029·•carpe díem•·

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Partes totalmente omitibles (1/2)

Vive el momento, de eso se trata, ¿cierto?
•••

El disgusto en sus facciones eran tan divertidas como ver una serie cómica, demostrándome que el alcohol y las fiestas eran un mundo tan ajeno para él como lo era para HeeSun.

—Esto es asqueroso—la mueca mostrando su asco por la bebida solo me hace reír con suavidad, quitando el vaso de su mano la sustituyo por una botella de agua.

El suspiro lleno de agradecimiento y alivio me dejó más que satisfecha. A comparación con Taehyung, no quería forzar a mi novio, algo que el moreno estaba pasando por alto con su pareja que a este punto de la fiesta parecía querer vomitar con solo el olor del abundante alcohol. No obstante, la falsedad de degustación se hacía distinta cuando Taehyung la miraba.

—¿Ella está bien?—la pregunta me dejó por segundos confundida pero el entendimiento de ella sólo hizo que un rastro de cariño y afecto me atravesara, sin embargo apenas los ojos de HeeSun chocaron con los míos, levanto mi propio vaso antes de inclinarlo sobre mi boca y terminar la bebida que Jungkook dejo, viéndose obligada a corresponder da un sorbo a su vaso—, eres mala, bonita.

Dejando el vaso vacío le muestro la mejor sonrisa inocente que puedo crear, sus ojos brillan en respuesta de mis gestos, enseñándome la adoración y devoción que me tenía cada día que pasaba. Era una de las tantas veces que el miedo de caer en el entendimiento sobre mi situación me embargaba por completo, el contraste entre dos relaciones, el antes y el después. Todo aquello era un desastre de confusiones que tarde o temprano tenía que resolver; porque el amor no lo es todo, la confianza era algo que yo parecía mostrar pero que en Jungkook era inexistente.

—Nunca dije ser buena—me encogo de hombros en un acto perezoso, quitándole importancia al asunto de mis pequeñas maldades, incluso al propio Taehyung parecían divertirle de sobremanera—, ven, te mostraré algo.

Sin pedir permiso y tomando toda la confianza que un bebé le puede dar a su madre, tome su mano y jale lo suficiente para que empezará a caminar detrás de mí. Tal vez fue el descaro o la evidente emoción que se mostraba en mis facciones a pesar de haber querido estúpidamente de ocultarlas que Hoseok apenas verme dirigirnos a las escaleras lanzó un par de llaves que tome gustosa.

Apresurando el paso, obligo prácticamente a mi acompañante a subir los escalones entre tropezones. Decir que no estaba emocionada por lo que estaba apunto de hacer sería decir la blasfemia más pura. Mi pulso brincaba con emoción y mi sonrisa parecía decir mejor lo que sentía en esos instantes.

Abriéndonos paso en el pasillo, abro el cuarto que tan bien conocía, adentrando a Jungkook con un suave empujón al ver su poca iniciativa en nuestra actividad. Era como si el miedo se sobrepusiera por la curiosidad y el deseo.

Soltando su mano, cierro la puerta e inmediatamente busco su llave. El clic suena como una hermosa y melódica campanilla para mí pero seguramente para Jungkook sonaba como su perdición.

Lanzando las llaves, tomo un puñado de la tela de la desgastada sudadera que lleva puesta, hacer aquello ya parecía una costumbre, incluso en estos instantes no podía recordar algún beso que Jungkook iniciará por cuenta propia.

Jalandolo hacia mí con algo más que brusquedad y evadiendo la sorpresa en cada uno de sus músculos, busco sus labios con la urgencia de alguien que no lo había hecho en años. La necesidad de un contacto que no era tan frecuente era como la droga que anhelaba con tanta fuerza que podía impresionar a cualquiera. Correspondiendo el cambio brusco de mis acciones impertinentes, refuerza el contacto de nuestras bocas, dejándome sentir los suaves y acolchonados labios que tenía permitido saborear, el insípido sabor alcohol en su boca era un mezcolanza con otros sabores mucho mas dulces, mucho más él.

Dejando libre la tela de su suéter, arrastro ambas manos en busca de las hebras sedosas, permitiendo a mis dedos tomar pequeños puñados de él y jalar lo suficiente para provocar un jadeo ronco. Respondiendo al estímulo sus propias manos, toman mis caderas con la fuerza pertinente, dejando claro el deseo y la excitación que le proporcionaba aquel beso perezoso.

Era un beso profundo que marcaba un ritmo demasiado lento para lo que necesitábamos, para lo que tanto esperábamos. Delineando con mi lengua su labio inferior lo incentivé abrir su boca, acción que realizó casi con gusto. El sonido húmedo y nuestras respiraciones aceleradas era lo único que se podía escuchar en el cuarto a pesar de la estridente música que estaba afuera de ella.

El nuevo beso pareció encender algo en Jungkook que marcó un nuevo ritmo, devastador pero terriblemente satisfactorio que me dejaba con ganas de más, era como un pequeño dolor de no poder tener suficiente como si aquella batalla con nuestras lenguas y la ferocidad en la que nuestros labios se encontraban fuera algo insulso. Incluso en el momento que dejé escapar de mi garganta un gimoteo lleno de frustración pareció llenar de aquel sentimiento funesto a Jungkook, que sin saber cómo aliviar toda aquella masa de necesidad lasciva, dejo que sus manos explorarán cada rincón posible de mi cuerpo, frotando y acariciando.

Rompiendo el beso con unos más castos y continuos, lo llevo directamente hacia la cama, lugar que me permite llegar con tanta confianza, hundido en la agonía que parecia proporcionarle el placer. Sin permitir que me alejara lo suficiente intenta poner nuevamente en marcha las acciones ansiosas, movimiento que no permití. Sabía tan bien que si lo hacía todo terminaría ahí y en esta ocasión quería jugar un poco antes de pasar a lo que sería una nueva sensación para él.

Dejando en libertad su hermoso cabello, mis manos se posan sobre sus hombros, empujándolos con la fuerza suficiente para que Jungkook quedará sentado sobre la cama. Incluso mirándolo desde arriba parecía algo obsceno, sus labios rojizos y laxos por el beso demandante, su falta de aire y sus ojos brillantes por la anticipación me hacían colgar de un hilo.

Sin aparta mis ojos de los suyos, permito a mis rodillas ceder ante el peso y así poder quedar justo entre sus piernas, tomando me mi tiempo llevo mis manos sobre el bulto que sobresalía sobre sus pantalones proporcionándole una caricia dutativa, era como si estuviera pidiendo la autorización de hacer aquello que tenia en mente. Sin embargo la única respuesta que tuve fue una aspiración fuerte y todos sus músculo tensarse por la necesidad.

Regalándole una pequeña sonrisa llevo mis dedos primero al botón para después encargarme de bajar la bragueta. Tomando los lados de la cinturilla, lo miro a la espera; levantando sus caderas es que me permite barjarselos por completo. Apenas su ropa interior queda a la vista, sus pómulos se colorean de un rosa furioso.

—Está bien, Kook. Te haré sentir bien.

•••
Cualquier error no duden en decirme.

Friendship rules | kth,jjk (Rules #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora