Especial ·•01. Amoris•·

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El capítulo está, por obvias razones, fuera de la línea temporal del capítulo anterior; cuando se termine por completo, reacomodare el capítulo para evitar confusiones.


Los celos son tan buenos como un dulce
•••

—¿Y el pizzero?—la burla cargada en cada sonido de la pregunta sólo causó que la pequeña irritación que mantenía en calma, explotara con tanta facilidad como lo hace una burbuja.

—Deja de joder, Yoongi—hablo con molestia, chasqueo la lengua apenas diviso la sonrisa ladina en su rostro. Reacomodo mi postura, tomando con más fuerza el pequeño regalo que envolví con  ayuda de mi padre.

Decir que estaba nerviosa sería decir un por ciento de lo que ocurre en mí, la ansiedad, las expectativas son sensaciones que me hacen caer en mi picada ante la evidente desaparición Jungkook. Odiaba tanto aquellos días como lo era recordar la humillación implícita que pase cuando creí que sería buena idea regalarle algo a Taehyung un San Valentin, era una adolescente estúpida que pensaba que tal vez su mejor amigo podía interesarse en ella.

Los días como estos me resultaban espeluznantes en cualquier ángulo, no soy buena en aquel caos de regalar cosas, me resultaba extrañamente incómodo y que justo en esta etapa lo estuviera haciendo me causaba un sin fin de cosquillas en el centro de mi estómago que dejaba a la impaciencia al borde.

—Estúpida—el murmullo me hizo centrarme al lugar que el pálido miraba con burla, HeeSun traía consigo un bonito regalo envuelto en un papel de corazones acercándose a Taehyung que estaba a unos cuantos metros donde nosotros estábamos. Los murmuros no se hicieron esperar y la mayor parte del alumnado que se encontraba afuera mantenía su atención  en ambos.

La pena empezó a darme un mal sabor de boca, algo parecido a un amargo sentimiento de saber que es lo que va a pasar, era un ridículo reflejo de lo que fui antes de su respuesta y su odio por aquellas cosas “ridículas”. Sabía qué después de aquello HeeSun traería problemas.

Suspirando aparto mi mirada, no quería observar la humillación que  acontecerá. Dándome por vencida, aguardo el regalo en mi bolso antes de apartar mi espalda de la pared.

—Me largo.

Me abro paso entre los montones de estudiantes que estaban a la expectativa del buen espectáculo que va a dar Taehyung, maldigo cuando recibo un par de codazos y empujones.

Apenas me encuentro en la salida diviso a Jungkook quien me sonríe cuando se da cuenta de mi presencia.

—Te estaba buscando—las palabras salieron como un reproche a pesar de que no quería que fuera así, mi voz tenía aquel tinte de enojo que no sabía que estaba reteniendo. Una sonrisa apenada se dibuja en sus bonitos labios, en un dejé de disculpa y bochorno.

—Lo siento, umm...estuve todo el tiempo aquí—susurra mientras recorta la poca distancia—, vi a todos adentro con sus regalos y bueno, el mío no es...—su voz se apaga conforme llega a la parte de la revelación—, no creo que sea nada especial comparado a lo de los demás, pero...— el nerviosismo en sus balbuceos podía ser interpretadas de dos maneras, la vergüenza de su regalo o el rechazo que esperaba—, Mae hizo el dibujo—aclara con un rubor en sus mejillas.

Moviendo poco a poco sus manos, deja ver un tulipán en una de ellas y en la otra una pequeña caja acompañada de un dibujo. Quería decir que no era necesario que lo hiciera pues a simple vista los rayones deformes dejaba claro de quien era su creador, pero su vergüenza y nerviosismo era suficiente.

La calidez y ternura de la situación fueron suficientes para que las ganas de llorar me invadieran, a este punto de la relación podía asegurar el miedo que mantuvo despierto al castaño durante la noche, la indecisión en sus palabras y la vergüenza de las pequeñas cosas que me estaba regalando.

Sin siquiera tomar las cosas, rodeo su cadera con mis brazos en un abrazo fuerte, no era buena con las palabras pero esperaba que aquello fuera suficiente para mermar su inseguridad. Siento sus labios dejar un suave beso en mi frente antes de que una sonrisa sincera apareciera.

—¿Bae?—la voz aniñada sonó con aquella alegría que caracterizaba a Mae, el ruido de unos zapatos chocar contra el suelo mantuvo a Jungkook al borde de la muerte quien tan pronto escucho a su hermana se separó de mí, dejándome las cosas para ir hacia su hermana.

—¡Joder, Mae!—el susto era evidente en la facciones del castaño, quien tan pronto como pudo tomo a la pequeña niña entre sus brazos, sosteniéndola con fuerza—, te dije que me esperarás.

—Estabas tardando—la breve disculpa me hizo reír. Acercándome a ambos, dejo un beso sobre la suave mejilla de Mae—, ¿te gustó mi regalo? Somos nosotros tres.

—Es fascinante en muchos aspectos—declaro, una carcajada por parte de Jungkook me hace sonreír, ambos sabíamos que el dibujo era todo menos bonito.

—¿Ahora podemos ir a comer?—pregunta con una sonrisa, recarga su cabeza contra el hombro de Jungkook quien fascinado asiente. Ajustando a Mae con un brazo y asegurando que no se fuera a caer, toma mi mano libre.

Caminamos por unos cuantos minutos antes de saber con exactitud a donde nos dirigimos, apretando su mano me gano su atención.

—Jungkook podemos ir a otro lugar—sugiero al echarle un vistazo nuevamente al restaurante de nuestra primera cita, sabía que no era barato y que Jungkook quisiera traerme aquí sólo me mortificaba, no necesitaba que gastará dinero que seguramente necesitará para Mae o para él mismo.

—Esta bien, bonita—la seguridad en sus palabras me tranquilizó lo suficiente pero no dejo que la inquietud siguiera ahí, antes de conocerlo no me importaba cuanto dinero pudiera gastarme en aquel restaurante pero ahora es diferente.

—Esto no es necesario, me has dado más de lo alguien me ha dado un San Valentin—declaro dejando mi mano libre sobre su mejilla, pongo la suficiente presión para que la bajara un poco y así poder besar castamente sus labios—, podemos ir a comer a cualquier otro lado, además tenemos que apurarnos tengo boletos para la feria.

Una sonrisa acompañada de unos hoyuelos aparecen en su rostro, dejando que su mano con la que no sostiene a Mae quede en la parte posterior de mi cuello, jala estaba vez él de mí para que nuestros labios vuelven a chocar en un beso más duradero.

—Te amo, Nahee, enserio lo hago.

•••
Cualquier error no duden en decirme.

Friendship rules | kth,jjk (Rules #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora