Yoongi's Boy |Yoonmin|

Desastre

—¡Voy a disparar! ¡Por la mierda que voy a disparar si no me llevan con Yoongi ahora mismo! —grito cuando Alice da un paso más cerca de mí, entonces ella se detiene en seco, todos me miran cautelosos y asustados mientras sostenga el arma justo en mi sien. Me tienen contra una pared, pero lo que ellos quieren es que no ocurra una tragedia.

Aún si mi Yoongi esté muerto, no creo que quieran que dispare. Y si no lo está, tampoco les agradaría tal cosa.

Luke abre la boca para hablar.

—Entiende Jimin, no podemos llevarte allí, es muy peligroso —han estado tratando de negociar conmigo y de convencerme que estando aquí estoy más seguro. Me han dicho que esas son las órdenes de Yoongi.

—¿Te parece que me importa? Yo quiero ir con el padre de mi hijo, ahora —de repente, alguien más entra a la habitación, Wooyoung se detiene en seco al verme, parece agitado. De seguro se ha enterado de todo y ha venido corriendo.

—¡¿Qué carajos haces, Jimin?! —suspiro cansado de volver a repetir la misma cosa una vez más, pero lo hago.

—Quiero que me lleven con Yoongi y ellos se niegan —Wooyoung mira a los demás, y ellos a él, lo miran esperanzados, quieren que él me haga entrar en razón. Pero no lo hará. No cambiaré de opinión hasta que me lleven con mi hombre.

Wooyoung me mira una vez más, se queda mirándome unos minutos más, hasta que gruñe al parecer resignándose.

—Llévenlo —ordena, sorprendiendo a todos los demás. Yo no bajo la pistola, espero a ver que hacen todos. Wooyoung le da una mirada a Luke y este, después de unos segundos, mete dudoso una de sus manos en su bolsillo y saca las llaves del auto.

Sale bajo la orden de los ojos de mi hermano, y en cuanto lo hace, Wooyoung se gira a verme. Bajo lentamente la pistola y niego cuando veo como él estira su mano para que se la dé.

—Se queda conmigo hasta que yo tenga a Yoongi —al parecer Wooyoung entiende sin rechistes. Alza y me muestra ambas palmas.

—Como quieras, pero te juro una sola cosa Park Jimin —me señala amenazándome—A Yoongi le va a encantar oír sobre esto una vez que estemos allí.

—Tranquilo, que yo mismo se lo diré —con eso logró sorprenderlo. Su faceta intimidante se cambia por una de confusión. No espero a nada más y salgo de mi habitación dirigiéndome seguro hasta el auto donde ya esperan Luke y los demás.

En el trayecto Alice, sentada a mi lado, no deja de mirar la pistola que descansa sobre mi regazo, pero protegida por una de mis manos. Miro hacia al exterior por la ventana, pienso en varias cosas.

No sé qué tan lejos estamos, porque no sé en qué lugar tienen a Yoongi. Los radios fueron apagados después de la noticia, con el objetivo de no preocuparme. Pero lo único que crean es que en mi pecho se cree una incertidumbre.

Llegamos a la casa y de pronto los nervios caen sobre mí con fuerza. Siento algo pesado en el estómago que me incomoda. Nadie sale a recibirnos, pero aunque los demás lo pasan por alto, a mí se me hace extraño. Pero no digo nada. Se supone que ellos saben lo que hacen.

La casa parece totalmente vacía mientras caminamos por la entrada y la sala. Eso no parece darle buena espina a ninguno, porque veo cómo todos ponen sus manos sobre sus fundas, pero antes de que puedan sacarlas, unos tipos salen y nos apuntan con otras.

Meto rápidamente mi arma en mis pantalones antes de que todos alcemos las manos. Los hombres son altos y no dudan en apuntarnos, sin expresión alguna caminan hacia nosotros. Les quitan la armas a los demás, todos parecen irritados por ello y sabemos que no supone nada bueno.