Yoongi's Boy |Yoonmin|

Pensamientos

Los siguientes días el equipo nos movimos hacia Noruega, donde la nieve ya caía y adornaba por donde mirarás. Todos tenían las caras rojas y ropas gruesas que nos protegían del frío. No íbamos a hacer ninguna misión, Yoongi quiso venir aquí, porque quedarse America era un movimiento bastante arriesgado.

—Sí, papá, te prometo que haré lo que pueda para ir a la fiesta de papá —Yoongi estaba recostado en la cama durmiendo, mientras yo estaba sentado en el sofá del penthouse. Mi hombre estaba agotado, ha dormido por casi dos días seguidos. El equipo está feliz de no tener que trabajar, esto era algo muy común que hacían seguido, descansar y esconderse en algún lugar, en la espera de planear otro ataque.

—Sabes que Chanyeol se pondrá triste si sus hijos no llegan a su fiesta —hago una mueca, miro por la ventana como la nieve cae—A Wooyoung también lo extraña —recuerda también sonando un poco melancólico. Hasta que suspira para sacudir ese aura—Háblalo con Yoongi, pequeño, yo sé que él entenderá y los dejará ir —instintivamente mis ojos se pasean hasta llegar a donde él duerme.

—Bueno, es que él... —comienzo a tibutear, pero Baekhyun me interrumpe.

—Él también puede venir, no vamos a negarle la entrada a nuestro futuro yerno —se ríe cálidamente. Yo trato de devolver el gesto.

En ese momento, Yoongi levanta un poco la cabeza, tiene el ceño fruncido y mira con los ojos entrecerrados toda la habitación, se detiene cuando topa con mi cuerpo. Suspirando, se levanta y camina hasta donde estoy sentado.

—Ya se despertó —anuncio a mi padre, Baekhyun asiente con su voz y se despide—Yo también te quiero, papá —yo soy quien cuelga la llamada, para ese entonces Yoongi ya se ha sentado a mi lado y recostado, dejando su cabeza en mi regazo.

Se acomodó, restregando su mejilla sobre mis muslos. Mi mano pica, así que obedezco ante sus deseos, la muevo para alcanzar los cabellos de Yoongi, comenzando a acariciarlos.

—¿Hablabas con tu papá? —pregunta con su voz ronca, sonrío un poco, momentos como este son los que deseo que duraran para siempre.

—Sí —digo y luego él se mueve para volver a levantarse, abre sus brazos ante mi curiosa mirada y me jala para colocarme entre ellos. Besa mi cabeza cuando estamos cómodos—La fiesta de papá Chanyeol será pronto, será algo grande —me divierto ante la extravagancia de mi padre Baekhyun, mi padre no lo sabe, pero él está organizando una fiesta enorme para celebrar a su esposo, quien siempre ha preferido las cosas pequeñas. Las fiestas igual, pero dejamos que mi papá se salga la suya de vez en cuando.

—Te pidió que fueras —entiende Yoongi poco después, yo afirmo con mi cabeza, sus manos acarician mis brazos mientras yo echo la cabeza hacia atrás para recargarla en su hombro—Y supongo que también pidió lo mismo con Wooyoung —suelto una ligera risa.

—Ya lo sabes —Yoongi también se ríe.

—Lo suponía —siento que sonríe, el ambiente se ha vuelto más cómodo—Iremos —decide sin pensarlo mucho al parecer—Volveremos a Seúl para la fiesta de tu padre —lo sabía, no me preocupaba el que no me dejara, sabía que él me iba a permitir ver a mi padre, jamás me negaría algo como eso.

El resto de la semana la ocupamos para diferentes cosas, salimos a comprar comida para el equipo, por ejemplo. Realmente no sabía cuán tedioso podía ser aquello, Yoongi trataba a su equipo como su familia, por ello los alimentaba con buena comida.

Ese día lo ocupamos para ir de supermercado a supermercado, podría decir que recorrimos todos en la ciudad. Llevamos tres autos y algunos del equipo nos acompañaron. Yoongi y yo parecíamos una pareja que hacía las compras, sentí ese momento tan común que hasta me pareció extraño. Había olvidado como era tener una vida simple, él siempre me había mimado con cosas caras.