviera miedo de tocar o pensar que el contrario le acusaría de robar algo.

-¿JungKook, estás bien? -El rostro del rubio estaba atónito, a la vez que tenía una curva en su ceja perforada. JungKook se extrañó por la pregunta y ladeó la cabeza cediéndole la palabra a su novio-. Me siento hablando solo, parece que no me haces caso.

-Oh... solo me andaba pensando en sí... -Su mente estalló en blanco mientras pensaba en que decir- Si YoonJu habría llegado ya.

TaeHyung levantó su mano izquierda mirando el reloj y negó.

-Aún no, un viaje a Busan es de casi tres horas JungKook.

-Sí sí, soy yo que me pongo ansioso -Sonrió el aludido sin separar los labios-. ¿Qué me decías?

Tae se encogió de hombros.

-Puedes ponerte cómodo, tengo que esperar a unos amigos para resolver algunos asuntos. Tu casa, puedes hacer lo que gustes.

JungKook asintió con la mirada perdida.

-¿Por qué esto de conocer tu casa hoy? -preguntó JungKook relajándose un poco más. La casa de TaeHyung tenía un olor a lavanda y tinta, lo último no sabía porque pero ese olor le parecía muy similar al del taller de tatuajes de YoonGi.

La especial mirada de TaeHyung no pasó desapercibida ante su mirada.

-Te dije que quiero que me conozcas -susurró mientras se iba acercando sigilosamente, con el sonido de sus zapatos crujir en el pulido suelo de madera caoba-. JungKook me prometí enseñarte a cambiar, que es lo que tanto quieres -JungKook sintió sus vellos erizarse ante la voz ronca de su novio y la última afirmación.

No estaba siendo una simple mentira, TaeHyung estaba haciendo que JungKook comenzara a dar pasos por sí mismo como si volviese a renacer, a buscar sus propios medios, su cultura, sus gustos, un propio yo. Y este se dio cuenta luego de un tiempo que el JungKook que hacía unos meses había venido con el propósito de graduarse en la universidad estaba aún manteniendo una propósito deseoso en contradicción con su propia persona.

𝐌𝐨𝐭𝐢𝐟𝐬. • [𝐓𝐚𝐞𝐊𝐨𝐨𝐤]. 𝐅𝐢𝐧𝐚𝐥𝐢𝐳𝐚𝐝𝐚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora