Capítulo 10

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Capítulo 10

Salimos de la casa después de la siesta, mis padres aún estaban dormidos por lo que les deje una nota explicando que estaríamos en el pueblo y que volveríamos con un postre. Christopher apenas aguanto la risa cuando vio la nota que les deje, si los estaba sobornando con comida, es la mejor forma de hacerlo realmente.

Como no hay taxis ni transporte público fuimos caminando con calma, aquello le pareció interesante a mi invitado y abrumador para mí, había olvidado todo lo que implica ir al centro desde la casa también que podía toparme con personas a quienes no me entusiasmaba ver.

-Es un lugar muy bonito, muy pacífico-comentó mi acompañante mirando atentamente al paisaje- ¿Creciste en un lugar tan tranquilo?

-Que no te engañe la calma que vez ahora, este pueblo es todo menos tranquilo.

-¿Es así? Vaya, no me esperaba menos.

Le miré confundida y seguimos caminando en silencio, no fue incómodo al contrario lo sentí en cierta forma "familiar".

Llegamos a la plaza central que estaba muy bien arreglada, era toda una sorpresa la última vez que vine no tenía ni una sola flor y ahora desbordaba de ellas, dejando un dulce perfume en el aire.

-Ven aquí-dijo de pronto Christopher tomando mi mano y guiándome hacia un banquito rodeado de rosas- tomémonos fotos aquí, el lugar es muy bonito.

-Claro, tengo algunas ideas-dije tomando prestado su teléfono de momento.

En esos momentos estaba haciendo de fotógrafa, le tome varias fotos solo a él y solo, pidiéndole que posara de diferentes formas, todo resulto ser muy divertido aunque olvide que el propósito de esto era tener fotos juntos como pareja, un pequeño descuido que no hacía la gran diferencia.

Él salía demasiado bien sin importar que gesto o pose hiciera, si es guapo y todo eso pero ¿Cómo es posible? Exijo una explicación.

-Sé que soy muy lindo pero deberías estar también la foto-comentó al cabo de un rato con cierta burla.

-¿La cámara soportará tanta belleza?-respondí con gracia acercándome a él.

Después de un buen rato haciendo fotos que, ciertamente salieron muy bien, terminamos paseando de la mano en busca del local que vendía el postre favorito de mi familia. Eventualmente las personas comenzaban a mirar como si no supieran disimular para nada, pero no importaba ya, Christopher tenía una actitud muy chulesca con una linda sonrisa en el rostro. Me agradaba estar así con él, nuestras manos encajaban tan bien juntas que casi me resultaba imposible pensar que esto llegara alguna vez a su fin.

-Bonita, parece que esas personas quieren hablar contigo-dijo de pronto, rompiendo el agarre para pasar su brazo por mis hombros.

Inmediatamente noté que se refería a dos compañeros míos del secundario, precisamente aquellas personas que no dejaban de burlarse de mi aspecto, no tenía intenciones de quedarme a hablar con ellos realmente ni siquiera iba a saludarlos hasta que Christopher lo notó.

-¿Felicita, eres tú?-dijo una voz masculina que lamentablemente conocía.

-Brandon, qué gusto verte-dije con la sonrisa más forzada del mundo puesta en mi rostro.

No planeada hablar más que eso pero se me adelantaron.

-¿Cómo has estado?-cuestionó mostrando un interés dudoso.

-Te vimos en las noticias, por cierto felicidades-comentó Julio, otro compañero que no deseaba ver.

-Gracias, he tenido mucha suerte ¿No creen?-respondió Christopher mirándome con cariño, enfatizando aún más la situación.

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