XXI

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Al principio, la chica pareció no reaccionar. Logan la examinó con el ceño fruncido. Estaba extremadamente delgada y pálida, y el contorno de sus ojos presentaba dos manchas moradas producto de la falta de sueño. 

Llevaba un pantalón blanco suelto y una camiseta de tirantes blanca también. Sus brazos presentaban hematomas y golpes y por lo poco que podía divisar de su rostro, también se veía en partes amoratado.

Mystique volvió a insistir golpeando nuevamente el vidrio, mas _____ no parecía estar interesada en responder. 
Logan la apartó bruscamente del cristal, exasperado frente aquel trato cual animal que _____ estaba recibiendo.

—_____ —La llamó él. 
La chica lo observó de reojo a través del cabello que le caía por el costado. Se puso de pie lentamente, encarando hacia el vidrio.
—¿Qué tal todo querida? ¿Estás contenta con las visitas que te traje? —intervino enseguida Mystique con un modo muy molesto—. ¿Y qué tal tú, Logan? ¿Ya han vuelto tus recuerdos?

El interpelado no la miró. Simplemente, continuó observando fijamente a _____, ignorándola.
La muchacha de piel azul rió con sorna. Su actitud cargaba tanta maldad, que a Logan le ocasionaba deseos de tomarla por el cuello y retenerla de ese modo hasta que perdiera la consciencia, y así acallar sus modos cínicos por algunos momentos. 
Se respiraba mucha tensión en aquella habitación. Sabía que todo esto era parte de los jueguitos mentales de Mystique; pero aún así, no podía evitar sentirse alarmado por lo que sea que ella decía respecto a lo sucedido hacía ya varios meses, con él.
Al ver que nadie emitía respuesta, arremetió nuevamente:
—_____, ¿no vas a decir nada, cariño? —al no obtener contestación, soltó un suspiro—. Como sea. Debo confesarte que eres mi put* ídola, nena. ¿Aquel disparo? ¿En ese momento exacto? ¿Tu puntería? Dios mío aquella noche fue... 

_____ dejó de oír. Tragó saliva. No podía creer que aquella conversación estuviera sucediendo. Cerró los ojos un momento, intentando evitar el mareo que se acercaba. Estaba débil, sí. Pero así y todo, no era el mejor momento para descompensarse.
Observó a Logan a través de las pestañas, examinando su expresión, quien continuaba mirándola fijamente.
—¿Qué? —musitó con confusión y alarma en la voz él al cabo de un momento, como si no entendiera lo que Mystique acababa de decir. —¿De qué estás hablando? 

Su tono ahora era de impaciencia. _____ guardó silencio. Logan insistió nuevamente.
—_____, ¿de qué está hablando?

_____ permaneció callada un rato más. Mystique en cambio, continuó hablando, como si hubiese estado esperando aquel momento con ansias.
Nuevamente soltó una risa.
—No puede ser —murmuró encantada—, ¿qué no te lo ha dicho?

_____ sintió su respiración agitarse y el corazón latiéndole a mil por hora. Su voz no respondía a lo que ella estaba queriendo decir.
—_____ —inquirió nuevamente él, perdiendo los estribos—, dime qué está sucendiendo, ahora mismo.
La chica cerró los ojos, deseando una vez más que aquello no estuviese sucediendo. Algunas lágrimas se deslizaron por sus mejillas.
Mystique se tapó la boca con ambas manos, actuando como si estuviese totalmente soprendida.
—Creo que lo mejor será dejarlos para que conversen —murmuró esbozando una sonrisa lobuna. 

Y una vez dicho eso, desapareció nuevamente tras la puerta de seguridad, dejándolos solos.




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