Que dulce es saber que te acabe.
•••Su boca tenía aquel sabor dulzón combinado con el amargo del alcohol, no obstante seguía siendo maravilloso el desastre de beso que empezó. El frío de sus manos me hicieron maldecir, y de forma inmediata tomar entre las mías sus muñecas y forzar a terminar el contacto. Tal acción pareció darle un incentivo a la brusquedad retenida y comenzar el trabajo que vino a realizar. Deshaciéndose del agarre, toma las orillas de mi camiseta jalandola hacia arriba, obligándome entre torpes movimientos a levantar mis brazos y sacar la prenda.
-Vamos Bae, te necesito-murmura con entonación grave y pastosa, los vellos de mi nuca se erizan ante la necesidad que escurre en cada sílaba pronunciada. Su lengua recorre en un movimiento sucio y mojado mi labio inferior, tentando y jugando, con las yemas de sus dedos se encarga de recorrer la piel expuesta de mi abdomen y como si se tratara de algo valioso, deja que cada toque sea dulce y delicado, un contraste patético ante la furia que parecía descargar sobre mis labios, que sin esperar una respuesta, volvió a tomar como si fueran suyos.
Contagiada por la necesidad y la muestra de una desesperación lasciva, dejo que mis propias manos vayan directamente a la espalda de Taehyung, tomando con una fuerza bruta la tela suave de su camiseta negra, el derecho de su persona me hace mostrar mi enojo y desesperación.
Mis decisiones nunca fueron buenas y a decir verdad, nunca lo serán, porque mientras siga enamorada de él, cada una de ellas serán para destrozarlo tanto como lo hace conmigo. Sabía que, en algún momento él caería y ese día, sería yo quién no esté a su disposición.
Jure nunca depender de alguien, y por sobre todo, los juegos amorosos los borraba de mi vida.
Sacando con la misma torpeza su camisa, dejo que las palmas de mis manos recorran todo lo que pueden, memorizando y disfrutando de lo que sería mi última vez. Dejando que un gemido brote de su garganta, sus manos tiran de mis caderas hasta dejarme nuevamente sobre el suelo, y sin esperar un segundo, con la agilidad que le caracteriza, desabrocha mi pantalón. Bajándolo junto con mi ropa interior, deja que me encargué de lo demás.
-¿Y HeeSun?-aunque la pregunta queme, me permití hablar entre fatigoso aliento, mis cuerdas vocales saboreando cada palabra antes de que mi cerebro procese lo expuesto. Fue inevitable sentir aquella pesadez de estupidez y para recompensar el desliz, repito sus acciones y desabrochó su ajustado pantalón.
Advertí con rapidez su sonrojo, que sin intentar disimularlo me mira directamente a los ojos.
-Le mentí-susurra con una mezcla de esfuerzo y confusión, tal como si aquello le hubiera sacado de balance. Sin permitir que volviera a pronunciar palabra, se agacha lo suficiente para deslizar sus manos en la parte trasera de mis piernas y aplicar la fuerza correcta hasta alzarme y dejar que mis piernas se enreden sobre sus caderas.
Caminando con destreza, deja que mi espalda choque con la pared más cercana, quitando una de sus manos, baja lo suficiente su ropa inferior. Un jadeo sonoro se escabulle de mis labios al sentir su erección, y sin preámbulo alguno, se desliza dentro de mí.
Sus ojos delatando su ansiedad y desesperación por aquello, el brillo y la dilatación de ellos me dejan en un mar de sensaciones exhaustivas, de emociones que son difíciles de controlar. Como si aquello fuera lo que estuvo esperando por meses, sus labios atacan en un movimiento ni brusco pero mucho menos suave, la sensible piel de mi cuello, a su vez que sus manos seguían aferradas a mis muslos.
Me mordí el labio para reprimir un gemido cuando empezó a moverse contra mí mientras sus labios empezaban un juego pecaminoso con la piel de mis clavículas, dejando en momentos pequeños mordiscos y succiones que dejaran evidencia la escena. A pesar que mi espalda chocaba con la dureza de la pared ante cada arremetida, no me atreví a reclamarle; Taehyung no era la clase de chico dulce a la hora de tener sexo. Era más bien brusco.
