Escondías tus miedos.
•••—Eres un maldito idiota Kim—bajo del auto con rapidez, el enojo invadiendo cada centímetro de mi cuerpo, dejo cerrar la puerta con fuerza ocasionando un estruendoso ruido, hasta ese momento no me importó que el carro fuera nuevo y que tal vez Taehyung me mataría por ello.
Arreglando lo mejor posible mi atuendo, avanzo a la farmacia, el calor tiñendo mis mejillas por la vergüenza. La señora atrás del mostrador me regala una sonrisa amable, una que trato de devolverle pero en vez de ella una mueca incómoda surca mis labios.
Me apresuro hasta el pasillo donde seguramente estén las pastillas anticonceptivas, con mis botas repiqueteando el suelo, me muevo con velocidad a la estantería con unas cuantas cajas de medicamentos. Revisando cada una, tomo la más confiable, esto no estaría pasando si Taehyung no se hubiera olvidado de ponerse un condón y si yo no hubiera estado lo suficiente perdida en las sensaciones para recordarle.
Cuando el momento de calentura bajo, ambos recordamos el condón en la guantera del carro y el pánico se adueñó de nuestras facciones tan rápido. Un bebé era lo que menos queríamos.
El sonido de la corriente eléctrica y el párpado continuo de las lámparas le da un ambiente tenebroso y que sólo sirve para que mis nervios me hagan temblar del miedo. Estábamos lejos del centro de Seúl y era lo suficiente noche como para que mi padre me castigue por unas cuantas semanas, pero Taehyung insistió tanto en el tema de que podríamos ser vistos que terminó hacerme sentir como su aventurilla, tal como una chica de compañía.
Un suspiro tembloroso brota inconscientemente de mí, obligó a mis manos tomar con firmeza la pequeña caja de pastillas y avanzar hasta el mostrador. Sin embargo un ruido proveniente del otro pasillo arruina mis planes, miro por el espejo redondo–algo sucio y descuidado–, y me permito observar a la persona que en movimientos ágiles y rápidos se encarga de meter montones de medicamentos dentro de su mochila, dando de vez en cuando miradas a sus lados. Podía asegurar que no iba a pagar por ellos. No me sorprendía, estábamos cerca de una de las zonas más bajas.
Saco la tarjeta que Taehyung me entregó antes de salir del auto–que era una extensión de la de su padre–de mi bolsillo trasero, no creo que gastar un poco más sea gran cosa para los Kim. Así que aún con el miedo y la especulación, voy al otro pasillo, acercándome con cautela tal como si estuviera adelante de un animal peligroso.
—Yo puedo pagar por ello—mi voz sale apenas como un fino hilo de susurro pero el pavor de estar metiéndome en problemas comienza alertarme de todas las formas posibles.
La mochila cae con estruendo y las cajas en sus manos son soltadas provocando un ruido difícilmente de pasar por alto, el sobresalto es evidente en la persona y no es hasta que gira para encargarme que siento que todo es una mala broma, el color en su cara se torna pálida y por un momento jure que se desmayaría del susto. Abro la boca sorprendida sin atreverme a dejar salir alguna palabra, su cabello castaño algo revuelto caía sobre su frente como un flequillo, su ropa era algo que no estaba acostumbrada a ver en él puesto que siempre lo veía con ropas negras pero no negaré que la camisa de cuadros de color rojiza encima de una playera blanca junto con sus pantalones negros le daban un aspecto diferente y terriblemente atractivo.
—¿Qué mierda haces Jungkook?—hablo finalmente cuando siento que mi voz vuelve a la normalidad, mira nervioso los pasillos y no pierde el tiempo en tomar nuevamente la mochila y meter los medicamentos faltantes.
—Metete en tus asuntos—suelta con brusquedad pero pudo percibir el temor, sus manos tiemblan ligeramente y entonces supe que realmente pensaba robar.
Tomo de su muñeca cuando hace amago de irse corriendo, frunzo el ceño.
—¿Acaso eres idiota?—jala con fuerza su brazo, desequilibrándome por un momento, pensaba reprocharle pero la desesperación en sus ojos me hizo callar y a tomar, tal vez, la peor decisión—, iré apagar lo que tome y tu sal.
Sin esperar alguna queja, me dirigí a la caja donde se encontraba la señora que con una amable sonrisa me cobró y donde no dude en entender la tarjeta, por el rabillo del ojo vi salir a Jungkook en silencio y un enorme alivio se expandió en mi pecho, mi cuerpo entero temblaba y el solo pensar que lo descubrieran me aterrorizaba.
Tomo la bolsa transparente y la tarjeta con una pequeña sonrisa, hago una leve reverencia antes de salir del lugar.El aire gélido golpea mi cuerpo en una ráfaga rápida, que no dudo en meter mis manos sobre el suéter que tome de Taehyung y obligarme a caminar más rápido hacia el auto. Pero incluso antes de abrir la puerta del coche de un desesperado pelinegro, me permito examinar acada rincón de la calle teniendo la esperanza de encontrarlo.
Y tal vez sea que el interés que tengo con él hace que la decepción de no encontrarlo tome un sabor amargo en mi paladar. Asi que sin más me adentro nuevamente al auto, sin atreverme a mirar a Taehyung.
—¿Por qué tardaste? Joder Bae, estamos en guryong y no es precisamente el lugar más seguro—reclama a su vez que enciende el auto y se adentra a calles en plena oscuridad.
Tenía tanta razón que no pude recordar a Jungkook, ¿acaso vivía aquí? Las casas no eran seguras y muchas de ellas estaban demasiadas viejas para que alguien pudiera vivir en ellas.
A pesar de que Corea es un país desarrollado, con una economía alta no hace falta ir demasiado lejos para encontrar lo que el país tanto oculta, todos sabemos que la gente de Guryong vive en refugios que hacen de casas, formados con pedazos de madera, metal y plástico, un contraste tan contradictorio de Gangnam. Pero nadie hace nada para ayudarlos y es preferible mantenernos en la ignorancia. Al país hace mucho que prefiere esconder la parte oscura y mostrar sólo lo bueno.
—Fuiste tú quien insisto en venir aquí—le recuerdo furiosa, chasqueo la lengua y guardo silencio, sólo quería llegar a mi casa y dormir para dejar de pensar en el castaño.
🔸🔸
Si hay algún error ortográfico agradecería que lo dejaran en los comentarios 💖
Además quería agradecerles, este fic casi llega a los 3k y en verdad agradezco a las personas que se toman el tiempo de leerlo.
ESTÁS LEYENDO
Friendship rules | kth,jjk (Rules #1)
FanfictionUn juego donde el primero en confesar su amor pierde y Bae Nahee sabe que ella no será la primera en caer. •Heterosexual •Lenguaje vulgar. •No se aceptan copias o adaptaciones. •Los errores ortográficos serán arreglados pronto.