Yoongi's Boy |Yoonmin|

Juntos

A la mañana siguiente siento que aún soy sostenido por los brazos de Yoongi, ¿puedo pedir algo mejor que eso? No, no puedo. Él sigue durmiendo, tiene su boquita entreabierta y su mejilla aplastada en la almohada. Muero de ternura.

Intento separarme de él, pero sus manos me tienen fuertemente agarrado, no creo que haya manera de que me suelte. Pero tengo ganas de comer, mi estomago ruge. Pero tampoco quiero despertarlo. Se ve tan pacifico de esa manera. Como quisiera que fuera así siempre. Sólo él y yo.

Me acerco para dejarle besos en todo su rostro, luce tan cansado que me da pena, cuando beso la punta de su mejilla, es cuando veo que abre los ojos. Parpadea un par de veces, yo le sonrío. Cuando su mirada recae en mí él también hace lo mismo, me acerca más hasta su cuerpo, obligándome a enredar mis piernas en las suyas.

—Me encantaría despertar de esta manera todo los días —dice en una voz tan baja, que si no estuviera casi encima suya, no habría podido escucharlo. Casi ronroneo cuando siento sus manos acariciarme la espalda. El tacto envía una ligera descarga eléctrica por toda mi columna. Podría tenerlo prisionero en la cama todo el día—¿Quieres salir a comer? —pero por otro lado, los desayunos de Wheein son los mejores del mundo.

Yoongi se ríe ante mis ojos llenos de hambre, me besa en los labios a modo de saludo de buenos días y nos levantamos de la cama. Nos damos una ducha rápida, donde Yoongi besó mis hombros cada vez que veía un moretón en mi cuerpo. Cada vez que veía uno, parecía dolerle más a él que a mí, ya que su mirada se cargaba de dolor cuando me daba la vuelta para besarlo en el pecho y así poder tranquilizarlo.

Salimos tomados de la mano y nos dirigimos hacia el comedor, la casa ya olía al desayuno y eso sólo me hacía querer correr hacia allí. Ashton saltó en su lugar cuando nos vio entrar, al parecer estaba durmiéndose mientras esperaba a que Wheein terminara de cocinar, Luke le ayudaba.

—Buenos días, jefe —dice rápidamente, llamando la atención de las otras dos personas, quienes se giran a vernos, me sonríen y asienten con respeto hacia Yoongi.

—Jefe, buenos días —corean los otros dos antes de volver a lo que hacían.

Yoongi me lleva hacia un lado de la mesa, él se sienta enfrente y yo a su lado. Toma mi mano por encima de la mesa y la cubre con la suya, da un apretón.

—Buenos días —saludamos antes de sentarnos, doy un vistazo a los demás y también lucen cansados. Tienen ojeras y parecen que preferirían estar en la cama que en otro lado.

Es ahí donde caigo en cuenta, de seguro Yoongi los mantuvo despiertos toda la noche, se desvelaron tratando de encontrarme. Me hace sentir un poco mal, me sabe mal que Yoongi los obligue a despertase temprano para seguir trabajando. Me imagino a todos estando estresados al tener a mi hombre enojado y furioso, seguramente, gritándoles órdenes para poder encontrarme. Deben estar agotados.

No soy capaz de notar cuando Wheein deja nuestros platos al frente nuestro, sólo sé que a la mesa se han unido Alice y Dan. Ellos parecen más animados, ya que platican con Ashton, despertándolo por fin.

El desayuno comienza tranquilo, en un silencio cómodo y algunos murmullos y risillas, hasta que la puerta se abrió y dejó ver a Namjoon, ya vestido para comenzar a trabajar. Yo borro mi sonrisa, bajo la mirada hacia mi plato sintiéndome tenso. Al igual que el ambiente, todos parecen tensarse y por una razón en común.

Yoongi parece enojado, Namjoon camina aparentando estar tranquilo, pasa de largo hacia Yoongi y le susurra un saludo, yo muevo mi tenedor en mi plato un poco incómodo. Miro discretamente a Yoongi, él come pero noto como su cuerpo está tenso, yo apoyo mi mejilla en una mano, y al instante siseo del dolor.