-Joder.
Los improperios y maldiciones empezaban a salir como si fueran palabras suaves y llenas de dulzura, el ruido de pieles haciendo eco por todo el espacio que resultaba bochornoso y los gemidos y jadeos resultaban abrumadores. Rodeo su cuello con ambos brazos, dejando leves suspiros contra su oído cuando los movimientos resultan demoledores.
Quería esto tanto como él, pero no puedo evitar sentirme satisfecha ante mis planes. Dejando que tome de nuevo mis labios, me dejó llevar en lo que queda del encuentro.
Con ambas respiraciones erráticas y después de lo que parecen horas, ambos terminamos exhaustos, con la piel perlada por el sudor y la fuerza de cada músculo adormecido. Me permito apoyar mi frente contra su hombro y él a su vez deja su cuerpo completamente pegado al mío, sus labios dejan un pequeño beso en la curvatura de mi hombro, como un suave mimo.
Recuperando algo de estabilidad, me muevo lo suficiente para hacerle separar, y aun cuando siento mis piernas temblorosas, me dirijo con rapidez hacia mi ropa, dejando a un confundido Taehyung.
-¿Qué demonios haces?-colocándome correctamente mi camisa, volteo sobre mis talones. Una sonrisa descarada pinta mis hinchados labios y antes de permitirme hablar, dejo que el recuerdo de aquella vez me inunde. El alcohol y alguna otra sustancia que tome sin autorización, la fingida preocupación de Taehyung, el primer beso, la primera caricia derrochando inocencia no tenida. Las emociones exageradas y la propuesta de sentimientos que solo sirvieron para aceptar entre balbuceos, ir a su cama.
Sin borrar mi sonrisa, deslizo mi ropa interior entre mis piernas, y aun con la humedad, me pongo mis pantalones. Taehyung siempre había tenido la capacidad de hacerme flaquear, una bonita sonrisa y todo se arreglaba en donde pudiéramos.
Era dulce saber que ahora sería yo la que terminaría aquello, pero también era una sensación ácida dejarlo ir.
-Conocí a alguien Kim-hable con fingida dulzura, sus facciones antes relajadas por el buen orgasmo se transforman en unas enfurecidas y confundidas, tomando del suelo su camisa se la lanzo. Sentía mi corazón pegar de forma dolorosa contra mi pecho, y a pesar del miedo que me embargo, deje que mi rostro se mantuviera neutro con pequeños destellos de burles.
La incredulidad se arremolinan en su rostro, tal vez pensando que era parte de una mala broma. Formando una sonrisa maliciosa, humedece con rapidez sus labios.
-¿Tendría que importarme?-masculla, con perezosos movimientos empieza a vestirse, y con total indiferencia ante mis palabras me mira serio-no hay exclusividad Bae, lo sabes perfectamente, tu linda firma está en el contrato.
Aprieto mi mandíbula furiosa antes de forzarme a relajarme, con la sangre burbujeando del enojo, recuerdo perfectamente sus palabras cuando menciono la existencia de HeeSun. Con una leve sonrisa, me acerco a grandes zancadas, me permito dejar un casto beso sobre la comisura de sus labios antes de empezar a negar con la cabeza.
-¿Contrato? Olvídalo, eres libre Kim Taehyung-la satisfacción me inunda al ver su entrecejo fruncirse-, tomalo como una despedida, porque lo mío va más que una simple follada.
•••
Por fin se viene lo que muchas esperaron desde el inicio; el drama que se viene. Si hay algún error no duden en decirme.
Ya casi los 40k, enserio no hay palabras para agradecerles todo lo que hacen por mí, lo siento por hacerlas esperar pero la universidad me tiene loca. Espero actualizar más seguido.
Muchas gracias por todo ❤️
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Friendship rules | kth,jjk (Rules #1)
FanfictionUn juego donde el primero en confesar su amor pierde y Bae Nahee sabe que ella no será la primera en caer. •Heterosexual •Lenguaje vulgar. •No se aceptan copias o adaptaciones. •Los errores ortográficos serán arreglados pronto.