Cada aliento que tomes, cada movimiento que hagas, cada atadura que rompas, cada paso que des, te estaré vigilando.
La música sonaba mientras el Offender giraba por la habitación, sus pasos eran una suma de saltos y vueltas a lo largo del cuarto de ladrillo. Cargaba en su mano izquierda dardos. Un nuevo verso que cantaba era un nuevo dardo lanzado hacia las fotografías.
Todos y cada uno de los días, y cada palabra que digas, cada juego que juegues, cada noche que te quedes, te estaré vigilando.
Se detuvo a observar una de las fotografías, miraba con atención esos ojos azules que parecían incitarle a seguir.
¿No puedes ver que tú me perteneces? Como duele mi pobre corazón con cada paso que das.
El chico sonreía en cada una de las fotos. ¿El problema? Las sonrisas no eran para él. Ni una sola sonrisa.
Cada movimiento que hagas, y cada promesa que rompas, cada sonrisa que finjas, cada parte que reclames, te estaré vigilando.
El Offender alzó la vista de la fotografía para colocarla al centro del muro en la pared, marcando el objetivo de su plan.
Desde que te has marchado estoy perdido sin un rastro, sueño por la noche y solo veo tu rostro, busco alrededor, pero eres tú lo que no puedo reemplazar, me siento tan frío y anhelo tu abrazo.
En el muro se encontraban un sinfín de fotografías de diferentes personas, recortes, papeles institucionales y notas. Cada uno de los objetos tenía en su extremo un hilo rojo que conectaba hacia el centro, como un sistema de venas, todos llevaban a lo más importante: La fotografía de Alexander Lightwood.
¿No puedes ver, Alexander, que tú me perteneces?
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Every Breath You Take (Malec)
Mystery / ThrillerCada aliento que tomes, cada movimiento que hagas, cada atadura que rompas, cada paso que des, te estaré vigilando. Todos y cada uno de los días, y cada palabra que digas, cada juego que juegues, cada noche que te quedes, te estaré vigilando. ¿No pu...