Yoongi's Boy |Yoonmin|

Problema

Llegamos al hotel media hora después del suceso, salimos del callejón cuando por fin pude calmar a Yoongi, estaba tan desesperado besándome que fue un poco difícil hacerlo entrar en razón. Cuando llegamos con el resto del equipo, quienes se habían sentado en un puesto para esperarnos, Yoongi jaló a Jackson y le susurró algo en el oído.

Él se puso serio una vez mi hombre pareció haberle explicado todo. Llevó a Mark tomados de la mano hacia el callejón. Yoongi no movió su mano de mi cintura mientras caminábamos, incluso se detenía para dejar besos en mis mejillas y labios por intervalos de tiempo.

El hotel era uno lujoso, todos nos sentamos en el lobby mientras esperábamos que nos dieran las llaves de nuestras habitaciones. Tenía sed, después de todo lo que había pasado, no había notado que mis labios se habían resecado, así que me levanté para caminar hacia una máquina de alimentos.

Puse el dinero y apreté los números que indicaban la botella de agua, pero al moverse, éste quedó estancando, yo gruñí. Quise golpear la máquina, pero sabía que me regañarían por hacerlo. Palmeé mis bolsillos en busca de más dinero, pero al no encontrar nada, suspiré resignado, me di la vuelta y comencé a caminar.

Me senté de nuevo en el sofá junto a Luke, que había cuidado de mi lugar. Yoongi se giró a ver desde el mostrador donde estaba junto a mi hermano, firmando algunas cosas. Me sonrió apenas me vio, lo cual hizo que una pequeña risa se me escapara. Yoongi me había sacado la lengua.

Tonto Yoongi, estoy tratando de estar enojado con él.

De repente, veo como una botella se posa delante mío, una mano me la extiende, yo miro el brazo y subo la mirada hasta llegar al rostro del hombre que me estaba entregando la botella de agua.

Iba a hablar, pero él lo hizo primero.

—Vi que tuviste problemas con la máquina, pensé que debías seguir sediento —sonrío apenado, no iba a negarle tal detalle, así que alargué mi mano para tomar aquella botella, aún cuando sentí a Luke pellizcarme delicadamente en mi muslo.

—Gracias —agradecí el gesto cuando tuve mi botella en manos, el hombre sólo asintió y después se fue. No me dio tiempo de siquiera pensar en las facciones de aquel hombre cuando ya tenía a Alice jalándome delicadamente hacía un lado del lobby.

—¿Qué acaso quieres que Yoongi mate a todos en esta ciudad? —gruñe entre dientes antes de soltarme y empujarme con cuidado, cubriéndome con su cuerpo de la vista de Yoongi.

Fruncí el ceño.

—¡Claro que no! Lo que más deseo es que deje de matar —susurré, no quería que nadie escuchara nuestra comprometedora conversación.

—Pues no parece que quieras eso, aceptando regalos de hombres apuestos justo enfrente de las narices de Yoongi, ¿qué habría pasado si él se hubiera girado a ver en ese instante? Tal vez ahora estaría golpeando a ese tipo —¿por qué estaba tan histérica? No encontraba ninguna razón por la que ella estuviera de esa manera.

—Él simplemente me dio una botella de agua, por los cielos, no es como si me hubiera propuesto matrimonio —Alice rodó los ojos.

—Sabes como se pone Yoongi cuando alguien se te acerca, más si es un hombre y peor si es un desconocido —está vez fui yo quien rodó los ojos, estaba cansado. No quería pelear en ese instante.

—Mira, yo sólo quiero calmarme para poder afrontar lo que viene en unos minutos —dije pensando y mirando a Yoongi, sin duda se venía algo fuerte para ambos.

Por fin lo haría hablar. O me voy. Estoy harto de que todos me escondan cosas, que nadie me diga nada. Es increíble que haya tenido que obligar a mi propio hermano para que me dijera que mi hombre y la persona que me hace la vida de cuadritos fueron algo en el pasado. Harto, harto, estoy harto de todo.