Nanami se estiró cuando salió de la cama, el horrible dolor de espalda no se le quitaba por el molesto estrés que cargaba durante toda la semana. Desde que había recibido aquella noticia se sentía extraña, ella nunca quiso hijos y eso estaba bien, pero ahora que sabía que no podría cambiar de opinión se sentía extraño.
Frotó su rostro y salió del baño a vestirse, no iría a la oficina ese día y mejor se quedaría vegetando en casa y pensando en aquello.
Volvió a ver su serie favorita, repitió su peluca favorita y ya estaba buscando un anime nuevo para empezar a ver, pero entonces tocaron la puerta.
Su deliciosa comida china había llegado mucho antes de lo esperado. Abrió la puerta y por desgracias no era su alimento.
Rachel, Enji y Amelie estaban frente a ella.
- Estas en pijama. - murmuró Amelie casi para ella misma y Nanami asintió.
- ¡Estas en pijama! - dijo esta vez Rachel en voz alta.
- ¿Por que lo dicen como si están haciendo el mayor descubrimiento del mundo?
- Tu no te quedas todo el día en pijama, tú no eres así.
- Hoy quise.
- Nanami. - habló Enji, provocando el silencio en la mujer de cabello azul. Los tres intrusos entraron y dos de ellos tomaron asiento, La dueña del departamento los siguió con mala cara, no tenía ganas de lidiar con nadie en ese momento.
Rachel fue quien empezó con el largo e interminable sermón de que si algo pasaba ella no podía aislarse de las cosas, Nanami amaba a su hermana pero odiaba con toda su alma el título en psicología que tenía y la forma en la que ella trataba de analizar a todo el que se acercaba.
Nanami suspiró mientras veía a Enji ahí con el rostro serio, sabía que el estaba molesto y parecía no molestarle la híper-verbosidad de su hermana, por otro lado Amelie se había puesto de pie a caminar por la sala o sino terminaría dormida y babeada, ella también odiaba lo lenta que era Rachel.
- ¡Nanami! - Llamó Amelie haciendo que todos la miraran.
Nanami sintió náuseas al ver a su mejor amiga con aquel maldito papel en las manos. Sintió como sus manos temblaban y el pánico incrementó cuando Amelie se puse de pie a examinar el papel.
Ambas mujeres la miraron con el ceño fruncido por la preocupación y el rostro de Nanami seguía calmado mientras moria de pánico.
- ¿Que significa esto? - pregunto su hermana mayor caminando de manera lenta, parecía más afligida que ella misma.
Nanami guardó silencio. No tenía idea de que iba a inventar.
- Nana...
- Es una maldita prueba de fertilidad. - respondió cerrando los ojos. Escuchar hizo provocó la primera reacción de Enji.
Frunció el ceño haciéndola temblar.
- ¿Por que no nos dijiste nada? - cuestionó Amelie. Se arrodilló frente a la de cabello azul mientras tomaba su mano.
- No quiero involucrados. - contestó.
- Estamos para ti.
- Lo se, pero no es necesario que se preocupen, yo estoy perfectamente
Las dos mujeres guardaron silencio. Amelie entendió entre líneas lo que dijo su amiga y se colocó de pie.
- Rachel y yo nos vamos. - dijo la Fracojapomesa.
- ¿Que? ¡No! - se quejó la Yagi mayor.
-Si. - repitió la mujer y Rachel asintió.
Ambas tomaron sus bolsos y salieron dejando a Nanami en frente de Enji. Nanami se puso de pie y camino a la cocina para así poder huir de su novio, era una jugada estupida pero solo eso se le ocurrió.
Ya en el lugar aprovecho para sacar sus palomitas del microondas y al voltearse el de pelo rojo estaba detrás de ella, en la puerta.
- ¿Por que no me dijiste? - pregunto con la voz firme haciendo que su piel se erizara.
- No era importante.
- ¿Desde cuando lo sabes?
- Sabes que tuve que volver. Ese día...
- No tienes que guardarte este tipo de cosas.
- Pero es que no es importante.
- Es importante. - se acercó a ella. - porque tú eres importante para mi.
Nanami se alejó de Los brazos de Enji, sintió el piso resbaloso por el agua que emanaban sus pies.
- No es importante, yo nunca quise hijos así que eso es algo que no importa, ¿si? No hay necesidad de hablar algo que no tiene ningún tipo de importancia. - mordió su labio para que el puchero no saliera. - No es la gran... la gran cosa.
Parpadeo y las lagrimas empezaron a salir de sus ojos, por primera vez Enji veía a Nanami llorar por algo que no era una serie o una película que le había llegado, temblaba como si su ombligo fuese el epicentro de un terremoto. El pánico lo invadió al ver como la mujer más fuerte que conocía se derrumbaba frente a él.
Su único instinto fue abrazarla, ahí de rodillas en el suelo, a los pocos segundo si traje estaba todo mojado como el piso de la cocina, las emociones que Nanami sentía hacían que ella perdiera el control de su particularidad.
- Ya no podré despertar un día y decir "hey, quiero un hijo" - murmuró contra el pecho de Enji. El hombre no entendía el dolor que ella estaba sintiendo
Sabía bien que ella no quería hijos, lo había dejado muy claro. Pero también el podía observar lo bien que se llevaba con los niños. Siempre imagino a Nanami con mínimo dos hijos.
Y ahora eso se había esfumado.
Dejándola en un charco con lágrimas.
- Estoy aquí para ti pequeña, lo estoy.
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Fuego Fatuo- Enji Todoroki TERMINADA
Fanfiction"Hay cierto placer en bailar descalzo al borde del precipicio que solo el condenado conoce" Algunos nadan en llamas y otros se queman con gotas de agua. Nanami y Enji iban a descubrir eso del modo difícil, dos seres completamente opuestos que aparen...