03·•Un poco de todo•·

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Lo encontraba fascinante
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Yoongi a descubierto entre maldades que al moreno le enfurecía que nos habláramos e incluso que estuviéramos juntos, convirtiéndose en su nuevo pasatiempo favorito aparte de fumar, así que cuando golpea con su rodilla el costado de mi pierna, me obliga apartar la mirada de ambos castaños que se abrazan entre ellos gritando con el miedo en cada entonación,  su mirada divertida me toma por sorpresa unos cuantos segundos, ladeo la cabeza mostrando mi confusión. En un rápido movimiento sus iris señalaron al otro espacio donde se encontraba Taehyung, el cual nos observaba con irritación para nada discreta.
Lo miro nuevamente pero esta vez con una sonrisa corta e insinuante, era divertido y fácil hacer enojar a Taehyung que resultaba maravillosamente entretenido, Yoongi me sonrió devuelta, con la maldad pintando sus labios. Acortó el poco espacio que nos separa en el sillón, quedando prácticamente pegado a mí. Pasa uno de sus brazos sobre mis hombros aún sin dejar de sonreír finge mirar la película.

Por un momento pienso que perderé el control y romperé con una carcajada, pero me obligo a mantenerme seria como si aquello fuese de lo más normal entre nosotros.
Pasan unos cuantos minutos antes de que la voz grave de Taehyung interrumpiera nuestra escena.

—Bae, necesito hablar contigo—los hombros del blanquecino se movieron levemente y aún sin verlo sé que se encontraba riendo, era como un niño haciendo una travesura.

Gruño levemente antes de que con pereza me levante del mullido sillón, sin verlo, tomo el final de mi vestido para bajar lo que se había subido al sentarme, una vez conforme me dirijo al baño con velocidad, adentrándome.

Me miro unos segundos en el espejo, sin poder aguantar, sonrío, sé exactamente el porque de mi vestido y maquillaje, sintiéndome estúpida por el simple hecho de que era una costumbre que acabáramos en este mismo cuarto mientras los demás se encontraban mirando la película. Cuando el rechinido de la puerta se hace presente, me giro sobre mis talones, apoyándome sobre el lavabo.

—¿Qué infiernos se supone que haces Nahee?—mi piel entera se eriza ante el gruñido grave que suelta, mirándome con enojo, sabía perfectamente que significaba que me hablara por mi nombre y no por mi apellido, era extraño y me hacía sentir como si acabara de hacer un pecado.

—No se de que mierdas hablas—alego con hipocresía, cruzo ambos brazos sobre mi pecho, en un intento tal vez, de verme segura. Una sonrisa sarcástica se asoma sobre sus labios, sin dejar de verme, se mueve a grandes zancadas hasta terminar enfrente mío, tan cerca que puedo sentir la calidez de su cuerpo y su respiración mezclándose con la mía.

Esto era perfecto, había algo tan fascinante en hacer enojar a Taehyung que me causaba esa extraña sensación que me hacía pensar que me encontraba al borde de una crisis terrible.

—¿Sabes que podríamos estar haciendo ahora?—acercando mi rostro al suyo (aprovechando sus movimientos) susurro contra su oído, rozando mis labios contra el lóbulo de su oreja, dándole una pequeña pista tomo la orilla de su camiseta blanca, jalando sólo un poco hacia arriba, suelta un jadeo ronco, sonrío—, claro que lo sabes, siempre lo hacíamos, ¿por que amas eso, no? Te pone que todos estén afuera, y aún cuando se dan una idea de que es lo que hacemos, te gusta recordárselos—sus manos toman posesivamente mis caderas, presionando con fuerza, colando una de mis piernas entre las suyas.

—Bae—suelta con voz grave, tal como un pequeño gruñido que puso mi pulso a trabajar de forma desesperada y que mi cuerpo entero se tensa en respuesta, era una clara evidencia que empezaba a perder el control.

—Es una lástima—digo con una pena fingida, pego mi cuerpo al suyo causando que mi pierna rozara cierta parte y un gemido bajo brotará con gravedad de su garganta—, tenía tantas ganas de ver cómo es que esta vez me quitarías el vestido o en donde lo haríamos—pase mi lengua rápidamente entre mis labios antes de pasarlos por su mandíbula, siento como sus músculos se contraen ante el contacto originando que sonría y me atreva a morder con suavidad, sus dedos empiezan a tantear la tela del vestido negro hasta toparse con el discreto cierre, jugando con el broche y mirándome con diversión e intensidad.

—Una verdadera lastima—concuerda distraído, sus dedos empezando a bajar el cierre del vestido mientras sus labios rozan la piel de mi cuello y parte de mi hombro. Suelto un jadeo cuando lame y chupa mi piel, el ardor instalándose en esa zona. Sonrío satisfecha cuando baja totalmente el cierre, tomándose su tiempo en acariciar la nueva parte descubierta, dejando  rastro de su calidez.

Todo estaba lo planeado.

—HeeSun a de sentirse afortunada—comento con inocencia a su vez que paso mis manos bajo la tela de su camisa, su abdomen contrayéndose ante mis caricias.

—¿Quién?—pregunta confundido aun con sus labios contra mi cuello y sus manos tanteando todo lo que pueda, suelto una pequeña carcajada, aparto sus manos moviéndome lejos de él.

—Tu novia Tae, tu nunca le serías infiel, ¿no fue por eso que rompiste el acuerdo?—le provoque, definitivamente esto era mejor. Una sonrisa incrédula se pintó en sus labios rojizos, detallando la tentación, su mirada quemándome por completo haciéndome saber que me esperaba algo mucho peor, después de todo, soy quién el quiso que fuera, como un artista que muestra lo que él es y no lo que la modelo es realmente, siendo la ocasión entre el lienzo y la pintura.

—¿Segura que quieres esto?—cuestiona con entonación lánguida, le regalo una pequeña sonrisa mientras con poca destreza intento subir el cierre de mi vestido. Aguanto la respiración cuando lo observo caminar con lentitud hacia mí, colocándose atrás mío y tomando nuevamente el cierre, aunque en esta ocasión subiéndolo por completo.

—No sé de qué hablas, sólo evitaba que hicieras algo que seguramente te arrepentirás—le informo, aún con los nervios explotando cada parte de mi cuerpo me obligó a seguir, una de sus manos aleja mi cabello, exponiendo la tierna piel de mi cuello.

Exhaló temblorosa cuando sus labios presionan en la curvatura de mi hombro, tan suave y efímero. Su aliento chocando contra mi perfil.

—Por supuesto—dice entre risas, se aleja de mí, se para por breves segundo enfrente mío y le toma otros segundos para mirarme y darme un casto beso en la comisura de mi labios, tiemblo ligeramente provocándole un sonrisa encantadora y que en muchas ocasiones hace cosas locas en mí—, me alegra tenerte como amiga Bae.

Lo miro tomar el pomo de la puerta para después abrirla y salir del baño.

Joder, esto sería más complicado de lo que había pensado. Tomo una respiración profunda antes de copiar las mismas acciones que el moreno.

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El anterior capítulo les había agradecido por las 100 lecturas y ahora les agradezco por las casi 200, enserio gracias a las que leen este fic 💖 Trataré de actualizar más seguido.
Las amo.

Friendship rules | kth,jjk (Rules #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora