Sentía mi cuerpo hiperventilar mientras estaba recostado sobre la silla inclinada. Presioné los ojos cuando volví a sentir como las agujas se incrustaban a una rápida velocidad sobre mi piel perforándola. Aguanté la respiración conteniendo el impulso de gritar. Era más que sentir las agujas sobre la piel, el ardor era implacable e intenso.
Miré a TaeHyung, sus cabellos rizados estaban ahora hacia atrás, sujetos por una cinta gorda negra para evitar que no interfirieran en su vista; y el cubrebocas que YoonGi llevaba cuando tatuaba colgaba de sus orejas. Su frente expuesta me dejó ver la piel perlada de sudor, gotas que le corrían y permanecían se veían gordas. Tenía un impulso grande por limpiarle el sudor con mi mano pero a la vez mis manos pesaban entumecidas.
Al principio estaba lo suficientemente nervioso como para negarme completamente a hacerme el tatuaje. TaeHyung había permanecido serio mientras se preparaba y escuchaba las indicaciones de YoonGi. Me había sentado sobre aquella silla y estaba rígido esperando que se acercaran con las indicaciones.
YoonGi había dicho que al principio dolería un poco, pero que luego me acostumbraría. Me deshice de mi polo dejando mi torso desnudo. Los ojos de TaeHyung viajaron por cada parte de el sonrojándome y haciendo erizar la piel con un sentimiento extraño, remordimientos y quemazón. Mi piel era lo suficientemente lechosa que hasta me daba la impresión de que era vergonzosa mi falta de color.
Tae había esterilizado mi piel y pegó el boceto. Justo después de haber probado el sonido desatador de las agujas me observó y murmuró luego de todo ese tiempo en que no me había dirigido la palabra:
—Seré lo suficientemente cuidadoso Kookie, no he empezado y quiero terminar ya. —Su mano acunó mi mejilla y movió delicadamente los dedos sobre la zona acariciándola. Cerré los ojos por el tacto cariñoso y apoyé un poco más mi cabeza sobre el—. Tranquilo cariño, haré que no te arrepientas de esto —Fueron las últimas palabras antes de sentir sus labios posados sobre mi labios superiores, justo en la zona entre estos y la nariz. Un escalofrío interior me sacudió y jadeé un poco antes de abrir los ojos y encontrarme sus hermosos vidríales.
Dejé de sentir la incrustación de agujas en mi piel de momento. Mis ojos estaban fuertemente presionados y solo sentí sudor correr por mi abdomen. Abrí los ojos con cuidado casi adormecido de la sensación, como si me hubiesen puesto anestesia. Vi que ya no estaba sufriendo de impactos filosos, la máquina no estaba a mi vista y tampoco los demás utensilios. Solo Tae con una incómoda expresión de resentimiento en su rostro. Sus cejas contraídas como mismo se encontraban las mías y con la frente igual de sudada, la gota gorda rodando por un lado.
Sus ojos me miraban como si quisiese encontrar algún signo de preocupación en mí, algo que no sabía si yo mismo podría decir después de tanto tiempo siendo agujereado, ni siquiera quería mirar el acabado.
—¿Y-ya acabó? —dije casi en un murmuro enredado. Como si no pudiera ni siquiera desenredar mi lengua y hablar correctamente.
—Sí, he terminado...
Tomé aire llenando mis pulmones que se sentían arder con la consecutiva retención de aire y mojé mis labios resecos. Me relaje sobre el asiento, apreciando mi torso brilloso de sudor, con algunas gotas más notables en el cuello. El bordillo de mi ropa interior sobresaliendo de mis pantalones Puma deportivos y los tenis Converses negros algo sucios.
Mi cabello estaba un poco húmedo y deduje que debía de lavarlo hoy.
—¿Kook? —la voz de TaeHyung me sacó de la ensoñación. Le miré arreglando mis gafas sobre mi nariz también cubierta de grasa.
—¿Sí?
—¿Estás bien? —preguntó. Trague saliva asintiendo con la cabeza. Sentía mi cuerpo lo bastante entumecido—. ¿Quieres ver el tatuaje?
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𝐌𝐨𝐭𝐢𝐟𝐬. • [𝐓𝐚𝐞𝐊𝐨𝐨𝐤]. 𝐅𝐢𝐧𝐚𝐥𝐢𝐳𝐚𝐝𝐚
Fanfiction"Causas y motivos para ti bebé. Causas: tú y motivos... tú también". Tras la vida ordinaria en Busan, con el objetivo de ser uno de los mejores estudiantes para optar por la universidad de Seúl, JungKook logra su sueño y se traslada a vivir a la ca...