La diversión apenas comenzaba.
•••La mirada triunfante que me daba Taehyung desde la puerta provocaba que quisiera golpearlo con el puño, muerdo mi labio inferior con fuerza al ver como la castaña a su lado se paraba de puntillas para dejarle otro suave beso sobre la comisura de su labio, separándose entre risas apenadas.
Así que esa la razón por la que se encontraba ansioso, nadie en este cuarto era estúpido, HeeSun empezaba a formar parte de nuestras vidas a todas horas, en la escuela y fuera de ella, nadie parecía importarle aquello y ciertamente a mí me daba igual.—Te están quitando tu lugar—Yoongi dice entre risas, arqueo mis cejas en una acción incrédula, sacudo mi cabeza entre negativas divertidas, me muevo sobre el sofá para tener un mejor espacio entre el rubio y yo.
—¿Qué lugar? Si tuviera uno creeme que se lo regalaría con todo gusto—confieso, no era novedad para el blanquecino cuanto odiaba pasar tiempo con los amigos del moreno y en especial los fines de semana, en los que, según me llegó a contar Taehyung lo habían agarrado como hábito juntarse para hacer algo.
Me regala una pequeña sonrisa antes de acomodarse mejor en su lugar, colocando sus piernas encima de las Namjoon, el cual sin poner queja alguna descansa sus manos sobre ellas, utilizándolas como una mesa, su torso seguía levemente apoyado en el respaldo, su antebrazo siendole de ayuda para no acabar tumbado por completo. Ambos miramos cómo la pareja del año se sienta en el sillón individual, Taehyung arrastrando a su novia para que terminara sentada sobre sus piernas, la cual con las mejillas rojizas accede con la torpeza pintad en sus movimientos. Ella a diferencia de mí, tenía unos jeans sueltos y una sudadera que le quedaba enorme, sin duda, eramos todo lo contrario. Cuando sus ojos chocan con los míos, me sonríe amistosa.
Joder, no podía odiarla, era como sí me estuviera viendo yo hace algunos años atrás. Le devolví la sonrisa, aunque la diferencia es que la mía tal vez se viera forzada. La mire abrir sus labios, maldigo en lo bajo esperando su pregunta, y rezando que está no vaya hacia mí.
Suelto un suspiro alto cuándo escucho el sonido del timbre, me disculpo antes de ser yo quien vaya a la puerta para recoger la pizza que seguramente pidieron. Giro el pomo de la puerta, quedando sorprendida por leves segundos al ver quien estaba al otro lado de esta, el uniforme amarillo con rojo hacia resaltar su piel algo tostada y su cabello castaño. Trago con fuerza, no era ciega y se admitir cuando alguien es apuesto y diablos, el chico parado enfrente mío con la caja de la pizza entre sus manos era jodidamente hermoso. Abre sus ojos al verme, y no puedo evitar tener esa extraña sensación de que ya lo conocía. Recorro su uniforme hasta toparme el pequeño gafete que está enganchado sobre la tela de la camisa por su hombro del lado derecho.
Jungkook.
—¿Por qué mierdas tardas Bae?—la pregunta irritada de Taehyung causa que aparte la mirada del castaño y sostenga la de él, sus ojos se posan sobre Jungkook, el cual sin expresión alguna murmura el precio—, joder, todavía piensas que pagaremos, tardaste más de lo que se supone que tenías que llegar, olvidalo.
Frunzo el ceño, lo miro arrebatarle la caja dispuesto adrentarse y cerrar la puerta, tomo su brazo, parándolo para así poder meter mi mano sobre uno de sus bolsillos traseros y sacar unos cuantos billetes, sin verlos, se los extendiendo a Jungkook. Los toma con desconfianza antes de empezar a contarlos.
—Quedate con lo que sobre—digo con firmeza aún sin apartar mi mirada de Taehyung, el cual parecía querer matarme en esos instantes, apenas soy capaz de percibir el como la comisura de su labio se curvea, en un acto que se me antojaba juguetón y retador.
