Guerra

16.1K 1.5K 561
                                    

Luke estaciona el auto enfrente de la casa, empujo a Yoongi con mis manos para alejarlo de mi cuello soltando mis últimas risas cuando él alcanza a dejar un último beso allí.

—Ya llegamos —anuncio sintiendo el auto apagarse, Yoongi abre su puerta y sale, espera allí hasta que yo lo haga.

—Vamos a la habitación —doy un chillido cuando me carga de sorpresa. Me aferro rápidamente a su cuello, luego me comienzo a reír. Yoongi me está cargando en forma de recién casados hacia la entrada.

Pero justo cuando entramos en ella, Hoya aparece, luce nervioso y se rasca la nuca.

—Jefe —llama a Yoongi, yo me pongo un poco avergonzado de que él me esté cargando de esa manera, así que me bajo.

—¿Qué pasa, Hoya? —pregunta Yoongi, denotando un nuevo tono de voz. Y su aura, todo él luce más feliz. Como si la última noche que pasamos en Busan hubiera despertado un lado de él que esperaba ansioso.

Hoya quiso hablar, y me hubiera encantado que fuera así.

—Yoongi, querido —la mujer miró a Yoongi con una sonrisa, llevaba en su mano un vaso de lo que parecía ser agua. Sus tacones resonaron contra el suelo mientras se acercaba a Yoongi.

Él no dijo nada, su rostro se pintó en asombro y confusión, ¿quién era ella y por qué Yoongi parecía tan impactado de verla?

—Sa-Sabrina, que gustó verte de nuevo —frunzo mi ceño ante su tono voz. No le da gusto, se le nota. Yoongi parece recodar algo al mirar a la mujer—Espera, si estás aquí... entonces...

—¡Yoongi! —del mismo lugar de donde salió la mujer, sale una jovencita, corre entusiasmada hacia mi hombre y lo abraza con fuerza. Yoongi no corresponde al abrazo, lo tomó por sorpresa. De reojo veo cómo Hoya se está yendo disimuladamente, queriendo evitar problemas. Cuando vuelvo a ver a mi Yoongi, la chica se ha aferrado a su brazo.

Voy a decir algo en protesta, pero la voz de, Sabrina, me interrumpe. Mira con una sonrisa como la chica abraza a mi hombre.

—Tráenos algo de tomar, ¿si? Por favor —ni siquiera sé cómo reaccionar, apenas y puedo mostrarme sorprendido. Pero Yoongi sí que reacciona, se saca del brazo a la chica y se mueve para estar a mi lado, coloca su mano en mi cintura y yo me cruzo de brazos, dejo que me acerque a él. Y yo incluso busco más tacto.

—No, señora, no se confunda —alzo ligeramente la barbilla orgulloso—Él no es un empleado, él es mi chico —sonrío cuando la veo mirarse la una a la otra confundidas—Se llama Jimin —siento como me mira, así que yo hago lo mismo—Amor, ellas son Sabrina y su hija, Mónica.

La manera en la que la tal Mónica me mira me da a entender todo. Debo cuidar de mi hombre más que nunca ahora que ella está aquí. Comienzo con abrazarlo, fingiendo una risa cordial hacia ellas.

—Es un gusto conocerlas —y fiándome de que verían con cuidado cada movimiento que haga, subí mi mano hasta el pecho de Yoongi y lo acaricié como parte del abrazo que nos estamos dando.

Sabrina aclara su garganta antes de hablar.

—No me había enterado que tenías pareja, Yoongi —Mónica se ha movido hasta quedar al lado de su madre, pero no soy ningún tonto. Veo que no le ha hecho gracia que yo esté aquí. Y a su madre tampoco.

Entonces conozco sus intenciones, y no lo van a lograr.

¿Esto es lo que sentirá Yoongi cada que estoy cerca de alguien desconocido? Es horrible, no puedo pensar en tener que soportar esto todo el tiempo.

—Que raro, creí que mis socios hablarían de aquel hermoso chico que estaba conmigo en la junta de la última vez —eso hace que haga memoria, no recuerdo haberlas visto allí. Así que...—Pero si su esposo no le dijo nada, ahora ya lo sabe —por supuesto, esposa de uno de los subordinados de Yoongi.

Yoongi's Boy |Yoonmin|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora