"Hay cierto placer en bailar descalzo al borde del precipicio que solo el condenado conoce"
Algunos nadan en llamas y otros se queman con gotas de agua.
Nanami y Enji iban a descubrir eso del modo difícil, dos seres completamente opuestos que aparen...
Enji volvió a marcar el número que ya sabía que memoria. Nanami tenía una hora y media de retraso y aún no había dado una excusa. Ni siquiera había contestado el teléfono y eso que ella vivía con el aparato prácticamente pegado a su mano.
¿Y si llamaba a Megumi o a Toshinori? Quizás eso sería demasiado.
Y mientras el se debatía si telefono empezó a sonar con el nombre de Touya en la pantalla.
— ¿Todo bien?
— ¡Papá, mamá acaba de llamar! — grito el mayor de sus hijos por el teléfono.
— ¿Que?
— Dijo algo de Nanami, tengo miedo que le haga daño. Papá... — la voz de Touya empezó a quebrarse. — no quiero que la dañe otra vez...
— Cierren todo y activen las alarmas.
Luego de eso colgó. Continuó marcando el número de Nanami como si fuera un desquiciado y aún seguía sin contestar. ¡Maldita sea! Estaba al borde y debía controlarse para no incinerar el teléfono.
Si su madre aún estuviese viva el le diría en su cara que el tenía razón que Rei estaba completamente loca aunque por fuera era una mujer totalmente hermosa, pero no, por dentro estaba muy desequilibrada.
Mientras intentaba tener una idea de lo que podía hacer para encontrar a Nanami una llamada de un número desconocido entró a su celular. Dudo unos segundos en contestar pero termino haciéndolo.
— ¿Bueno?
— ¿Todoroki Enji? — Dijo el individuo del otro lado de la línea.
— soy yo, ¿Que sucede?
— Verá, su número es el único que se encuentra en las pertenencias de la señorita Yagi Nanami. Está ingresando ahora mismo al hospital central por un accidente del que formó parte.
Enji se subió al auto y de camino al hospital llamó a los padres de Nanami y también a Taishiro ya que no pudo comunicarse con Amelie. Hizo un par de llamadas a la compañía que le enviaba guardaespaldas para solicitar unos cuantos más y con la policía se encontraría en la clínica.
Llegó en menos de cinco minutos y agradeció de que la prensa aún no se había enterado y que gracias a eso no habían rodeado el hospital.
En la recepción pregunto por su prometida y le indicaron que se encontraba en el quirófano haciéndole un supuesto proceso sencillo.
Los policías le entrevistaron, le hicieron preguntas que simplemente lo irritaban y le dijeron que aquel accidente pareció a propósito, le mostraron fotos de la escena y su corazón se aceleró. El auto de Nanami estaba de cabeza, no sabía cuánto tiempo ella estuvo encerrada ahí ni cómo se sintió.
Les dio una copia de la orden de alejamiento de su ex-esposa como también una foto de ella, iban a colocar policías en cubierto en la zona cercana al hospital y Enji agradeció eso. Anotó que debía donar más dinero a la policía el próximo mes.
Luego de eso Toshinori y Megumi llegaron preocupados por Nanami.
— ¿Que sucedió? — preguntó la mujer de cabello azul.
— Un accidente de auto. Esta en el quirófano y aún no me dan información sobre eso. — les informó a sus suegros.
— Estuve escuchando las noticias, ¿tienen algún sospechoso? — Pregunto Toshinori mientras limpiaba el sudor de su frente, estaba muy preocupado por su hija menor.
— Mi Ex-esposa.
Aquello hizo que se formara un silencio. Los tres tomaron asiento y quince minutos más tarde Amelie y Taishiro llegaron, tan ansioso como ellos. Esta vez quien dio la información fue Megumi. Enji solo caminaba de un lado a otro por la ansiedad que le generaba no tener información.
— ¿Nanami Yagi? — dijo un hombre con guantes y una mascarilla. Ya había pasado una hora y los que estaban sentados se colocaron de pie.
— Somos su familia. — Hablo firme el rubio.
— Todo salió bien. Durante el accidente tuvo varios golpes en la cabeza por lo que había una presión intracranial. La Joven Yagi ya se encuentra estable, pueden pasar a su habitación. Seguro saldrá de la anestesia en unos minutos.
Así lo hicieron. Cada quien tomó un asiento y solo la miraban, se encontraba pálida y con algunos morteros y cortaduras en el rostro.
— ¿Por qué parece un funeral? — Murmuró la rubia, los presentes se quedaron viéndola fijamente y Megumi no pudo contener las lágrimas. Enji fue el primero en abrazarla ya que estaba más cerca.
— Me diste un gran susto.
— Tranquilo, no será tan fácil que te deshagas de mi.
— Te amo. — dijo Enji en su oído.
— Yo te amo más.
-.-.-.-.-.-
— ¡Quiero una hamburguesa! ¿Como esperan que me recupere con tan poca comida?
— Deja de gritar. — Exigió Amelie viéndola molesta.
— No quiero.
—Enji te traerá algo de comer en un rato.
Nanami suspiro y continuó en su teléfono. Recordaba el accidente de forma vaga pero sabía muy bien que en el momento no le dolió tanto, ni siquiera sintió todos los golpes y cortadas que tenía.
Una notificación en su teléfono la sacó de sus pensamientos.
Un mensaje de Amelie, entro y era el link de una noticia.
