- 19. La ventana indiscreta -

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8 días antes de la Colisión.


A L E X A N D E R


El sudor resbalaba sobre la frente de Alexander, sus articulaciones dolían y su garganta estaba seca, necesitaba parar, pero no podía, así que siguió corriendo adentrándose cada vez más a los pasillos oscuros del lugar sin nombre. Alexander corrió siguiendo una luz, pero esta se alejaba cada vez más.

Se detuvo para tomar un respiro, pero escucho su nombre, una voz muy conocida lo llamaba, su cuerpo se relajó pensando que había encontrado un lugar seguro. El dueño de la voz se acercó tanto que Alexander lo pudo escuchar susurrar en su oído, la voz que había creído reconocer era diferente ahora, estaba distorsionada al igual que el dueño.

Alec se quedó sin aire por unos momentos, pero comenzó a correr de nuevo, finalmente alcanzando la luz, cerró sus ojos y extendió sus manos esperando esa ansiada liberación, una mano tomó fuerte la muñeca de Alexander, aferrándose a su carne y sumergiéndolo en la oscuridad.

Alexander gritó.

—Shh, calma, Alec. Estoy aquí.

Alexander abrió los ojos temiendo encontrarse con la abrumadora oscuridad, en lugar de eso se encontró con los grandes ojos de Isabelle que lo miraban con preocupación.

Isabelle le sonrió, una sonrisa de comprensión y entendimiento. Abrazó a Alec con todas sus fuerzas.

—¿Mejor?

—Sí. Lo siento, si te desperté.

—Alec, es medio día—Izzy rió—. Todos están despiertos desde hace rato.

—Ha sido una noche difícil.

—Las pesadillas no se van, ¿cierto?

Alexander negó. —No lo entiendo, escucho a alguien y he llegado a ver su silueta, pero nunca puedo ver su rostro y cada vez se vuelve más...aterrador.

Izzy se sentía como una mala hermana en esos momentos, era difícil ver que tu hermano mayor, aquel que veías invencible, se rompía a veces, pero lo que dolía es que ella no sabía cómo recoger esos pedazos y traerlos de vuelta, porque en el fondo sabía que podía intentarlo mil veces, pegar y reparar, pero nunca volvería a ser el mismo. El Alec que ella había conocido había cambiado, lo habían obligado a hacerlo.

—No, no pongas esa cara—Alexander tomó las manos de Izzy—.Sé lo que piensas y sé como me veo, pero te prometo Izzy que volveré a estar en pie, todo volverá a ser lo que era.

Izzy se rompió. —Es solo que extraño a Jace, siento que él sería más útil para ti, mírame Alec, no he hecho nada por ayudarte, los abrazos y el té no curan nada.

—Yo también le extraño, pero no porque sea mejor que tú o alguien más, es por todo lo que era, no te menosprecies, Izzy, has ayudado. Tú, mamá y Max son la razón por la que no puedo dejarme hundir. Después de perder a papá, y ahora a Jace. Ustedes son toda la familia que me queda.

—Estuve investigando la manera de ayudarte—Izzy se apenó ante la mirada de Alexander—. Dicen que es buena hablar o distraerte.

—Bien, hablemos.

Al ver que Alexander no hablaba habló ella. —¿Estás así por la nota o por lo que Matías hizo?

—Ambas, Matías confesó que hizo lo que hizo por mí. Izzy, mató a Jace por mí.

—Alexander, esa fue la decisión de Matías, tú no deberías sentirte culpable, quizá Matías buscaba la manera de crear sospechas a tu alrededor, ya sabes, haciéndose la víctima.

Every Breath You Take (Malec)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora