Mi belfo estaba siendo prácticamente masticado por mis dientes mientras me balanceaba de un lado a otro por la corriente fría de aire que circulaba. Era el supuestamente esperado sábado en el que saldría con TaeHyung. El chico después de habernos encontrado en la cafetería y posteriormente me había insistido en que estaba muy loco porque llegara este día.
No lo negaría del todo, pero también estaba lo sufrientemente curioso por conocer más de él.
La ventisca volvió a soplar en dirección al oeste y juré sentir mis huesos calar bajo mi grueso abrigo. Saqué mis manos de los bolsillos y las coloqué frente a mi boca jadeando para calentarlas con el aliento. Los resonantes pasos se escucharon a mis espaldas y me giré, encontrándome a TaeHyung corriendo en mi dirección con la mano en los bolsillos y sus dientes castañeando.
—Lo siento por retrasarme JungKookie —dijo, parándose frente a mí con unas mejillas sonrojadas. Negué rápidamente.
—Casi acabo de llegar —dije por mi bufanda y Tae sonrió, pudiendo ver sus labios resecos un poco más agrietados.
—¿Te parece si vamos a una cafetería? Un buen café nos calentaría un poquito. ¡Yo pago! —Insistió.
—Bueno, solo acepto porque me muero de frío pero no estoy de acuerdo con que pagues tú —dije, su mirada rosó divertido y comenzamos a caminar junto en una plática entretenida, mucho más relajada que las veces anteriores en las que nos habíamos visto.
TaeHyung era muy activo y hablador cuando tomaba confianza. Hablaba lo necesario, claro, pero también tenía una manera muy natural de hacerme reír con cualquier diminuta insinuación.
Llegamos a una pequeña cafetería. Abrió la puerta para mí y miramos el interior dejándonos llevar por la calentura y el olor amargo del café negro. Tomamos la mesa cerca de la calefacción. Froté mis manos juntas dándole paso al calor y vi como TaeHyung tomaba la carta leyendo el menú de cafés.
—¿Te parece bien café? Pediré un negro.
—Pídeme a mí también —Asintió antes de levantar la mano para acercar a la dependienta y darle su pedido.
La chica miró el rostro de TaeHyung mientras miraba su carta y sus mejillas se vieron sonrojadas cuando él la miró de momento implantando sus ojos verdes. La chica movió su cabello hacia atrás y rompió un pedazo de papel entregándoselo a Tae antes de retirarse.
La mirada estupefacta de su cara al mirar el pequeño papelito doblado sobre la mesa, y como lo tomó, lo arrugó y lanzó a la maceta de flores a mi lado me dejó casi estupefacto.
—¿Por qué lo hiciste? —pregunté cuando dejó caer su mejilla en su palma mirándome.
—No me interesaba su propuesta.
—Pero igual. Es una chica, a cualquiera le dolería que un chico guapo la hiciera de lado sin decencia —Tae arrugó el ceño y sus labios se abultaron.
—No lo hice por mal JungKookie. Sólo... estoy interesado en otra persona. —Su dedo anular bailó sobre la mesa haciendo gestos sin coordinación, hasta que se detuvo y me observó con los labios levemente abiertos—. ¿Has dicho que soy guapo? —preguntó. Mis ojos se abrieron y mis mejillas parecían pellizcar el calor.
—T-tú eres lindo Tae —Sus ojos se agrandaron, pero cariño brotó por sus pupilas. Sus mejillas se contagiaron de mi color y mordió su belfo levemente.
—Nadie jamás me ha dicho que soy lindo.
—¿N-nunca?
—No soy un prototipo de hombre deseado usualmente Kook. Puedo ser alto, pero mis ojos verdes no llaman mucho la atención, tampoco mis perforaciones y tatuajes. Si fueras tú no te fijarías en mí. Aún sigo agradecido contigo por darme una oportunidad de comunicarme y poder establecer una conversación normal contigo —comentó cada vez bajando el tono de voz.
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𝐌𝐨𝐭𝐢𝐟𝐬. • [𝐓𝐚𝐞𝐊𝐨𝐨𝐤]. 𝐅𝐢𝐧𝐚𝐥𝐢𝐳𝐚𝐝𝐚
Fanfiction"Causas y motivos para ti bebé. Causas: tú y motivos... tú también". Tras la vida ordinaria en Busan, con el objetivo de ser uno de los mejores estudiantes para optar por la universidad de Seúl, JungKook logra su sueño y se traslada a vivir a la ca...