Capítulo 29

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Capítulo 29

Una semana más transcurrió en aquella gran casa, Travis desaparecía la mayor parte del día por asunto de "trabajo" dejándome prácticamente sola con la libertad de recorrer el lugar a mi antojo, también podía pedir cosas simples que los sirvientes pudieran conseguir obviamente hice algunos pedidos tontos como pastelitos de fresa o algún objeto específico para que así diera a entender que comenzaba a acostumbrarme a estar ahí. Como parte de la estrategia que había ideado, esta el arreglarme cada vez un poco más lo que traía una gran cantidad de halagos de parte de Travis quién parecía estar muy conforme conmigo, al punto que me dió ciertas libertades. Salir al patio fue la primera, aunque me vigilaban demasiado no me importó y simplemente disfruté del tiempo concedido para tomar un poco de luz solar, casi llego a admitir que la extrañé, el jardín es precioso tanto que iba a darle la idea de hacer un día de campo cuando tuviera tiempo. Si hay algo de lo que pude darme cuenta es que él parecía más débil a mis pedidos cuando estos los incluía a él, y terminaban en un abrazo o pequeño beso. Es muy raro tener que comportarme así, pero viéndolo desde otro punto podría decirse estoy ejercitando mis dotes actorales, Travis no me presionaba, al menos no abiertamente cosa que me relaja bastante, me permite ir a mi propio paso tal y como lo hacía Christopher.

Con tanto tiempo libre y tan pocas cosas por hacer, decidí que era momento de intentar darle un uso al celular que encontré el otro día, ya había comprobado que tenía batería no mucha pero fue suficiente como para hacerle una recarga desde mi tarjeta, que por cierto agradecía saberme los números de memoria, tengo que buscar el momento para hacer la llamada, solo tengo una oportunidad para ello. Fingiendo empezar a dibujar lugares específicos de la casa, fui tomando en cuenta sitios de las cámaras de seguridad, prestando atención a conversaciones de los encargados del mantenimiento, la forma tan sútil en que siempre pasaban por donde estaba, todo esto me sirvió para hacerme una guía mental si quiero hacer esa llamada necesito estar sola en el único lugar donde no hay cámaras de seguridad: mi habitación. Claro que no podía solo encerrarme y llamar, tiene que ser algo más elaborado y debo de proporcionar algún tipo de información el celular que tengo es desechable por lo que no puede ser rastreado necesito el número del teléfono que tiene Travis consigo apuesto a que ese si es rastreable ya que él no usaría algo desechable.

-Bonita, ¿Dónde estás?-llamó Travis con su tono animado de siempre.

-En la biblioteca-respondí al segundo, terminando de dar unos retoques a un dibujo que no era tan malo como lo había pensado.

Sus cabellos rubios pronto se hicieron presentes en la biblioteca, lucía una amplia sonrisa en su rostro tan apuesto, era difícil de pensar que alguien así podría estar metido en todo esto.

-¿Cómo te fue?-preguntas casi de rutina, me sentía una esposa de los sesenta siempre preguntando a su esposo cómo le había ido en el trabajo.

Apenas llegué a ponerme de pie para saludarlo con un abrazo, cosa que se volvió costumbre, cuando noté que sin decir nada más saco una caja mediamentente grande de su bolsillo, lo miré intrigada ¿Qué será eso?

-Feliz cumpleaños preciosa-dijo develando un collar hermoso con lo que parecía ser un zafiro brillante del interior de la caja.

Quede impactada por un par de segundos hasta que hice lo primero que se me vino a la mente, darle un fuerte abrazo.

-Te acordaste-dije con mi mejor cara de conmoción- oh no debiste hacerlo bonito.

-Claro que sí, esto es solo el inicio-respondió con una sonrisa de satisfacción.

Le abracé nuevamente, imaginando que era Christopher me acerqué y le dí un pequeño beso en la comisura de los labios, tal y como lo espera su reacción fue de sorpresa ya que nunca había llegado a hacer algo así con tanto entusiasmo hasta el momento.

Modelo de NoviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora