XX

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Fueron muchos los olores percibidos tras, finalmente, llegar a la vieja represa que, como Logan supuso correctamente, científicos y soldados del Equipo X habían tomado como residencia y cuartel principal. Los más fuertes sin lugar a dudas era el de la vegetación verde y húmeda y el aroma del agua dulce corriendo estrepitosamente a enormes chorros. El otro aroma más fácil de distinguir, no era sino... miedo.
Aún no estaba seguro de qué tipo de proyectos se llevaban acabo en un lugar como aquel, pero de algo estaba seguro: debían de ser tan o más macabros que las personas trabajando en ellos.

Una vez junto al gran portón de metal, Mystique introdujo su mano en la ranura de lo que parecía un lector de huellas dactilares, para luego también hacer escanear su rostro con un dispositivo implantado en la entrada.
El portón se abrió dejando oír un sonido metálico muy fuerte. Logan observó hacia todos lados; todos los laterales del predio estaban siendo custodiados por soldados armados, quienes estaban ubicado a lo alto de los amplios paredones. También habían cámaras de seguridad por doquier y Logan pensó con seguridad que no debían de faltar a su vez, dispositivos de seguridad escondidos en todas partes por si acaso.

Lo primero que Wolverine atinó a pensar mientras recorría el sitio siguiendo a Mystique, era en lo estúpido que era el gobierno por contar con semejante instalación de manera tan expuesta.
A su vez, le resultaba un tanto raro el hecho de que simplemente —hasta aquel entonces, al menos— se limitaran a guiarlo por allí sin concretar ningún tipo de ataque, o tal vez, pensando que él realmente estuviera solo. Aquello sí que era un tanto confuso: no sabía si tomar al Equipo X  por tontos, o si por el contrario, los estaba subestimando.

De lo que sí estaba seguro, era que sería muy fácil derrumbar toda aquella infraestructura desde lo más profundo de la tierra hacia adentro con las habilidades de aquel mutante con habilidades explosivas que los acompañaba en el recorrido. Sólo esperaba haber podido rescatar adecuadamente a _____ y a cuantos inocentes pudiera de allí dentro, en tiempo y forma. Por lo que le habían comentado mientras diagramaban el plan con el profesor en la escuela, aquellas instalaciones estarían atestadas de mutantes prisioneros los cuales sufrían a diario torturas y experimentaciones con sus mutaciones y genes.

Un estrepitoso sonido metálico lo quitó de su ensimismamiento. Se trataba de otro portón, completamente cubierto en óxido, que Mystique acababa de abrir con sus rasgos faciales. Estaban en una zona completamente apartada del resto de los guardias y edificios principales. Logan se habría atrevido a pensar, que de hecho, allí no había nadie más que ellos.
— Me encuentras de buen humor hoy —musitó ella irónicamente.— Antes de que procedamos con lo importante, te dejaré ver a _____ sólamente para que le confirmes a tus amiguitos que aún está viva. 

Logan la observó con asco, expresión que se intensificó al oír lo que la muchacha azul diría a continuación.
— Como sea... no te garantizo que lo siga por mucho más tiempo... —continuó entonces— nos es totalmente inútil ahora mismo. Sin embargo, la dejaremos marcharse una vez nos aseguremos de que cumplas con nosotros y tu parte del trato. Pero, cuidadito. Nada de intentos estúpidos por sacarla de manera indebida, o pagarán las consecuencias.

Se frenó de golpe ante una sensación que le erizó la piel, y fue entonces allí cuando él pudo distinguir una de sus ásperas manos azules posándose sensualmente sobre su pecho y su voz susurrándole al oído.La apartó bruscamente con desagrado. Ella lo observó con una expresión en el rostro que oscilaba entre falsa indignación y sorna.

 —Bueno, bueno... —musitó, riendo nuevamente. Aquello lo exasperaba. Era como si toda aquella situación le causara a Mystique muchísima gracia o como si de verdad lo estuviera disfrutando. Su cinismo lo perturbaba. Pero no por ella en sí mismo, sino más bien ante los pensamientos de las aberraciones por las que _____ u otros mutantes, probablemente niños y jóvenes, tendrían que haber pasado gracias a ella y el resto de ese equipo.
Caminaron por unos cuantos pasillos más dentro de esta última construcción, todos tan blancos y pulcros que ocasionaron que el contraste existente entre el interior de la misma y las fachadas rotosas que esta tenía, le revolvieran un poco el estómago. Aquello le sonaba un tanto familiar. No era como si hubiese visto ese sitio antes, pero aquel estilo...

—Okay, caballero. Esta es su parada.
La observó abrir una nueva puerta y entrar con un andar sensual, como aparentemente acostumbraba. Se paró a un lado para que él pudiera ingresar, y así lo hizo Logan, con absoluta desconfianza.

Miró alrededor y entonces sintió una extraña sensación apoderarse de su cuerpo.
A ún costado y detrás de un grueso vidrio que reflejaba destellos violetas y verdes a causa de la luz sumamente brillante y blanca; y, encerrada por tres paredes de color completamente pálido, estaba _____. 
La habitación aquella constaba de una cama y un lavabo, como si de una prisión o de un zoológico se tratase, donde ella era la atracción principal.
La chica, sumamente pálida y delgada, se encontraba sentada sobre aquel diminuto catre posicionado de manera adyacente a la pared lateral, hecha un ovillo. Completamente abstraída, como si estuviera acostumbrada a que la observaran regularmente y como si aquello se tratase de una mera rutina, permanecía con la mirada perdida en algún punto al frente.

—Querida —habló fuerte y claro la pelirroja a la vez que golpeaba el vidrio con los nudillos, como si estuviese hablándole a una pecera. Logan apretó los puños intentando contener las ganas de estrangular a Mystique y mandar todo el plan al demonio.— Tienes visitas.



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