Ambos sabemos de sobra que el dinero no le importa gastarlo y derrocharlo como si fuera cualquier cosa, a su padre le sobraba y al él le encantaba despilfarrarlo. Era el típico niño bonito que lo tenía todo y que sin embargo buscaba el extra en su vida. Por el rabillo de mi ojo puedo percibir la inclinación forzada que nos hace el pelinegro, retirándose a paso lento como si no hubiera estado apunto de perder dinero.
El cartón entre sus manos cruje cuando ejerce la suficiente fuerza, destruyendo la caja y seguramente la pizza. Me miraba con aquella seriedad que me erizaba los vellos de mi nuca y con la burles que le caracterizaba cuando algo le era entretenido. Me permito por unos micro segundos perderme en el brillo malicioso que desprende sus iris, en lo oscuro e intimidante que resultaba el color de estos.
Jadeo temblorosa cuando una pequeña carcajada brota de su garganta, tan grave y ronca que puedo jurar que fue causante del aire gélido que recorrió mi espina dorsal en una velocidad impresionante, mi cuerpo estaba a la espera del algo, y aunque mi subconsciente me gritaba que me fuera y siguiera al pizzero, me aferro a la idea de que aún puedo hacer que Taehyung pierda su fuerza de voluntad. De todas maneras nuestra amistad se fue al demonio cuando existió el acuerdo.
—¿Seguiremos así todo el día?—pregunto aburrida, haciendo hincapié a esto finjo un bostezo, acción que lo descoloca y provoca que sus cejas tomen un ángulo en el que me permite saber que le enfurecía mi tono. Dibuja una sonrisa a su vez que pasa su lengua por sus labios, remojandolos y tentandome.
—¿Lo conocías?—chasquea su lengua con diversión para después hacer un pequeño sonido que hace referencia a lo negativo, pasa de mí para poder dejar la pizza sobre una pequeña mesa que se encontraba cerca de la entrada—¿sabe del contrato?—aquella pregunta fue como un balde de agua fría, empuño ambas manos, reteniendo toda la furia que sentía, estaba jugando sucio.
Obligó a mis músculos relajarse antes de voltear sobre mis talones, una sonrisa satisfecha surca mis labios.
—¿HeeSun sabe de el?—le cuestionó ahora yo, sus facciones se vuelven duras y serias, niego con diversión, que irónico—, no me provoques Kim, porque en cualquier minuto puedo abrir la boca y decirle todo a tu noviecita, te recuerdo que ese contrato tiene tu firma, ¿que sentiría si se enterara que su novio no se aguanto las ganas de follar a su mejor amiga?
A grandes pasos recorta la distancia, su pecho subía con rapidez y su respiración era pesada, amenazar siempre a sido su fuerte pero se olvidó que me lo enseñó tan bien. A esto podíamos jugar los dos.
—¿A que mierdas juegas Bae? Estoy harto de tus estúpidos juegos de niña, follamos y listo, se acabo. Ambos lo queríamos, lo hicimos y fin.
Dejo salir una carcajada llena de incredulidad, no podía creer que me lo estuviera diciendo a mí.
—No te equivoques, no todo gira a tu alrededor, sólo te advierto Kim Taehyung, que si te atreves amenazarme nuevamente yo puedo hacerlo peor.
—¿Sucede algo?—la voz dulce de HeeSun interrumpe el silencio en el que nos habíamos instalado de repente, Taehyung me da una última mirada para después forzar una sonrisa.
—Nada bebé, sólo un pequeño problema con la pizza, pero todo resuelto, ¿cierto Nahee?—habla entre dientes, dirigiéndose a mí en un signo de advertencia.
Asiento, sin mirarlos me dirijo al perchero en donde se encontraba mi abrigo, tomándolo para pasarlo con rapidez sobre mis brazos.
—¿Te vas?
Me obligó a sonreírle, tomo mi bolso que se encontraba botado por la entrada.
—Si, tengo que buscar a alguien—explico sugerente, Taehyung aparta su mirada, tensando su mandíbula.
—¿Tu novio?
—Algo así.
Que dulce es la venganza.
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Friendship rules | kth,jjk (Rules #1)
FanficUn juego donde el primero en confesar su amor pierde y Bae Nahee sabe que ella no será la primera en caer. •Heterosexual •Lenguaje vulgar. •No se aceptan copias o adaptaciones. •Los errores ortográficos serán arreglados pronto.