Yoongi's Boy |Yoonmin|

Los Kim

Desperté cuando sentí mi cuerpo ser cubierto por agua. Al instante miré todo a mi alrededor –después de recuperarme de mi abrupto despertar– vi a unas cuantas personas esparcidas por toda la habitación, quise moverme pero me di cuenta de que estaba atado a una silla. Perfectamente atado, de una manera en la que moverme me dolía.

Siento como una mano me jala del cabello con rudeza, tira de mi cabeza hacia arriba de una, yo cierro los ojos para gruñir del dolor, pero los abro para ver quien me está tomando.

No reconozco la sonrisa, pero se me hace familiar. La he visto en algún lado.

—Debes seguir sediento —entonces es cuando todo hace sentido en mi cabeza. La imagen del hombre que me dio la botella en el lobby del hotel se aparece de forma nítida en mi mente.

Me muevo bruscamente para quitar su mano de mi cabello. Pienso en Yoongi instintivamente, estoy tan acostumbrado a que nadie me toque debido a él, que el tacto de otras personas me parece repugnante.

El hombre se ríe y me da un golpe en la cabeza antes de caminar lejos de mí, vuelvo a gruñir entre dientes. Realmente me sorprende que no esté llorando, porque sí tengo miedo. Claro que lo tengo, pero pensar en Yoongi me hace estar más tranquilo. Me vuelve fuerte.

—Lo veo y no lo creo —el hombre de vestimenta casual se para en medio de las personas que me miran con una sonrisa burlona en sus rostros. No puedo evitar compararlos con el equipo de Yoongi. Ellos dan miedo, todos. Pero Alice, Akira, Luke, Harry, Yongsun, Wheein, Mark, Jackson... ellos no son nada parecidos a estos sujetos. Con ellos siento que estoy en familia, ellos no desprenden esa aura—¿De verdad esto es por lo que el imbécil de Yoongi cambió a mi hermana?

Frunzco el ceño ante eso, ¿a qué se refiere con eso?

Oh. De seguro es otra de las cosas de las cuales Yoongi no me dijo nunca.

Él parece notar mi confusión, ya que suelta una carcajada mientras se gira a ver a sus trabajadores, no creyéndose mi rostro. Se burlan de mi con sus sonrisas y miradas de sorna.

—¿No te dijo? Yo pensé que eras especial, pero ya veo que sólo eres la zorra que calienta su cama —algo en mi mente se activa ante esas palabras. He escuchado palabras similares ser susurradas durante todo el tiempo en el que he estado con Yoongi.

Pero sé que no son verdad, yo sé que soy especial para Yoongi, él me lo ha demostrado. Todas sus acciones me lo demuestran. Él besándome con delicadeza, abrazándome como si tuviera miedo de que fuera el último. Él me ama.

—¿Qué acaso no es eso lo que fue tu hermana al fin y al acabo? ¿Una zorra más que calentó su cama? —entonces su sonrisa desaparece de poco en poco. Estoy tentando a mi suerte, soy consciente, más o menos.

El hombre parece querer lanzarse contra mí, pero mira sobre sus hombros a sus hombres y se detiene, guarda su compostura, fingiendo tranquilidad.

—Y para el mismo camino irás tú —muerdo mi labio. Sé muy bien que eso no es así, pero voy a darle el gusto de pensar aquello—¿Eres tan ciego? Yoongi sólo te está utilizando, cuando consiga lo que quiere de ti, te botará, como hizo con Irene —ese nombre me llama la atención. ¿Quién es ella?

¿Qué es lo que Yoongi quiere? ¿Qué fue lo que quiso de ella? Tengo miedo de la repuesta, no quiero afrontar esa posibilidad. Él no me quiere sólo por eso, ¿cierto?

—¿Quién es Irene? —es todo lo que puedo pronunciar, mi mente está hecha un desastre y la adrenalina poco a poco va bajando, y los nervios van tomando su lugar.

Él no se ríe, he dado en un punto que lo hiere, al parecer.

—Irene es mi hermana, esa mujer a la que tu hombre mató sin piedad cuando terminaron —¿ella es de la que Wooyoung me habló?