"Hay cierto placer en bailar descalzo al borde del precipicio que solo el condenado conoce"
Algunos nadan en llamas y otros se queman con gotas de agua.
Nanami y Enji iban a descubrir eso del modo difícil, dos seres completamente opuestos que aparen...
-Me iré solo por unos días, sabes donde queda todo aquí. No prendas fuego a nada, todo el correo lo pones sobre la mesa, no traigas chicas y por último. - Nanami hizo una pausa dramática mientras que Touya veía expectante esperando que ella terminara - bajo ninguna circunstancia puedes permitir que tu padre se entere que fuiste suspendido.
- Si, Nanami. Seré cuidadoso. - dice harto de escuchar lo mismo una y otra vez. Con el pasar de los días el muchacho la veía como una amiga y por exigencias de ella ya empezaba a decirle su nombre.
- Ven. - pidió con los brazos abiertos.
Touya la abrazó. Ella revolvió su cabello a pesar de que el odiaba ese acto sabía que al decirle haría que se volviera en la nueva cosa favorita de la chica.
- Toma. - Nanami le entregó dinero para los taxis que el tomaría en el tiempo que ella estaría lejos. - volveré en tres dias. De verdad sigue todo lo que te dije al pie de la letra.
- ¿ tres días, que clase de despedida de soltera es esa?
- Cuando crezcas podrás ser genial como yo. - le guiñó un ojo y empezó su camino a la puerta, dijo adiós con la mano y antes de cerrar la puerta escuchó un grito por parte del joven que la hizo sonrojarse. El siempre le hacía bromas sobre casarse con su padre.
Nanami y Airi estaban más emocionas que la futura novia, Amelie aún no tenía fecha para su boda pero la razón por la cual hacían su despedida en ese momento era porque en todo lo que quedaba de año era el momento en que sus vacaciones caían juntas.
Al llegar al hotel las recibieron con cócteles, al final no fueron a Las Vegas, escogieron ir a Puerto Plata.
- ¡Me encanta! - dijo Shiori viendo la habitación.
- Escogimos lo mejor, para la mejor. - completa Airi mirando a la Francojaponesa. Que estaba nerviosa por lo que habían planeado sus cinco amigas.
-.-.-.-.-.-
Enji colgó su llamada con Nanami, ella acababa de llegar al aeropuerto en República Dominicana, aquel vuelo de 14 horribles horas. Allá eran las nueve de la mañana mientras que en Japón eran las 10 de la noche. El hombre de cabello rojo aún estaba en la oficina, harto de todo y ahora estaba furioso porque Nanami se fue a la despedida de soltera de la futura mujer de Taishiro.
¡Tres dias!
¿Que clase de locura era esa? Tres días de aquella maldita fiesta, eso con los dos de viaje hacia cinco. Cinco días en los que Nanami estaría alcoholizándose con sus amigas. Aunque lo confortaba el hecho de que ella le dijo que estaría contándole las cosas que haría. A él le gustaba saber de ella.
Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando la puerta de su oficina fue abierta. No se molestó en levantar la vista y se arrepintió de hacerlo para así sacarla a tiempo.
- Tenemos que hablar - dijo Rei sentándose frente a Enji. Los ojos turquesa la miraron con fastidio.
- ¿Que quieres? -
- A mis hijos. Quiero pasar tiempo con ellos. - explicó tomando las manos de su ex-esposo, el la soltó y vio a los ojos grises que Rei poseía.
- Ni siquiera los has llamado, no pasas tiempo con ellos porque no te interesa. En ningún momento lo he prohibido; ¿Que diablos quieres?
- Quiero recuperar a mi familia.
Enji se quedó en silencio ante aquello, estaba harto de que mágicamente a Rei le interesara la familia, cuando aún antes del divorcio ella solo se enfocaba en trabajo e incluso trataba de excluir a sus hijos para acaparar a su esposo.
- Déjate de tonterías, ahora lárgate de mi oficina que estoy a punto de iniciar una video conferencia.- Rei golpeó el escritorio con su puño, ahí empezaría otro de sus ataques de rabia.
- ¿Es por La Niña Yagi? ¡Seguro se están revolcando! Caíste demasiado bajo Enji. - gritó colocándose de pie, se había estrujado el pelo y por consecuencia ahora estaba despeinada.
- Estas delirando.
- ¿Crees que no lo sé? Ella pasa tiempo con mis hijos y contigo. - se acercó al escritorio y se recargó en el levemente - dile a esa niña que se aleje de lo que me pertenece.
- Rei, yo no te pertenezco. Ahora lárgate.
- Caíste muy bajo Enji. Ya están advertidos.
Luego de eso salió, dejando a Enji furioso. Reí estaba loca y el sabía que era casi peligrosa.
-.-.-.-.-.-.-
Un trago a su deliciosa piña colada y tecleó a enviar el mensaje que había escrito para Enji, en Japón seguro eran las dos de la madrugada pero el lo vería al amanecer.
Veía a sus amigas acostadas a la orilla de la piscina fingiendo tomar el sol, lo cierto era que estaban dormidas, no habían ido a sus habitaciones desde el primer día y Nanami estaba sentada en la barra que se ubicaba en el centro de la piscina, la horrible resaca hacia que le molestara el sol incluso con los lentes puestos.
Pidió un shot de tequila para despertarse un poco, su madre siempre lo decía: "la forma de curar la resaca es con más alcohol"
No importa que tanto bebiera, Enji no salía de su cabeza y eso no le gustaba ni un poco. Luego de aquel shot de tequila se bebió lo que quedaba de su piña colada de un trago para pegar su frente a la barra.
Suspiró mientras pensaba en la llamada que tuvieron a las nueve de la mañana, le dijo que se cuidara mucho y la pasara bien.
Aquello hizo que su corazón se acelerara, ella no sentía esas cosas por nadie. No podía estar enamorándose de él futuro socio de su padre.
N/a LEAN HASTA EL FINAL Holi Para quien no sabe yo he estado mal de salud.
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escribo esto desde la clínica. Odio estar aquí. LO DETESTO
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