Fuego Fatuo- Enji Todoroki TERMINADA

14- Familia Primero

El momento había llegado, los Yagi se encontraban esperando a Enji Todoroki en la sala de conferencias, era el día para firmar el contrato que el pelirrojo tanto quería, pero simplemente estaba llegando 20 minutos tarde provocando que el rubio se enojara.

— Tranquilo papá, Enji debe tener una buena excusa para esto. - dijo Nanami al ver la vena palpitante en el cuello de su padre, era la primera vez que veía esa reacción en su padre y no era ella quien la causaba.

— ¿Enji? ¡Nanami! Ya he hablado contigo sobre tus faltas de respeto.

— Si padre. - dice molesta entre dientes, no estaba de humor para que su padre le hiciera un regaño sabiendo que ella jamás iba a coger cabeza.

Su mente estaba más bien en cierto hombre de cabello rojo fuego y ojos como el mar que brillaba por su ausencia. Enji era extremadamente puntual para todo y eso ella lo sabía muy bien, lo comprobó cuando quiso hacer un horario en la semana que tuvieron. Pero el simplemente no daba señales de vida para firmar el contrato por el cual tenía meses pasando dolores de cabeza con ella.

Las puertas se abrieron y Emi entro con un celular en la mano.

— Yagi-San, Todoroki-San quien comunicarse con usted.

El rubio tomó el teléfono que la hermosa chica le entregaba y empezó a hablar con Enji. Nanami aprovechó eso y se acercó a Emi.

— Emi-Chan, ¿sucede algo? - preguntó. Emi se mordió el labio para no hablar y al final suspiró.

— Todoroki-San se enojará conmigo si sabe que te dije esto. - se acercó para susurrar. - esta yendo a corte con su ex-mujer por la custodia de sus hijos.

Aquello dejó a Nanami poco impresionada, sabía que Enji se había molestado con Rei por no asistir a la obra de el pequeño Shoto, pero no sabía que algo así lo provocaría se esa manera.

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— Yo haré la despedida de soltera, ¡habrá miles de stripers! - habló una chica de cabello rosado y ojos negros.

— ¡Airi! - reprocharon todas las presentes ahí. La mencionada sonrió mostrando todos sus dientes.

— Esta loca. - dijo la de ojos celestes y cabello del mismo color que bajaba en degrade hasta llegar a blanco.

— No lo estoy, me hicieron pruebas.

— Cierto, yo estuve ahí.

— No tendré despedida de soltera, no si Airi queda a cargo. - dijo Amelie haciendo que la nombrada pusiera cara de ofendida y haciendo reír a las cuatro chicas que estaban alli.

— Yo me encargo de eso. - pidió la de ojos naranja.

— ¡Secundo la moción! - gritó Airi. Nanami chico los cinco con la chica que la apoyaba.

— Menos. - todas rieron. Amelie era un poco loca pero nunca ni delirando le daría el mando de una fiesta a Nanami y Airi, por separadas eran una locura pero unidas eran un manicomio completo.

— ¡Vayamos a America! ¡Las vegas! Como en las películas, yo pago todo.

— Secundo eso. - esta vez fue Nanami la que habló. Chocaron cinco otra vez y Amelie se sostuvo el tabique de la nariz mientras negaba con la cabeza.

— Hagan lo que quieran. Son imposibles. - terminó rendida, podía discutir la vida entera con esas chicas y nunca iba a ganarles.

Nanami caminaba junto a Airi caminó a la agencia de viajes por el mejor paquete de pasajes. La chica tenía una sola cosa en la mente y era Enji. Hacía casi una semana que no sabía nada de él y tampoco la había contactado de alguna manera. ¿Debería llamarlo? No, no. Si el quisiera verla seguro que la llamaría.

Miro el cielo y le tomo una foto mientras Airi se adelantaba, sintió que algo se pegaba a su pierna y cuando bajó la mirada vio al pequeño Shoto abrazándola.

— ¡Pequeño Shoto! - gritó alzando al Niño en sus brazos, le dio un fuerte abrazó que El Niño correspondió.

— Te extrañé Na-Chan.

— Yo también a ti. ¿Que haces por aquí? - preguntó luego de darle un beso en la mejilla. El Niño se sonrojó como siempre.

— Voy a comer un helado. Papá y mis hermanos están por ahí. - señaló al lugar de donde vino y ella pudo ver a la familia Todoroki. Sus piernas flaquearon cuando vio al pelirrojo vestido normalmente.

— ¡Hola! - tuvo a los cuatro en frente. Touya miraba su teléfono y solo le dedicó una sonrisa mientras que Natsuo la abrazó y Fuyumi también le sonrió. Le pareció raro pues la chica la odiaba.

— Me disculpo por no asistir a la reunión. - dijo Enji. Nanami sonrió y luego colocó a Shoto en el suelo.

— Descuida. Papá entendió, en caso de que el no pueda mi hermana se encargará de eso.

— ¿Nos acompañas?

Enji no supo qué pasó por su mente al decir aquello, tenía una semana evitando a la chica, se sentía extraño junto a ella y no iba a hacerle eso a una chica veinteañera. Ella era joven y el ya no tanto, tenía cuatro hijos. Era una carga que no iba a lanzarle.

— ¡Claro!

Nanami le escribió un mensaje a su amiga y después caminaron a la heladería. Temblaba, se sentía como una niña de trece años caminando junto a su primer amor, si alguna de sus amigas se daba cuenta de aquello seguro se burlarían de ella.

Pidió el sabor favorito de Shoto y luego se lo entregó en la mesa. Enji miraba a la chica reir junto a sus hijos. ¿Como podía hacer eso? Logro caerle bien a todos y parecía que todos le caían bien a ella.

— Gracias. - le dijo a la dependienta de la heladería cuando le devolvió el cambio.

— A usted. Señor, usted y su esposa hacen muy buena pareja.

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